No digo yo que no. Porque después de ver decenas de pelis americanas de conspiraciones, es posible que la Covid-19 se haya creado en un laboratorio clandestino de Wuhan por un equipo de malévolos científicos-economistas de Francia, la propia China y de Estados Unidos, como sugieren por ahí.
Pero, ¿por qué no han intervenido en estos experimentos más países defensores de la economía ultraliberal ? Ni idea.
En esta teoría conspirativa parece que el propósito de los fabricantes del virus era adelgazar la presión económica que significa que cada vez vivamos más y que haya cada vez mas abuelos, nuestros queridos abuelos, en el mundo.
Objetivo: los mayores
Es decir, que querían cargarse a la mayoría de los mayores para ahorrarse sus pensiones.
Dicen que un día, de improviso, se presentó el presidente Trump en el supuesto laboratorio de Wuhan para ver cómo iba el asunto, y que al salir del recinto un murciélago «le jiñó» en el pelo y que por eso el flequillo se le ha quedado así.
Otros sostienen que ese mismo «coprolito» cargado con los virus más letales le atravesó la barrera hematoencefálica y por eso dice lo que dice cuando lo dice.
Bueno, si os soy sincero creo que son bulos o fake news como se llaman ahora, -ahí he estado espabilado, ¿eh?- y también que si lo que querían era deshacerse de nuestros queridos abuelos, les habría bastado con haber pedido consejo a aquel ínclito presentador del programa Saber Vivir de la TVE1.
Ese que vendía, además de sus propias enciclopedias y la de sus colaboradores incluídos en la cohima, (que bien forraditas servían de apoyapies), almohadas rellenas de almendrucos contra el reuma o podómetros para calcular los metros que recorrían nuestros adorados abuelos bailando pasodobles en los Centros de Día..
Retener talento
En fin, que si se confirma que el virus se ha creado en el laboratorio para aniquilar jubilados, en España los que tienen más de 45 años lo tienen crudo.
Y es que aquí, como saben bien quienes buscan empleo, si eres mayor de esa edad estás para echarte unos bailes en Benidorm y poco mas. Eso se llama retener talento y lo demás tontería.
Mi amigo Tomás
Tengo un amigo que se llama Tomás y tiene su segunda residencia en Santa Pola. Está más negro que Kunta Kinte y siempre me ha rebozado por la cara que el vive como un marajá prejubilado con el cien por cien del sueldo
Pero ahora la Covid-19 nos ha igualado y está tan acojonado como yo. Tenemos más de 45, así que somos carne de cañón.