Insomnio

El insomnio se ha apoderado de nosotros. Ya no me despierto, ni me levanto de la cama. Literalmente, me tiro de ella, como si fuera absorbido por la gravidez de la tierra.

Y es que ya casi nadie duerme como es debido porque hemos roto nuestra arquitectura del sueño.

En unos de esos duermevelas me acordé de los vuelos espaciales y de las similitudes entre convivir en una nave o estación espacial y la actual, en nuestras casas.

Ellos sin gravedad, es verdad, y nosotros con ella, pero con resultado similar:una piernas tan anquilosadas que nos vemos obligados a andar como el admirado Chiquito de la Calzada.

Vitamina D

De hecho, el otro día se me olvidó una cucharilla para tomar mi yogur diario -por aquello de reforzar la vitamina D- y casi se ponen en huelga los bífidus activos porque tardé media hora en llegar hasta la cocina.

Hace unos años, científicos de la NASA -de los buenos, no como los expertos de Sánchez- estudiaron los efectos de la ingravidez sobre los huesos .

Y se dieron cuenta que la descalcificación ósea era una de las principales consecuencias de no andar.

Por eso cuando llegaban los astronautas de vuelta a la Tierra les tenían que sacar de la cápsula poco menos que a la sillita la reina, o en parihuelas, porque no podían ni moverse.

De hecho, esta descalcificación ósea es otro de los enemigos -suma y sigue- con los que nos podemos encontrar ahora que llevamos confinados más de un mes… y lo que nos queda.

No nos da el sol, primero porque la meteorología se ha aliado con el virus, y lo segundo porque, aunque saliera el sol, da miedito sacar la cabeza por la ventana y que te cague un palomo con diarrea Covid o te dispare un vecino una ráfaga de perdigones.

Versión borrosa

Ayer el presidente dio su versión borrosa, como siempre, de un itineario de desconfinamiento paulatino para los niños a partir del 27 de abril.

Sin embargo, también avanzó que no va a ser homogéneo para todas las comunidades, ya que dependerá de cómo evolucione la pandemia en cada lugar.

¿Quiere decir eso que los niños y niñas de Madrid, por ejemplo, no van a poder salir a la calle igual que los de otras comunidades?

Si es así, este sería otro agravio comparativo sumado al de que en otros lugares les van a dar aprobado general y a ellos, Ayuso y sus expertos, no.

Tampoco dijo nada de que los adultos puedan salir a hacer deporte, con lo que si vives en la capital o en una Autonomía con muchos afectados despídete del sol sine die.

Verano

Y del verano mejor ni hablar. Porque Pedro I El Cruel se mostró tan tibio, que no dejó atisbo de esperanza.

Mira que ya habíamos cambiado los billetes a San Pertersburgo por otros a San Peter Burgo de Osma, en Soria; y hasta la visita al monaterio de Yuso y Suso, en Logroño, por ir a ver a Yuso y Suso, que son los nombres del pescadero y el pollero del super.

Positivos «a currar»

Pues nada, ni con esas. Solo están preocupados por los números y por dar de alta a los afectados aunque aún sean Covid positivos con tal de equilibrar sus pobres estadísticas.

Y lo hacen sea como sea, incluso obligando a los trabajadores de hospitales, sanitarios o no, a volver a sus puestos de trabajo aunque sigan infectados.

«El horizonte temporal de los primeros pasos a la nueva normalidad va a ser progresiva, pero lenta», Sánchez «Dixit». Lo que traducido quiere decir que vamos a salir a la calle cuando las ranas crien pelo.

Así que lectores y lectoras, el día que salgamos de casa vamos a parecer los herederos de Valpurgis, más blancos que la cal y con los ojos «implaos», en sangre, que diría mi abuelo.

O tal vez más amarillos que los propios chinos, con lo cuál, y a la vista de sus bajas cifras de afectados (?), lo mismo el virus no nos ataca y Sánchez, por fin, nos deja salir, aunque parezcamos zombis.

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