El Algarve, en el sur de Portugal, es una de las regiones más visitadas del país vecino.
Es cierto que en verano puede llegar a ser agobiante por la cantidad de turismo que se agolpa en sus playas y calas.
Sin embargo, siempre se pueden sortear las aglomeraciones visitándola en abril, mayo, junio, septiembre y octubre.
Eso sí, de lo no cabe duda es de que este viaje, dependiendo de tus expectativas, puede ser maravilloso.
Escalas
En la guía completa que tienes ahora mismo en tus manos hemos establecido tres «cuarteles generales» desde donde visitar las distintas zonas sin agobios de tiempo, pero, naturalmente, buscar otras escalas dependen de ti.
Nosotros, hicimos paradas técnicas en Lagos, Albufeira y Tavira, porque nuestra intención fue comenzar por la zona Atlántica y acabar en Cancela Velha, pero se puede hacer al revés si lo prefieres.
Tomamos un avión en Barajas para llegar hasta Faro, la capital, y allí alquilamos un coche, pero también puedes ir hasta Sevilla o Huelva y alquilar el coche allí o ir en tu propio coche si es que no te cansa hacer cientos de kilómetros.
Gastronomía
Y no hay viaje que se precie que no tenga un contenido gastronómico, por eso esta revista se llama gastronomoyviajero, y en el Algarve la oferta gastronómica es amplia y de calidad.
Buscando productos típicos quizás el pulpo-polvo, que se dice allí- sea el mas codiciado y la cataplana, el plato más típico, pero, como verás en esta guía, la fantasía y las elaboraciones más gourmet también tienen aquí un lugar destacado.
1.- Lagos y el Cabo de San Vicente
Lagos es una de las ciudades más bonitas del Algave portugués.
Un lugar, que más allá de sus esplendorosas playas esconde rincones muy interesantes. Además es la ciudad perfecta para establecer «cuartel general» o tu «base de operaciones» si vas a visitar la zona más occidental: Sagres y el Cabo de San Vicente.
De Lagos destaca su Marina, la Avenida de los descubrimientos, sus calles empedradas y su luz.
De los alrededores no te puedes perder La Ponta Da Piedade con sus pasarelas de madera desde las que ver y acceder a sus playas y acantilados.
Comer
En la zona de Portimao/Lagos te recomendamos dos restaurantes: Bon Bon y Numa.
El restaurante Bon Bon (una estrella Michelin), está dirigido por el gran Nuno Diogo y en la cocina oficia José Lopes.
Sin embargo, en Numa es el buen hacer de la pareja que hacen Manuela Joao y Nuno Martins (sala y cocina, quienes han consagrado las recetas de pulpo.
Por esta zona también tienes el restaurante Dos Artistas, del chef Caio Felipe Reiter, Al Sud (una estrella) y Don Sebastiao, típico portugués en el centro de Lagos.
Como curiosidad, decirte que las RRSS han puesto de moda uno de los chiringos que hay antes de llegar al faro de San Vicente, junto a los vendedores ambulantes.
Se trata de una camioneta de perritos calientes sin mas, la LBA, ….pero los humanos somos así.
Ponta da Piedade
El cabo de Ponta de Piedade es un conjunto de formaciones rocosas que destacan con sus colores rojizos y ocres sobre el intenso azul de las aguas del Atlántico.
La erosión de su roca caliza, como ocurre con la cueva de Benagil, ha ido dando forma a diferentes arcos naturales, cuevas y pequeños lagos que se pueden recorrer fácilmente desde tierra o desde el agua.
Todas sus cuevas tienen nombre: la Cueva del Amor, la Catedral, el Fantasma… Son distintas, pero absolutamente maravillosas, con unas paredes que parecen cambiar de color según la luz.
Comer
Aparte del restaurante O Camilo (situado) cerca del faro, en Lagos puedes comer en Café Retiro da Trindade, Casinha do Petisco, Casa Do Prego, restaurante Dos Artistas o Don Sebastiao.
Y si te desplazas hasta Alvor, entonces las recomendaciones son Casa do Rio y, desde luego, Ocandeeiro, en Alvor playa.
Benagil
La cueva de Benagil es considerada por Guía Michelin como la decimoquinta cueva más hermosa del mundo, e incluso se usó como protector de pantalla para Windows 10.
Se trata de la joya de la corona de esta zona impregnada de cuevas y a las que se accede , sobre todo, desde el mar.
La cueva de Benagil es una enorme cueva o gruta a modo de cúpula gigante que atesora uno de los grandes secretos del Algarve: la playa escondida.
Es difícil describir con palabras la abrumadora belleza de una cueva, cuya principal peculiaridad es la magia de la luz que penetra desde la oquedad localizada en el techo.
Comer
En cuanto a donde comer, veras que algunos de los lugares recomendados se repiten y eso se debe a que distan pocos kilómetros de las visitas que proponemos.
Por ejemplo en Benagil y el Algar Seco las opciones son comunes porque forman parte del mismo paisaje.
Aún así, en el mismo corazón del Algar Seco se encuentra el restaurante Boneca Bar.
Desde este local, con una comida y un servicio dignos, puedes disfrutar de una cerveza o una copa de vino mientras contemplas la puesta de sol.
Aparte del Boneca Bar, también tienes el Algar Seco Bistro, que también cuenta con una increíble vista del océano Atlántico, un buen menú y lujosas instalaciones.
En Carvoeiro sirven comida local, «mas de batalla» en A Galé y Casa Algarvia.
Pero si quieres saber lo que es bueno, en Portimao, nuestra recomendación es que visites el restaurante Numa y pruebes su pulpo.
