La curiosidad de Mauro Barreiro: un restaurante que tatúa paladares

La Curiosidad de Mauro Barreiro se ha convertido en el templo gastronómico del histórico barrio del Mentidero en Cádiz.

Un lugar y un chef especiales que buscan la felicidad del cliente a través de la sorpresa.

Tanto si tomas las tapas que se sirven en su extensa barra, como si te decides por sentarte de manera más formal en su epatante comedor, te podemos asegurar que no te dejará indiferente.

El restaurante actual tuvo otra ubicación anterior, al otro lado de la bahía de Cádiz, en Puerto Real. Allí pasó Mauro cinco años hasta que decidió desplazarse a la capital, a la sazón, la ciudad más antigua de Europa.

Pasillo que conduce hasta el salón

Surrealismo

En la actualidad, La Curiosidad de Mauro Barreiro cuenta con un sol Repsol, aunque fue distinguido en su día con un Bib Gourmand en la guía Michelin y estamos seguros de que lo recuperará.

Sin embargo, también estamos convencidos de que este no es el objetivo de un chef que aprendió parte de lo que sabe en el restaurante del Guggenheim, que ahora precisamente cumple su 25 aniversario.

Animales por las paredes, atunes, cabra payoya….sacando la lengua tipo @Dabizmuñoz

Y es que Mauro también «se educó» en la Escuela de Postres del Restaurante ‘Espai Sucre’ de Barcelona.

Sin embargo, Dalí es uno de los inspiradores de su cocina surrealista.

La barra del restaurante

Talento y descaro

En todo caso, lo que se palpa en este restaurante es que hay talento, descaro e irreverencia (véase que hemos huido del deleznable vocablo de cocina canalla), pero siempre con el rumbo puesto en la cocina gaditana con un toque asiático y surrealista.

Así que Mauro es un André Breton o un Dalí de los fogones que muestra su rebeldía a lo meramente tradicional, a través de su imaginación.

Mauro Barreiro, chef

Aunque el término «surrealismo» fue acuñado por primera vez por Guillaume Apollinaire en 1917, lo cierto es que su ideólogo fue André Bretón que se enemistó con Dalí cuando este le arrebató a su novia, Gala.

El objetivo del surrealismo era, según Bretón «convertir las contradicciones de los sueños y la realidad en una realidad absoluta: una súper realidad».

​Pero Dalí tenía pasión por la cocina y la gastronomía. (ver reportaje, en este link, Dalí y la gastronomía). Porque, según su propio testimonio, era el único lugar de la casa al que le estaba prohibido entrar cuando era pequeño.

Menos mal que a Mauro, que comenzó fregando platos, nunca le impidieron entrar en ese templo culinario que son los fogones, porque se hubiera perdido un gran chef.

Animales por las paredes

Volviendo al mobiliario, hasta las paredes del restaurante son impactantes con cabezas de animales (algunos con la lengua fuera) y cuadros surrealistas para dar contenido visual a lo que luego verás en el plato.

Un estrecho pasillo te conduce desde la barra hasta un salón con una capacidad para unas 20 personas. Una barra que no debes perder de vista porque las tapas que aquí se pueden degustar tienen una relación calidad precio impresionante.

De repente, «nada por aquí y todo por allá», y como por arte de birlibirloque, comienza a aparecer la magia, los olores y los sabores intensos, mientras un gran mural de Paul Bocuse te vigila desde la retaguardia para observar tus gestos y comentarios a cada pase de plato.  

El mural de Paul Bocuse

Bocuse es conocido por ser uno de los fundadores de la Nouvelle Cuisine y defensor a ultranza de los productos de temporada y frescos.

Por eso Mauro puede sorprenderte con una maravillosa y brutal ventresca de atún con tomate y pimiento de su huerto, alcaparras, y avellanas.

Suave, seda pura, se deshace en la boca como mandan los cánones de un producto de tanta calidad y de trato tan sublime.

ventresca de atún con tomate y pimiento

Nada por aquí y nada por allá, de repente se inventa un saam de atún rojo picante, que aun siendo el plato más flojo de la serie, está más que sobresaliente.

Y ese picantito tan sublime no hace sino revalorizar aún más un producto que denota calidad.

saam de atún rojo picante

Wonton

Claro que lo que pone los pelos de punta es que saque de sus chistera surrealista un wonton de carrillera de cerdo (11€), con una salsa ligeramente picante y agridulce que quita el sentío, que dicen por estos lares.

Este plato es tan impresionante que estamos seguros de que va a quedar en los anales de nuestra memoria por largo tiempo.

Y si algún día el chef decide hacer un menú con una selección de sus mejores platos este tendría que estar sí o sí.

wonton de carrillera de cerdo

Este fue, sin duda, el plato cum laude de nuestra visita, pero no el único que nos sorprendió.

Porque otra de sus elaboraciones, las angulas de monte a la carbonata con crema de huevo curado (17€) también supuso un aldabonazo impresionante.

Un plato potente, lleno de sabor, distinto…con esa crema de fondo y ese desafío para el paladar.

Mauro Barreiro no pretende hacer cocina fusión, sino darle un sentido distinto a lo de siempre; a lo clásico, y a veces con toques de cocinas de otros lugares como México, Perú o Asia.

Angulas de monte a la carbonata con crema de huevo curado

Como en la semi mojama de atún rojo con veloute thai puerro asado y avellanas (12€), el cabracho frito con su kit para hacerte tus tacos (18,50€), el mollete bao de pulpo la gallega con mahonesa de chiles (5€) o el aguachile de atún rojo (19€).

Soufllé de chocolate y avellana helada
La tarta de queso que quiso ser mandarina

Postres

Llegados a los postres es preciso probar la tarta de queso que quiso ser mandarina, aunque a nosotros nos pareció que lo que quería ser es un limón (7€) y el extraordinario soufflé de chocolate y avellana helada, pero en carta también tienes un cremoso de arroz con leche y frutos rojos (7€).

Y qué queréis que os digamos, que ambos son sorprendentes y de muy alto nivel- Tal vez el soufflé de chocolate le gane en sabor, pero en estética la tarta de queso es vencedora sin lugar a dudas.

En la carta de vinos, también se ofrecen cerca de 80 referencias, con vinos de todos los lugares, aunque con una atención especial para los vinos gaditanos.

Para resumir, estamos ante un restaurante para comer o tapear que te tatuará el paladar con las elaboraciones del chef Mauro Barreiro.

Por eso os recomendamos encarecidamente que vayáis a disfrutar de su cocina si viajáis a Cádiz, porque si no lo hacéis, os arrepentiréis. No digáis que no os hemos avisado.

Mauro Barreiro y Juanma Barberá, con Bocuse en la retaguardia

Nuestro menú

  • Wontón de carrilleras de cerdo con salsa agridulce
  • Saam de atún rojo picante con queso payoyo
  • Angula de monte a la carbonata de chicharrones con crema de huevo curado
  • Ventresca de atún con tomate pimiento y alcaparras y avellanas
  • Soufflé de chocolate y avellana helada
  • La tarta de queso que quiso ser mandarina

La curiosidad de Mauro. Calle Veedor 10, Cádiz. Telf. 956 99 22 88



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *