Operación Triunfo callejera

Es curioso, pero para “matar el tiempo” a mucha gente le ha dado por mostrarnos su vena artística.

Ya sea impartiendo clases de zumba desde la terraza o cantando cuál Francisco fallero, el tema que mejor “le sale”.

Tengo un amigo que cuando frecuentábamos los karaokes interpretaba el bailar pegados, de Sergio Dalma, mejor que el propio cantautor.

Otro de sus temas preferidos era Hotel California, de los Eagles y os puedo asegurar que Don Henley y Glenn Frey no lo hacían mejor.

Ignoro si su timidez le habrá pèrmitido salir a la terraza o a cualquier ventanal de su casa a interpretar estos temas como el solo sabe hacerlo, pero si lo ha heho, seguro que sus vecinos se habrán roto las manos de tanto aplaudir.

Mi amigo, que quizá lea esto es, es un figura en muchas cosas y, además, buena persona, lo cuál ya es mucho decir en el mundo en que vivimos.

Pisos modernos

Sin embargo, tengo un vecino que es un inconsciente -por no decir otra cosa-.

Se piensa que vive solo en un chalé y por eso sale cada tarde con su guitarra, a eso de las cuatro, para cantar algunos temas de José Luis Perales….ya sabeis: “un velero llamado libertad”, “que canten los niños” (que los suyos no cantan, pero se pasan el día llorando), etc, etc, etc.

Este tío aún no se ha dado cuenta que en los pisos modernos se oye todo. Yo le oigo a veces hasta cuando expulsa una ventosidad, con ruido y viento, y supongo que el me escucha cuando le llamo cerdaco.

Imitadores

La cuestión es que la cosa se ha puesto más chunga de lo que parece y le han salido imitadores como si fueran champiñones en un programa de operación triunfo callejero.

El otro día, unos cuantos vecinos solicitamos al administrador de la finca que convocara una junta general virtual para constituir un jurado que valorara las actuaciones de los espontáneos, y así, ya que nos fastidian la siesta, poder disfrutar puntuándoles con decenas de ceros peloteros.

Además, pedimos que esa puntuación constara en acta y se enviara a todo el vecindario para que los artistas menos hábiles pudieran conocer en qué punto estaban y tomar alguna clase on line -de las que nos invaden hoy- para mejorar sus habilidades.

Esperando y esperando

Estamos esperando aún la convocatoria de la junta, como pasa con las mascarillas, los guantes y los test en la prevención del coronavirus.

Prueba o test que solo hacen a quien ingresa grave en el hospital, a los políticos o a los que tienen posibles.

Así que mientras llega esa reunión, yo he decidido tomar el “toro por los cuernos” y como no me dejan echarme una cabezadita, mientras los otros cantan como Perales, King Africa o Maluma, yo les coloco el Paquito el chocolatero a toda pastilla.

Y lo increíble es que hay cantidad de gente que me sigue y doblan el lomo a cada «hey, hey…con lo cuál, a la vez, también hacen deporte.

En fin, que me he convertido, sin comerlo ni beberlo, en el nuevo Mesías de la operación triunfo callejera.

4 comentarios en «Operación Triunfo callejera»

  1. A ver cuándo pasas por Zamora…la triste y sola…para ver cómo duerme durante el día…sus karaokes toman vida a las ocho de la tarde…
    Comienza n a escucharse de fondo las marchas de semana santa…por todos los lados de la ciudad….el silencio se hace palpable….hasta que acaban..y comienzan los aplausos…las sirenas de la policía…y las canciones de las verbenas de pueblo…que nos trasladan la plaza cubata en mano…..
    …..que. Necesaria es la Libertad….estos días quizá aprendamos a apreciar esas prisas mañaneras por llenar a nuestro trabajo en mitad del tráfico….esos momentos de cola en el super….y esos buenos días que nos da el vecino pesado….
    De momento seguiremos viajando…con los ojos de aquellos que nos observan desde el otro lado de la calle
    Un saludo

    1. Gracias Consuelo. Por Zamora ya pasé. He estado en muchas ocasiones y tambien en pueblos de su provincia . De hecho hay varios reportajes en la revista, incluso alguna de Benavente y el Ermitaño.

  2. Zamora duerme de día….. Y cuando cae el sol despiertan sonidos que huelen a semana Santa…y a cantautores , que aunque nos den vergüenza ajena, no podemos dejar de escuchar….ya volverán las lejanas golondrinas…como dijo una vez alguien…un saludo

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