Y en Sesmarías, cerca de Carvoeiro, el lugar más imponente es el restaurante Bon Bon: un estrella Michelin de ensueño.
Algar Seco
El Algar Seco, es una de las maravillas que esconde el pueblo portugués de Carvoeiro.
Es un monumento natural compuesto por una serie de formaciones rocosas y cuevas calizas esculpidas por el viento durante cientos de años.
Desde Carvoeiro toma el llamado Boardwalk: unas pasarelas de madera que te permitirán disfrutar de casi todo el recorrido.
A medida que vayas avanzando irás descubriendo distintos acantilados y cuevas, algunas de ellas con nombre propio, como “ A Boneca” (“la muñeca”).
Albufeira
Albufeira es, sin duda, la capital de la diversión si viajas al Algarve portugués.
Aunque Faro es la capital oficial, Albufeira lo es por el ambiente y sus posibilidades gastronómicas.
Además de eso, desde allí podrás hacer distintas excursiones por mar o en coche como, la mencionada a las cuevas de Benagil.
La avenida de Sa Carneiro, curiosa de día y de noche, parece que estuvieras en las Vegas, ya que hay baretos y casas de juego por todos lados.
La zona también es conocida como como «the strip», como hemos señalado, en honor a Las Vegas.
Cataplana
Si hay un plato típico en el Algarve (y en Albufeira) ese es la Cataplana que no hace referencia a la elaboración en sí, sino al adminículo que sirve para cocinarla.
Se trata de un artilugio a medio camino entre una cazuela y una olla.
Tiene dos mitades que se unen por unas bisagras, de manera que se forman superficie y tapa.
Las de cobre son las mejores y, si quieres traerte una, prepara la cartera porque no son baratas.
En cuanto al guiso, el más clásico es el de pescado y mariscos que en este recipiente se hacen al vapor, pero hay una buena variedad de cataplanas.
Comer
Para disfrutar de ella en Albufeira te recomendamos que la pruebes en el restaurante O Catraio.
Otra de las recomendaciones es Paixa, donde Pedro, el jefe de sala te tratará a lo grande.
El lugar es fantástico, aunque se halla a 19 km. de Albufeira; en concreto en el valle del Lobo, en una urbanización de lujo en Almancil.
También tienen fama Copas y Petiscos, en Albufeira y A tasca do Joao, Casa do Rio y Ocandeiro, en Alvor.
Faro
Faro es la capital del Algarve y, aunque tiene fama de tradicional y sobria, eso no significa que no tenga una visita para disfrutar de su casco antiguo y su marina.
Además, Faro es famosa por la capilla de los Osos (huesos) en los que hay restos de más de 1200 monjes.
En este reportaje también te acercamos a Santa Luzía (cerca de Tavira) y su famoso pulpo en la casa do Polvo, y te animamos a visitar el cementerio de anclas.
Comer
En cuanto a Faro, las recomendaciones culinarias son los restaurantes CHECKin by Leonel Pereira y Alameda.
Olhao
Olhao es el pueblo pesquero más grande del Algarve, en el sur de Portugal.
Su casco viejo, repleto de casas con fachadas de colores, contiene la ruta de las cinco leyendas que el visitante debe recorrer y disfrutar.
Ni que decir tiene, que el pescado que se toma aquí es de primera.
Tavira
Tavira es, sin duda, una de las ciudades más visitadas del Algarve.
Esta pequeña urbe, en otro tiempo morada de fenicios, romanos y árabes, aún conserva su castillo y el puente romano más famoso del sur de Portugal.
El puente del siglo III que ha sido reconstruido en varias ocasiones, y no ha cambiado de aspecto desde el siglo XVII. En 1898 pasó a ser peatonal… y hasta ahora.
Además, su gastronomía es excepcional con templos gastronómicos como el restaurante A Ver Tavira que ostenta una estrella Michelin, aunque por su categoría merece tener dos.
Ria Formosa
En Tavira dejas el coche aparcado y puedes ir andando a casi todos los lugares.
A excepción de Pego do Inferno y a Ilha de Tavira tendrás que ir en coche y en barco, respectivamente.
Y es que Tavira es la puerta de entrada al Parque Natural de la Ría Formosa y sus impresionantes playas de arena fina.
Esta zona, como ocurre con Portimao y algún otro lugar, las dejamos para otra ocasión, pero aunque no estén desarrollados en esta guía merecen más que una visita.
Comer
Para experimentar una velada excepcional no cabe duda de que la mejor dirección en Tavira es el restaurante A Tavira, del chef Luis Brito.
Estrella Michelin en el Algarve busca en su emocionante cocina las huellas de la gastronomía portuguesa del sur; ese sur con identidad propia y productos como el pulpo, la ostra o las algarrobas.
Todo lo que digamos es poco, porque hasta el entorno acompaña dado que A Ver Tavira se encuentra justo enfrente de la catedral de Santa María, la más bonita de la ciudad, y el Castillo.
Pero si tu presupuesto no te lo permite o quieres probar buena carne, te recomendamos O Castelo y en el cercano Santa Luzía, la mencionada casa del Pulpo.
Cacela Velha
Si existe el éxtasis paisajístico en el Algarve ese sería, sin dudarlo, (por lo menos para nosotros) Cacela Velha.
Esta pequeña aldea situada más allá de Tavira y cerca ya de la frontera con España es lo mas.
Si eres hedonista de la belleza paisajística aquí puedes quedarte horas anonadado.
También puedes bajar hasta sus marismas y descalzo o provisto del calzado adecuado, caminar entre las embarcaciones varadas por la bajamar.
Si a pesar de ello no te hemos convencido de que este lugar es imprescindible, es que las fotos que ponemos no le hacen justicia.