Sergio Dalma va a tener que hacer una nueva versión de su tema «bailar pegados» por otra que se llame bailar sentados.

Y digo esto porque la locura de fases, desfases, normas y contranormas no dejan de sorprenderme cada día, y ya han alcanzado a las discotecas.

Si os soy sincero, no sé que se puede hacer en cada fase, ni tampoco qué porcentaje de aperturas tienen los bares y restaurantes o cuándo y cómo se abren los centros comerciales.

Y es probable que a mas de una o uno, os pase esto mismo, pero tranquilas/los no os habéis vuelto locas/os.

El del polinomio

La respuesta está en que han encargado el diseño de las fases y las cogobernanzas y todo el lío patrio, al mismo tipo que creó el polinomio que sirve para calcular la declaración de la renta.

Ese polinomio que hace que a una jubilada viuda, con la pensión mínima y necesitando asistencia social las 24 horas (lo que hace que sus gastos cuadripliquen sus ingresos), su declaración le salga a pagar.

Por eso, creo que le han encargado este lioprotocolo (no quiero pensar que es Illa) no a uno que tiene ideas de «bombero», como se dice coloquialmente, sino al mismísimo «bombero-torero».

Contradicciones

Por ejemplo, en nuestro estado de Alarma, solo puedes ir a comprar al super de uno en uno (no en pareja), pero sí puedes ir en el metro o el autobús codo con codo con un desconocido y el aforo abarrotado.

Lo único bueno del tema del super es que muchas chicas, de tanto acarrear cajas de leche, detergentes, bidones de agua y otro productos de peso, están pillando unos buenos biceps y triceps que les ahorrarán el pago de la cuota del gym.

También se puede ir a las plazas de toros, creo, pero no sé si a un 40/50 o 60 % de su aforo, sin embargo no se puede asirtir a un partido de fútbol con ningún aforo.

Y yo me pregunto: ¿si los coronavirus son virus animales y el único animal en estos dos espectáculos es el toro, a qué viene esta diferencia?

Y voy más allá: ¿Se referirán, entonces, a que los aficionados al fútbol son más animales que los que van a los toros?.

Os dejo a vuestra discreción contestar a esa pregunta.

Más madera

Al principio de la pandemia se confinaba a los supuestamente más sanos (a los que hacían deporte) y ahora los que tienen hora de salida son los mayores que solo pueden hacerlo de 10 a 12h y de 19h. a 20h.

También se decía que los guantes eran imprescindibles, y ahora parece que es mejor no llevarlos, o que las mascarillas solo servían para que el infectado no contagiara a los otros y ahora son obligatorias so pena de multa.

Incongruencias aquí y allá, de método, científicas y sociales que, después de tres meses de confinamiento total o parcial siguen vigentes.

Y es que nunca en la historia reciente de la Sanidad y la Salud Pública se había producido un vacío de información como el actual.

Confusión

Tal vez enfrascados en conseguir una vacuna y/o tratamiento, que es lo que da «guita», los trabajos cientificos en relación a cómo se comporta el virus, o si los anticuerpos protegen a los infectados y cuanto tiempo, son escasos y/o mediocres.

Eso ha dejado paso a la proliferación de bulos, y de «miles de nuevos doctores expertos», o de expertos doctores, que han asaltado las mentes de las masas…y hasta las de los gobernantes.

El resultado es este CAOS de datos, normas, normativas, BOEs, gobernanzas, cogobernanzas, estados de Alarma ….

Acepto que al principio la pandemia cogiera a todo el mundo por sorpresa, pero ya ha pasado el tiempo suficiente para que se den informaciones, datos y recomendaciones concisas y precisas.

La última entelequia, como dije al principio, es la apertura de las discotecas, pero con la prohibición de bailar en la pista.

Discos sin baile

Así que quien quiera bailar tendrá que hacerlo sentado, con mascarilla y respetando la distancia de seguridad.

De ahí que sea muy oportuno el nuevo tema de Sergio Dalma, «Bailar sentados» que comienza con el estribillo: «Bailar sentados no es bailar/Es como estar bailando solo….»

Y es que el mundo se ha vuelto loco, loco, loco y ahora hay tantas ganas por incentivar el consumo, que ya no se aplaude a las 8 a los sanitarios, sino a los que entran en un centro comercial.

¿Que será lo próximo? Pues que si lo de las corridas se confirma, veremos al toro, al torero y a su cuadrilla aplaudiendo a los espectadores que entren a la plaza mientras «se aprietan» un rebujito.