Hay muchas expresiones turísticas contenidas en el «diccionario» de Madrid. No en vano, es la ciudad más visitada de España.
Y no sólo por sus monumentos, sino también por sus lugares de ocio y, por supuesto, la excelsa y variada restauración asequible a casi todos los bolsillos.
Pero su belleza no sólo radica en el interior, sino que por fuera, en la Comunidad, también dispone de alicientes más que sobrados para visitarla muchas veces.
Sin embargo, lo que suele suceder, y es entendible, es que quien visita la capital de España no suele disponer de tiempo para abarcarlo todo.
Por eso nuestra recomendación es que la próxima vez que la visitéis salgáis de su perímetro municipal.
Y aquí os dejamos una guía de lo que no os debéis perder.
1.- San Lorenzo de El Escorial
San Lorenzo del Escorial (y su monasterio) ,o simplemente El Escorial, como se le conoce popularmente, es uno de los destinos indispensables de la provincia.
Situado a unos 50 km. al noroeste de Madrid, fue promovido por Felipe II para agradecer a Dios su victoria en la batalla de San Quintín (1557).
De hecho, Felipe II, responsable del traslado de la capital de España desde Toledo a Madrid en 1561, nació en Valladolid en 1527, aunque murió en el Escorial en 1598 a los 71 años.
La primera piedra del monasterio se puso el 23 de abril de 1563, bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo.
Pero no creáis que encontrar la ubicación fue fácil porque antes que este pueblo madrileño, se barajaron otros escenarios como Guisando, Aranjuez, Manzanares, la Alberquilla y la Fresneda.
Sea como fuere, el caso es que a J.Bautista de Toledo le sucedió, tras su muerte, en 1567, el italiano Giovanni Battista Castello El Bergamasco y, posteriormente, su discípulo Juan de Herrera.
Y fue, precisamente, a éste último a quien se atribuye el diseño de esta gran obra, ya que fue quien dirigió los trabajos que culminaron veintiún años después, el 13 de septiembre de 1584.
2.- Aranjuez
Desde el norte avanzamos otros 50 km del centro de Madrid, pero esta vez al sur para visitar Aranjuez.
Este pueblo, además de por sus estancias palaciegas también es famoso por su huerta, en especial las fresas.
Y algo debe tener cuando artistas como Joaquín Rodrigo (su creador), Narciso Yepes o Paco de Lucía, han compuesto y/o interpretado el archi famoso concierto de Aranjuez y su Adagio.
De manera que se trata de una visita obligada cuando se viaja desde otra Comunidad Autónoma a la capital de España o, si vives en la provincia de Madrid, pero aún no lo conoces.
Lo primero que nos pone en la pista de lo que veremos está en su nombre: Aranjuez Real Sitio y Villa.
Es decir, que al igual que ocurre en La Granja de San Ildefonso, en Segovia, aquí estamos ante una villa palaciega con jardines de postín.
Aunque se han encontrado vestigios del neolítico, la historia de Aranjuez comienza en 1178 con la conquista de Alfonso VIII.
Este rey fija en la zona una frontera con los árabes bajo la vigilancia de la real Orden de Santiago, y la convierte en residencia de los Grandes Maestres de la misma.
Dichos monjes-guerreros pasan largas temporadas de descanso en el palacio que construyen en el mismo lugar donde posteriormente se levantaría el Palacio Real.
Por este motivo, la cruz de Santiago forma parte del escudo de Aranjuez .
3.- Buitrago de Lozoya
Un nuevo salto, esta vez hacia el norte nos lleva hasta Buitrago de Lozoya.
Este pueblo se encuentra cerca del puerto de Somosierra, y por eso pasa por ser uno de los más fríos de la Comunidad.
Además, es el único de toda la provincia que conserva íntegro su antiguo recinto amurallado, al que se puede subir y recorrer por un módico precio.
El río Lozoya, que le da apellido, pasa a su lado, convirtiéndose así en un foso natural de defensa.
Sus famosas murallas son Monumento Nacional desde1931 y, a las afueras del pueblo, sale una ruta chulísima que concluye en la estación de seguimiento espacial de Buitrago.
Ya en el pueblo, el recorrido bien podría comenzar en el paseo en la plaza de la Constitución, conocida popularmente como plaza de la Bellota.
Desde allí, caminando hacia el noroeste, llegaremos hasta el puente viejo o del Arrabal (siglo XIV-XV), con unas buenas vistas.
4.- Patones de Arriba
Más adelante, el puerto de Somosierra guarda más rutas y encantos para los más senderistas, y más al sureste, en pleno valle del Jarama, está el precioso pueblo de Patones de arriba.
Un lugar pequeño y encantador salpicado, a distintos niveles, de calles adoquinadas y casas de piedra con tejas de pizarra.
El problema siempre va a ser encontrar aparcamiento porque no suele haber ni un hueco. Obviando esto, si no lo conoces, te fascinará.
Es como un museo etnográfico al aire libre donde, por supuesto, hay unos cuantos restaurantes.
Patones es un auténtico ejemplo de la arquitectura serrana de la comunidad que es necesario descubrir, así como la presa del Ponton de la Oliva, ahora en desuso por sus filtraciones.
