Los pueblos más bonitos de España en 24 «tips»

A casi todos nos gustan los listados y las clasificaciones, y por eso se nos ha ocurrido nombrar, así, de motu propio, nombrar a los 24 pueblos más bonitos de España.

Algunos de ellos forman parte de una red o asociación que quiere velar por el cuidado de los mismos y la preservación de este patrimonio de incalculable valor.

Bien entendido que hay más, eso es seguro, pero los de esta lista son indiscutibles. Aquí tienes los doce primeros.

Los doce primeros

Pero, aparte de cuestiones administrativas, políticas u oficiales, a nosotros lo que más nos interesan son las sensaciones.

Y estos pueblos despiertan no sólo los cinco sentidos conocidos, sino alguno más que está por descubrir.

Aquí va la primera docena de pueblos preciosos, por orden alfabético.
  

1.- Albarracín. Teruel

Este pueblo está enclavado en una colina de los Montes Universales y asentado en el istmo y la península que forma el río Guadalaviar.

Aunque cuenta con abundantes monumentos, su encanto proviene, sobre todo, del trazado de sus calles adaptadas a la difícil topografía del terreno, con escalinatas y pasadizos.

Recomendamos para comer, casa de Santiago, Tiempo de ensueño y, sobre todo, hospedería El Batán, a 10 km., en Tramascastilla, restaurante con una estrella Michelin y donde se puede comer por 45 euros.

2.- Alberca (La). Salamanca

A pesar de su mala posición geográfica, ‘a trasmano de todo’, llegar  hasta la Alberca, en plena comarca de las Batuecas, es uno de los viajes más bonitos que se pueden hacer al sur castellano.

Recomendamos no perderse las patatas revolconas, las chacinas y las perrunillas (mantecados).

En Mogarraz, está bien el restaurante Mirasierra, y en San Miguel de Valero es superrecomendable Sierra Quil’ama.

Para subir a la Peña de Francia hay que prepararse porque hay curvas, también se puede subir a pie, pero hay que ser senderista experto y entrenado.

3.- Almagro. Ciudad Real

Sin Pedro Calderón de la Barca sería difícil concebir la vida de Almagro, a pesar de que para muchos las estrellas locales sean las berenjenas. Su Corral de Comedias, su inconfundible y verde Plaza Mayor…

Almagro tiene rincones maravillosos . Recomendamos visitar su Corral de Comedias, y su museo del teatro.

Para comer los restaurantes más importantes son el Corregidor ; la Posada y el Abrasador, éste último un poco más de batalla… y, por supuesto el tapeo en las terrazas de la Plaza Mayor.

Luego, en Ciudad Real, el Miami Gastro; en Campo de Criptana el precioso, Las Musas (15-40 €) y en Valdepeñas el estrella Michelin Retama, en el hotel la Caminera, que dirige el chef Javier Aranda. (50-85 €)

4.-Alcalá del Júcar. Albacete

En 1982 Alcalá del Júcar fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y además atesora curiosos premios como el propiciado por su iluminación artística, por detrás tan solo, de la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul.

Situado en el norte de la provincia de Albacete, Alcalá del Júcar es una de las obras maestras en las que la naturaleza y el ser humano se han comprometieron para crear belleza.

No en vano, parte de su encanto tiene que ver con las cuevas que los lugareños han horadado dentro de las paredes de roca caliza en las que está construido el pueblo.

Este hecho unido al castillo y su cercanía al río Júcar hace que su topónimo Alcalá (que viene del árabe al-qala’ a, osea, el castillo) del Júcar digan exactamente lo que es la base del pueblo.

5.- Alquézar. Huesca

Alquézar, en Huesca, siempre figura en los listados de los pueblos más bonitos de España.

De hecho, y por si alguien lo desconoce, un cartel a la entrada del pueblo, como ocurre con Ainsa, te recuerda que esta villa oscense es una de las elegidas entre las más bellas de nuestro país.

Su trazado en cuesta, con el convento-castillo (castillo Colegiata de Santa María la Mayor), hacen que este lugar, aunque único, parezca un combinado entre Albarracín y el cañón del río Lobos (Soria).

Además, el pueblo está situado junto al último tramo del cañón del río Vero en un entorno paisajístico impresionante.

6.- Aranjuez. Madrid

Aranjuez es un Real Sitio palaciego y lleno de jardines (el del príncipe, el de la isla…), a solo 40 km. de Madrid.

Salvo en verano, donde el calor aprieta de lo lindo, es el lugar perfecto para pasear cerca del río y en los jardines del Palacio real.

