Casas do Bragal es el restaurante más bonito y romántico de Coimbra. Entre chalets y casas de alto nivel, este lugar reúne las condiciones idóneas para disfrutar de una buena cena con vistas a esta ciudad portuguesa tan universitaria.
Lo cierto es que no es fácil llegar al restaurante si no conoces la ciudad, pero no hay nada que el Google maps no pueda solucionar con mayor o menor eficacia. Eugenio Alves, el propietario, trata a la clientela de forma individualizada porque sabe que su restaurante es exclusivo en lo personal y generalista/tradicional en lo gastronómico.
Vistas y elegancia
El restaurante tiene capacidad para unas 35 pax que disfrutarán de una velada extraordinaria a la luz de la luna, si vas a cenar, gracias a los amplios ventanales del local.
El interior, acogedor, intimista, con cuadros pintados por el propio Eugenio, recuerdan a algunas musas artísticas de Portugal como María de Medeiros.
Libros, revistas, cultura…de lo que ya no queda (aunque en Portugal sí). En papel, descansan sobre las mesas del vestíbulo. Increíble. Un templo capaz de unir cultura y gastronomía sin estridencias.
Un lugar que anima a dejar el móvil en silencio o apagado y dedicarse a mirar, observar y envolverse con el ambiente tan elegante que se respira.
Dulces preámbulos
Antes de comenzar con los entrantes, el propietario, que hace las veces de maestro de ceremonias y jefe de sala, nos advierte que los postres son un bufé donde cada uno puede tomar lo que quiera y en las cantidades que le reclamen sus sentidos y le permita su estómago.
Y, claro, te levantas de la mesa y vas a contemplar este espectáculo que se erige a un lado del comedor.
Sin embargo, este no es un restaurante al que llegues para inflarte a comer como si no hubiera un mañana, sino para disfrutar de una velada inolvidable tanto en el fondo como en la forma.
Y es que dicho acercamiento preliminar al bufé donde están las tartas, pudings y demás dulces no solo es impactante, sino que invita a apresurarse con la cena para llegar a este festival.
Cocina y sala
En la cocina manda la esposa de Eugenio, Manuela Cerca, que se les apaña como puede para no mostrarse más que lo justo impulsada por una extraordinaria timidez.
En sala, el propietario tiene bajo su tutela a dos camareras, Teresa y Ádria, a cuál más amable y discreta.
Entrantes y reto
Durante nuestra visita aún hacía calor por estos lares, así que comenzamos con un conjunto de entrantes que tenían como estrella un particular gazpacho que el propietario asumió como gran reto para comensales españoles.
Además de eso, probamos una ensalada de remolacha riquísima, dulce, apetecible…, vitelo, presa….queso de cabra con mermelada de pimientos casera, tarrina de cogumelos (setas) en su jugo, que está en su punto, en un festival que, en otoño/invierno, tiene pinta de transformarse en trompetas de la muerte y algún caldo portugués.
Nada en el menú se deja al azar y por eso, y con arreglo al guión cultural que rige este negocio, se respetan las tradiciones.
Por eso, uno de los platos principales bien puede ser un bacalao confitado en aceite con puré de garbanzos (20€). Exquisito, con la sal justa y el remake de una receta clásica, con huevo poché y trufa.
Hojaldres
Ese gusto por la cocina clásica conlleva cierto «afrancesamiento» de una carta en la que no faltan los hojaldres rellenos como el Solomillo (Bifé) Wellington (30€), superjugoso y de gran sabor, tierno como la seda y encerrado en un hojaldre de lujo.
¿El vino?. Aneto, Del Douro, tinto, espectacular y aun precio más que competitivo.
El deseado bufé
Así, pausadamente, conversando y disfrutando, es como se llega en paz y sosiedo a la verbena de postres. Nos referimos a ese original bufé libre, para que tomes lo que quieras, que ya habíamos anunciado.
Dulce de leche, mousse de chocolate, sopa de moras, merengue, souflé (que es el más demandado), pero, sobre todo, la tarta que no es de la casa o postre que no es postre, como dice la chef Manuela Cerca y que está hecha con los sobrantes del resto de dulces.
Antes de conocer su elaboración ya nos pareció el mejor, y después de saber cómo se gestaba, seguimos pensando lo mismo.
Nuevo proyecto
De algún modo, en esta casa entienden la gastronomía y la presentan como quieren, alejados de modas fátuas y envolturas sin sentido.
En Casas do Bragal se hace cultura de cocina y se cocina con cultura y a su libre albedrío. Ahora van a abrir un local de tapas en el centro de Coimbra que seguramente será un éxito
Pero, de momento, si vais a Coimbra no os perdais por nada del mundo un almuerzo o una cena en este pintoresco lugar para daros «un paseo por las nubes».
Casas do Bragal. Rua Damião de Góis – Urbanização de Tamonte, 3030-088 Coimbra. Telf. 351 918 103 988
El menú
- Pestiscos variados. Ensalada de remolacha, tarrina de setas,…
- Bacalao confitado con puré de garbanzos y huevo poché
- Solomillo Wellington
- Bufé de postres (tarta de chocolates, arroz con leche, tarta de dulce de leche..)
- Vino. Aneto.Tinto. Douro. Bodega Aneto Wines
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