Dicha presa tiene una historia curiosa, ya que data del siglo XIX, es la primera presa que se construyó en Madrid y se dice, a modo de chiste, que es la primera presa, «construida por presos que tiene fugas».
Tampoco debes perderte las Cárcavas del Pontón de la Oliva que parecen sacadas del Gran Cañón del Colorado o ser una extensión de las Médulas, en León.
Situadas al noreste de Madrid, el caso es que pertenecen a la provincia de Guadalajara, aunque la presa del Pontón -a escasos metros- pertenezca a la capital de España.
5.- Manzanares el Real
Manzanares el Real (no Manzanares «a secas», que pertenece a Ciudad Real) es otro de los pueblos que merece la pena visitar.
Y no sólo por ver su precioso, bien conservado y monumental castillo, sino por el entorno en el que está emplazado.
Y ese entorno es, ni más ni menos, que el embalse de Santillana y el parque natural de la Pedriza, ¡Casi nada!
Sin embargo, está claro que el mayor atractivo del pueblo es el castillo.
Edificado en el siglo XV sobre una iglesia románico-mudéjar, que quedó integrada dentro de la estructura, fue concebido como la residencia palaciega de la Casa de Mendoza, uno de los linajes más influyentes de Castilla durante la Baja Edad Media y el Renacimiento.
Sustituyó a un recinto anterior, que estaba situado en un enclave cercano, propiedad igualmente de la citada familia.
Tras un periodo de ostracismo, Manzanares el Real («cuatro casas sin corral», que se decía) recuperó su pujanza en el siglo XIX con la instalación de varias industrias, el Batán del Hospicio de Madrid y la Fábrica de Papel.
Sin embargo, pocos saben que Manzanares el Real es la cuna de la autonomía madrileña.
Y es que en su castillo, en 1982, se celebró del acto de constitución de la Asamblea de Parlamentarios de Madrid y se otorgó el nombramiento de la ponencia redactora del Estatuto de Autonomía.
Además, y de vuelta al momento actual, destacar que dentro de poco, del 5 al 7 de abril se celebra Fimmer 2024.
El objetivo de este certamen es incentivar la creación de espacios de encuentro del mundo del mediometraje y fomentar el interés por la creación cinematográfica.
6.- Nuevo Baztán
Podría decirse que «Nuevo Baztán» es el «invitado de piedra» de este reportaje, pero nada más lejos de la realidad.
No es un lugar muy conocido y, sin embargo, tiene mucho interés turístico y no está masificado.
Nuevo Baztán es como hablar de la pasión de Juan de Goyeneche porque este político, periodista, funcionario y emprendedor navarro creó este pueblo de la nada en el siglo XVIII.
De hecho, Nuevo Baztán, que dista apenas 45 km. de Madrid, está considerado como uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad Autónoma.
Su plaza de los festejos es famosa porque parece un escenario en sí misma.
Y es que en ella se han rodado multitud de películas como los tres mosqueteros e incluso spaguetti western como el regreso de los 7 magníficos.
Nuevo Baztán también aparece, sin que nadie sepa muy bien por qué, en el video de Madonna la isla bonita (33 segundos/ 2:24 seg).
Así pues, estamos ante un pueblo famoso que se creó como una ciudad artesana-industrial, en un páramo de lo que se llama la Alcarria madrileña y que guarda una historia y secretos apasionantes.
7. Chinchón
Catalogada como una de las más bellas del mundo, la plaza mayor de Chinchón es el lugar donde antaño se celebraban las ferias de ganado.
En 1499, el concejo compró unas casas para acometer sus reuniones, estableciéndose el Ayuntamiento en el mismo lugar en el que se encuentra en la actualidad.
En 1683 se cerró, aunque dejando huecos suficientes que dejaran paso a procesiones y carros.
En su conjunto, la plaza cuenta con soportales y ha sido utilizada como corral de comedias y también como plaza de toros.
Otros lugares de interés de Chinchón son el parador, la torre del reloj, el teatro Lope de Vega, el Castillo de los Condes (antigua fábrica de anís) y el castillo de Casasola.
8.- Alcalá de Henares
Pocos saben que la ciudad (pueblo) de Alcalá de Henares, apenas a 30 km. de Madrid, es una de las 15 ciudades españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad.
De hecho, en este municipio se encuentra una de las universidades más famosas y prestigiosas y, por si eso no fuera suficiente, es el lugar en el que nació el escritor español más famoso de la historia: Cervantes.
Pero Alcalá de Henares es mucho más que el lugar donde nació Miguel de Cervantes Saavedra, insigne autor de El Quijote, y guarda numerosas joyas arquitectónicas de gran calado.
9- Otros
Además de los pueblos citados, existen otros que con menor fuste, guardan secretos maravillosos y recomendables.
Es el caso de Rascafría y el monasterio de El Paular, Montejo de la Sierra -donde se encuentra el famoso hayedo-, la Hiruela y Miraflores de la Sierra.
Incluso, si puedes, deberías acercarte hasta San Martín de Valdeiglesias en cuyas inmediaciones está el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias; el más antiguo de Madrid.
