El Algarve está repleto de cuevas y acantilados esculpidos por el viento y el océano como la Ponta da Piedade.
Se trata de un lugar impresionante cerca de la ciudad de Lagos.
Acantilados y playas que se extienden hasta el faro del mismo nombre en una sucesión de bellezas a cuál más destacada.
Sin embargo, cuando oímos la palabra Algarve todos pensamos en playa, pero aunque real, esta zona del sur de Portugal tiene mucho mas que ofrecer.

Cuando viajar
Aquí disfrutarás de belleza y tranquilidad siempre que no vayas en pleno verano porque entonces, esta especie de cielo, puede convertirse en un infierno abarrotado de gente.
Así que si puedes elegir vete ahora o espera a que pasen julio y agosto para hacerle una visita y un recorrido como Dios manda.

Viento y marea
El cabo de Ponta de Piedade es un conjunto de formaciones rocosas que destacan con sus colores rojizos y ocres sobre el intenso azul de las aguas del Atlántico.
La erosión de su roca caliza, como ocurre con la cueva de Benagil, ha ido dando forma a diferentes arcos naturales, cuevas y pequeños lagos que se pueden recorrer fácilmente desde tierra o desde el agua.
Todas sus cuevas tienen nombre: la Cueva del Amor, la Catedral, el Fantasma… Son distintas, pero absolutamente maravillosas, con unas paredes que parecen cambiar de color según la luz.


Don Camilo
Sin embargo, no podrás presumir de haber estado en la Ponta da Piedade si no has visitado la playa de Don Camilo.
No solo es que sea la mas bonita, sino que desde ella y sus aledaños se divisan las mejores vistas de este conjunto karstico oceánico.
De hecho, la Praia do Camilo, con sus aguas turquesas, es uno de los símbolos de esta región.
Tiene un pequeño arenal, al cual puedes acceder descendiendo por su pasarela de madera.
Suele estar concurrida, sobre todo en verano o durante los fines de semana.

El Faro
Todo acantilado que se precie debe tener su faro, y Ponta de Piedade no podía ser menos.
Se trata de una pequeña construcción que funciona desde 1913.
Fue instalado en el lugar que ocupaba la antigua Ermita de Nuestra Señora de la Piedad, construida en el siglo XVI.
Este faro tiene una torre cuadrada de mampostería (aproximadamente de cinco metros de altura) y dos edificios de planta baja, que originalmente sirvieron como residencia de los fareros.
Eso sí, solo podras verlos por fuera porque está cerrado al público.
Pero junto a el hay un pequeño restaurante, O Camilo, donde puedes tomar algo o incluso comer.
No obstante, si sigues por una pequeña carretera que hay en un lateral llegarás a un mirador desde el que podrás observar los acantilados y la playa de Doña Ana.

Como llegar
A la Ponta da Piedade se puede llegar en coche, como ya hemos comentado, en taxi o incluso en barco o canoa.
También dispones de lanchas rápidas que te llevarán en un santiamén, desde Lagos, pero también puedes alquilar un bote, con paisano incluido, o un kayak que es el plan favorito de los más jóvenes.
Si eliges esta modalidad, conocerás cuevas y playas que resultan inaccesibles por tierra.
En verano también funciona un minitren turístico que conecta la Ponta da Piedade con Lagos. Sale cada 55 minutos, y cuesta menos de 4€ por persona.


Comer
Aparte del mencionado restaurante O Camilo (situado) cerca del faro, en Lagos puedes comer en Café Retiro da Trindade, Casinha do Petisco, Casa Do Prego, restaurante Dos Artistas o Don Sebastiao.
Y si te desplazas hasta Alvor, entonces las recomendaciones son Casa do Rio y, desde luego, Ocandeeiro, en Alvor playa.