Famoso, gastronómicamente hablando, por sus huertas regadas por el Tajo y el Jarama, tienen en los espárragos y, sobre todo, las fresas y fresones la base de su ADN culinario

Declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2001. Recomendamos comer en Casa José (Fernando del Cerro) y, probar, la exaltación de las verduras que contiene su carta.

7.- Baeza. Jaén

Medieval, hermoso, fascinante…todo lo que se diga de Baeza es quedarse corto.

Cuenta con un casco viejo renacentista de ‘escándalo’, con el palacio de Jabalquinto como principal joya y con Antonio Machado como uno de sus ilustres vecinos.

La gastronomía tampoco está nada mal y tiene al restaurante Juanito, el templo al que peregrinan las almas culinarias de los entendidos.

Como veis, joyas por todos lados y un mundo de sensaciones que no podeis perderos.

Recomendamos que pruebes los andrajos, la pipirrana y las berejenas…o mejor, lo que diga Juanito y para comer (y pernoctar), como no, casa Juanito, el acierto es seguro.

Palacio de Jabalquinto

8.- Buitrago del Lozoya. Madrid

A los pies del puerto de Somosierra, este pueblo de la Comunidad de Madrid pasa por ser uno de los más fríos.

Es el único pueblo de toda la comunidad que conserva íntegro su antiguo recinto amurallado al que se puede ascender y recorrer por un módico precio.

El río Lozoya que le da nombre pasa a su lado, convirtiéndose así en un foso natural de defensa. Sus murallas son Monumento Nacional desde 1931.

Recomendamos el restaurante el Picachuelo, en el vecino pueblo de El Berrueco que tiene buenas viandas y buenas vistas.

9.- Cadaqués.Girona

La costa más al este de España es el Cap de Creus y el pueblo más emblemático Cadaqués.

Esta luz cautivó a Dalí, más allá de que estableciera su residencia en PortLligat.

Cadaqués es violeta, azul, cautivadora: calles en cuesta y un puerto espectacular, por eso la joya del Empordá merece ser visitada y admirada.

Recomendamos visitar el Cap de Creus, el monasterio de Sant Pere de Rodas, Pals, y la Garrotxa, con sus volcanes y ermitas dentro de ellos.

Para comer, Les Cols, Olot, o a 17 km. en Llanca, Miramar, con Paco Pérez o Els Brancs, en Roses.

Como alternativa te proponemos el también estrella michelin Ca l’Arpa donde podrías comer por unos 50 €, pero, sobre todo Quatre Estacions Can Boix, donde puedes comer bien sin arruinarte (20-40 €).

En el propio Cadaqués os recomendamos Can Tito’, calidad a precio razonables. 

10.- Comillas. Cantabria

Solo con el Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano ya tendría merecida visita, pero es que el pueblo ofrece numerosos alicientes y todos se pueden visitar andando.

Un poco antes de llegar al lugar ( o a la salida de este, según se mire), existe otra razón para ir, en este caso natural: el bosque de sequoyas del Monte Cabezón. 

Para comer ver Barcena Mayor. Además, en Santander, la Casona del Judío.

11.- Cudillero. Asturias

Cudillero está asentado en un abrigo natural de la costa y protegido de la furia de las olas por un enorme malecón que abraza al puertecito original.

La población se ‘apretuja’ en torno a él y asciende por las empinadas laderas circundantes.

A lo largo de la sinuosa calle principal se pueden encontrar restaurantes con excelente pescado –a destacar el pixín o rape-, las tiendas y alguna pastelería de la que es difícil pasar de largo.

Recomendamos acercarse hasta la Playa de las Catedrales (ya en Lugo).

El restaurante A Cofradía ofrece un inolvidable arroz con marisco.Sin embargo, el mejor es Casa Gerardo, en Prendes, inevitable probar su famosa fabada y su arroz con leche.

12.- Ezcaray. La Rioja

Este pueblo fue fundado en el siglo X en el por los reyes navarros con la intención de repoblar las zonas fronterizas.

Su nombre proviene del término “Haitz-Garai”, que significa peña alta en vasco.

Hace referencia a “la picota de San Torcuato”, una peña de unos 200 m de altura que se alza en la entrada del valle.

La plaza, sus calles empedradas, la antigua estación y el río, son para verlos y disfrutarlos.

El pueblo tiene muy cerca la estación es esquí de Valdezcaray, así que si tienes ganas de esquiar ahí tendrás la ocasión que buscas.

Recomendamos visitar la casa de Francis Paniego, Echaurren, para darse un festín por todo lo alto.

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