En nombre del tiempo

El tiempo es fundamental en nuestras vidas, y no sólo el tiempo meteorológico, que también, sino, por ejemplo, el que tardamos en tomar una decisión.

El otro día los dirigentes de la Uniòn Europea reconocieron haber subestimado la letalidad de la pandemia y que las decisiones se tomaron tarde. Vaya, ya vamos reconociendo cositas.

También está el tiempo que perdemos en reuniones y comisiones, que en España somos proclives a juntarnos y charlar con o sin cervecita de por medio.

Ayer asistí atònito -uno que es masoquista- a la vergonzante sesión de «alargamiento» del Estado de Alarma en el Congreso.

Guerrilas y escaramuzas

Guerra de guerrillas, rifi rafes, escaramuzas y sectarismo que se está trasladando a la calle donde hay gente cada vez más radicalizada.

Y, en medio de todo eso, el curioso efecto de síndrome de Estocolmo ciudadano.

Quiero decir que cualquier polìtico, salvo los superineptos, como el ministro de consumo, Alberto Garzón, que se atreve a tirar piedras contra la hostelería y el turismo con la que está cayendo en el sector, sube al estrado y convence.

Vamos que veo y escucho a Puidgemont, Torra o a Rufián y hasta me «pongo tontorrón».

Me pasaba lo mismo con Oriol Junqueras cuando lo entrevistaban. Hablaba y hablaba, con algo parecido a la Biblia debajo del brazo, como los dirigentes del PNV, y yo aplaudía mentalmente; completamente entregado y de acuerdo con sus soflamas.

Mi otro yo

Sin embargo, de súbito, y por suerte, ahí es donde aparecía mi otro yo: rebelde, desconfiado y cerebral ,y me daba un guantazo con la mano abierta a la vez que decía: «Ay, alma de cántaro, casi te convencen. Estos son de los de a Dios rogando, pero con el mazo dando».

Es el efecto mágico y masajeante de las palabras. Un tono suave, una mirada de ovejo merino, alguna que otra pausa, una apelación a lo emotivo, a que todo el mundo es bueno, al respeto a todos…y hasta Jack el destripador te parece un santo varón.

Son trucos malabares de oratoria procaz estudiados y eficaces desde que el mundo es mundo.

Por eso todos los politicos nos parecen iguales. Porque marcan los tiempos, porque administran el tiempo y porque pierden el tiempo.

Indeseables

Sin embargo, hay excepciones y existen algunos personajes que digan lo que digan siempre resultan desagradables, poco convincentes o, sencillamente, repelentes.

¿Nombres? Se me ocurren unos cuantos, pero no debo hacerlos públicos.

Sin embargo, en sentido figurado, puedo decir que hay rufianes que, en medio de 27.800 muertos, nada más les interesa la mesa de diálogo independentista.

Pecheniques, que ultilizan medias verdades para soltar espumarajos por la boca; o incluso bolsos para guardar la calderilla, tipo «Monodero», que insultan y agreden verbalmente en cuanto les dan oportunidad.

Vamos que nos hacen perder el tiempo, en lugar de encontrar soluciones (que la hay, seguro), a la vez que nos roban nuestras ilusiones y nuestros deseos.

En definitiva, nos están matando de pena y no hay decreto ni artículo constitucional que nos proteja.

Ladrones de tiempo

Nos roban el tiempo, nos hacer perder el tiempo, aburren cada poco tiempo, no cumplen en tiempo ni forma, matan el tiempo…nos están destrozando la vida.

Ahora se anuncia otra comisión, esta vez de reconstruccion nacional, ¡ay madre!

Y en nombre del tiempo, para acabar (imposible) con el coronavirus, nos imponen la desescalada más estricta del Universo. Y a Madrid con propìna, por ser unos «chicos/as malos/as».

Eso sí, lo nuevo en este quinto Estado de Alarma es que el único referente para dirigirlo todo será el ministro de Sanidad, Salvador Illa. (Sánchez dixit)

Y eso es lo que acojona.

  1. La memoria
  2. El cansancio del rebaño
  3. No me llames experto
  4. El “Raid” del turismo
  5. La nueva normalidad
  6. Cuando ya no importe
  7. Capricornio uno
  8. Que vuelven las pipas
  9. Polis de guardería
  10. Franciscanos
  11. Pelodrama
  12. El Nombre de la Rosa
  13. Un rayo de sol
  14. Pierre nodoyuna
  15. Encuentros en la tercera fase
  16. El Gym desconfinado
  17. Forrest Gump
  18. Querido slot
  19. Los enanos y Tromp
  20. Pánico en el túnel
  21. Club de runners
  22. Contagio
  23. Instrucciones para John Howel
  24. Delivery al rescate
  25. Insomnio
  26. PCR
  27. Nadie se fía de nadie
  28. Los intereses creados
  29. Adiós a Benidorm
  30. La próxima pandemia
  31. La mala educación
  32. 30 segundos
  33. Dress Code
  34. Vuelva usté mañana
  35. La pinta
  36. María Magdalena
  37. Casablanca
  38. La magia se va al cielo
  39. Cuando éramos felices e indocumentados
  40. La hora del Planeta
  41. Facebook “connection”
  42. Los expertos
  43. E97, el submarino
  44. Los ojos de la guerra
  45. Ave que vuela, a la cazuela
  46. Vete de Alemania, Pepe
  47. La cuarentena del pimentón
  48. Francotiradores de Balcón
  49. La detonación
  50. La lista del “por si acaso”
  51. Operación Triunfo callejera
  52. Mi vecina
  53. El puente del Diablo
  54. Qué pongo para comer
  55. El retorno de la tele
  56. La conspiración
  57. Torra, el cenizo
  58. No, sin mi chandal
  59. Ese Trastorno Compulsivo protector
  60. Más que palabras

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