El Gobierno acaba de anunciar una especie de Plan Renove, pero para la automoción.

Renove o plan PIVE, o ninguno de los dos, porque con una yuda de 400 € que debe igualar el fabricante (800 € en total), ¿quien se va a comprar un coche de, pongamos, 25.000 €?

Vamos, que como sucede con cualquier ayuda gubernamental, esta también tiene más trampas que una película de Tarzán.

Es como la maldición de las desescaladas, el desconfinamiento y hasta la cobobernanza asimétrica, que cada norma, orden o ley tiene más flecos que el traje de un Apache.

Por ejemplo, después de leer con atención -a todo lo que el intelecto me da, que ya me da para poco, la verdad- lo que supone esta ayuda de 3.750 millones de euros, que se dice pronto, me he quedado in albis.

Entran todos

Y es que no sé que subvención tengo si me compro un coche eléctrico, híbrido, de gasoil, de gasolina o a pedales.

Lo bueno, es que todos entran en el bombo del Pedromillón, pero lo malo es que, con tanta letra pequeña, los vendedores van a estar a sus anchas «jugando» con ofertas y precios.

«¿Qué coche quiere usted? ¿Dígame cuantos km. hace al año? ¿Cuénteme qué porcentaje de CO2 quiere que expulsar a la atmósfera? ¿Cuantos años tiene su coche antiguo?…»

Al final de la operación, como se dice en el argot, mirarán la matrícula de tu coche y ¡au!.

«Le sumo 20 por tener el pelo rizado, le quito 10 por un arañazo en el paragolpes, le quito otros diez porque huele a maderas de oriente, le sumo 30 porque usted es valenciano pero le resto otros 30 por ser fan del Milan…

Eso si el coche tiene menos de 10 años, porque si tiene más, a la chatarra, que es otra cosa que no entiendo.

Chatarra

Porque, en todo caso, serán 10 años más 4 meses, que es lo que llevamos sin moverlo del garaje por el confinamiento.

Ahora en serio, si un coche tiene 12 años, pero está en buen estado: ¿no es mejor reciclar y poder venderlo de segunda mano?

Así que lo que yo veo es que estamos ante un plan para salvar a la industria y a los trabajadores de la automoción, lo cuál es perfecto y deseable, pero que poco tiene que ver con la transición ecológica, ni con ayudas para comprar un coche.

Tal y como ha ocurrido con el mosquito Aedes japonicus, que ha sorprendido a los entomólogos porque ni lo vieron venir ni saben cómo irrumpió en Cataluña, los distintos Gobiernos no quisieron o supieron ver al mosquito Nissan, también japo, y ahora hay que enchufarle a toda prisa insecticida en forma de euros

Diesel, sí

Las fabricantes de coches están contentos porque en este nuevo plan se ha incluido a los coches diesel y de gasolina.

También está que tira cohetes mi primo Agapito que ha creído ver, en este plan, el impulso para cambiar su tractor.

Y es que llama tractor, a su buga, un Peugeot 205 de gasoil que va a cumplir los 22 años y que echa más humo que un tren del Far West.

Ayer me llamó por teléfono, porque eso sí, será de pueblo pero tiene el último modelo de Iphone, y me dijo que en cuanto se abra la veda tira pa Avila y a ver que le ofrecen por su tractor.

Pero no las tiene todas consigo porque me dijo que había leío 20 veces la noticia y aún no sabía enterao si tenía que achatarrar el mismo, su propio coche a mazazos, llevarlo al desguace o regalárselo a su primo, el remachao (este mote es porque es muy bajito), que está aprendiendo a conducir y lo va a reducir a cenizas-chatarra de forma natural porque mete las marchas sin pisar el embrague

Ecología en peligro

Los que no están contentos son los peces, ni las tortugas marinas, que ayer fue su día mundial.

Y no lo están porque se temen que con este «achatarramiento» masivo, muchas ruedas, volantes y hasta asientos de coches vayan a parar a los ríos y de allí al mar.

Así que ahora el riesgo de contaminación no solo se va a duplicar por las emisiones de CO2 y dióxido de nitrógeno, sino porque el mar va a parecer el parking submarino de desguaces LaTorre.

Yo no tengo respuestas para explicar todo lo que está pasando, pero si mi PIB de preguntas dobla al de las respuestas, como está sucediendo, es que no vamos muy bien.

Por eso estoy pensando en hacerme una foto en el capó de mi coche, con mis pectorales al aire y poniendo morritos a lo Mick Jagger, y subirla al Instagram, a ver si algún/a vendedor/a me ofrece un buen descuento y, de paso, a mi primo Agapito.

Picotazo

Pero me da miedo que en esa pose, llegue un mosquito Aedes japonicus, y me pique «en el bote» (boca, en cheli madrileño).

Eso le ocurrió a mi primo Agapito, hace unos años, con una avispa que se le metió entre el pan de un bocadillo.

Y fue tal el picotazo, que la lengua no le entraba en la boca

Así que como se quedó, debido a la inflamación, con «la tongue» una semana fuera de la boca, se corrió la voz y le llamó medio pueblo para ver si podían pasar por por su casa para mojar los sellos de las cartas.

El caso es que o «pillamos» este renove, o hacemos un calendario en bañador, como el que hicieron los bomberos para recaudar fondos, solo que con el Remachao, el Colorao, mi primo Agapito, El Pernales, El Zamarro, El Licenciao, el Harto Sopas y yo mismo.

No veo otra forma para cambiar de coche.