Positano y Amalfi en el "desorden" de la costa Amalfitana

Nº 952

La Costa Amalfitana es una de las zonas con más glamour de Italia y, desde luego, la que más prestigio tiene en el sur de esta península.

Tal vez por eso (o no) algunas/os lectoras/es de la revista nos han pedido información sobre esta zona del suroeste de Italia.

Y entre esas preguntas destacan si vale la pena ir en barco a Positano y Amalfi, y también si Pompeya es imprescindible, teniendo en cuenta el posible calor.

Y las respuestas no pueden ser más claras: «sí y sí».

Primero, porque el viaje en barco desde Salerno (al sur de la costa Amalfitana) es una chulada, sino también porque puedes utilizar este barco como un «bus» subiendo y bajando del mismo en cada pueblo.

Asimismo, habrá algunos lugares, como Amalfi donde aparcar el coche te costará un riñón, así que tu decides.

¿La pega? Bueno, no hay nada perfecto y si vas en barco será difícil que visites Ravello.

Pompeya

En cuanto a Pompeya, hasta con 40 grados a la sombra hay que visitarla.

Echarás allí todo el dia, eso sí, de manera que hay que ir bien pertrechados con crema solar, agua, gafas de sol y gorro o gorrita.

Lo de llevar bocata ya lo dejamos a tu elección, aunque dentro del recinto hay restaurantes con menú del día que no son maravillosos, pero tampoco «se van mucho» de precio.

**Los limones de Sorrento son de gran tamaño**

Qué ver

En la Costa Amalfitana casi todos los pueblos están sobre una loma o encastrados en ella, por lo que, salvo excepciones, te tocará subir y bajar cuestecitas, pero, ya os lo adelantamos, vale la pena.

Hay quien discute si Sorrento, famoso por su lujo, sus limones, su limoncello y Pavarotti (memorable su interpretación de Torna a Surriento), forma parte de la costa amalfitana.

Pero si vienes en coche desde Nápoles poco importa.

Date una vuelta por allí, disfruta de las vistas desde sus acantilados y tómate un helado. Ya con eso habrás cumplido tu primera etapa.

Pero, si por el contrario, vas en barco, entonces subir a Sorrento puede resultar un engorro y será mejor que lo olvides…por esta vez.

Positano

Positano es el primer pueblo que te encuentras si vas desde Sorrento en coche y el último si viajas desde Salerno en barco.

Es La «joya de la corona», como se dice vulgarmente, y el mas famoso de todos cuantos componen la impresionante costa Amalfitana o Costierra amalfitana.

Radiante, brutal, con su playa de cantos rodados y sus casas blancas salpicadas por la montaña y arropando a la iglesia de Santa Maria Assunta y su característica cúpula dorada o mayólica.

Las calles suben serpenteando (llenas de tiendas) desde la playa hasta ‘el centro del pueblo, y ahí se divide en una especie de Y griega.

Tomando el camino de la izquierda estamos en el tramo principal y por el que descenderemos si vamos en coche.

Entre las playas destacan la Grande y la de Fornillo, luego también están las de Porta, Arienzo y San Pietro, a las que sólo se puede acceder por mar.

Amalfi

Tras rebasar Praiano y Furore, con su puente sobre la bocana del mar, aparece Amalfi «la capital» que da nombre a esta costa o república marinera.

Lo más espectacular, sin duda, es la catedral de Sant’Andrea Apostolo que es de un impresionante estilo árabe siciliano.

Aunque fue reconstruida al formato barroco en el año 700, no perderos la vista desde su mítica escalinata porque arrebata el sentido.

**Catedral de Amalfi y su famosa escalinata**

Ravello

Desde Amalfi sale una carretera, ésta hacia la montaña, igual de mala y perversa que las demás.

Te llevará hasta Ravello, famoso, entre otras cosas, por su festival de música y por sus vistas a las playas de los pueblos cercanos de Maiore y Minore.

Está a 350 metros sobre el nivel del mar y, aparte de la elegancia de sus villas, guarda rincones románticos como el Belbedere de Villa Rufolo y Villa Cimbrone.

**La costa amalfitana y su «famosa» carretera**

Apuesta arriesgada

En nuestro afán por ver todo nos hizo ir en barco a Positano y Amalfi, volver a Salerno, y coger el coche para llegar hasta Ravello.

Es decir, que hicimos el trayecto de Salerno a Sorrento (ida y vuelta) en barco y repetimos en coche de Salerno hasta Ravello y vuelta hasta Vietri Sul Mare (el lugar donde pernoctábamos) por la noche.

Así que, por si fuera poco, añadimos un poco de dificultad a esta carretera imposible que, como casi todo el mundo sabe, es un «largo y tortuoso camino».

Pero ni nos arrepentimos entonces ni nos arrepentimos ahora de haber hecho esta «pequeña locura», porque lo vimos todo, todo, todo…de día, al atardecer y de noche.

Cetara

Aparte de Atrani, Minori y Maiori, que nos hemos saltado por cuestiones de espacio, la carretera también discurre por el coqueto Cetara.

Se trata de un bello pueblo de pescadores que tiene otra iglesia con cúpula mayólica, playas de arena fina, y el maravilloso restaurante Al Convento.

Por el camino habremos dejado el Capo d’Orso, punto panorámico de interés, y la abadía de Santa María Olearia excavada en la roca.

Vietri Sul Mare

El final de la Costa Amalfitana es Vietri sul Mare, un pueblo minusvalorado , aunque es realmente bonito, ya que está asentado entre las montañas, absolutamente selváticas, y el mar Mediterráneo.

Si vuestro deseo es llegar hasta Salerno, solo hay que recorrer tres kilómetros mas.

En esta ciudad, famosa por su puerto y sus tomates, lo más destacable son el paseo marítimo de Trieste y el castillo medieval de Arechi.

¡Al loro!

Antes de nada, hemos de advertiros que los montes de Lattar que serpentean paralelos al mar, son atravesados por una carretera tortuosa (100 km).

Y si en Italia, conducir suele ser un problema por la cantidad de barbaridades que se cometen, la costa Amalfitana es famosa porque a eso hay que añadir que por su carretera no caben un coche y un autocar a la vez.

Eso hace que en muchas curvas haya espejos concavos para visualizar quien viene y va.

Los aparcamientos son escasos y caros, por eso hay que buscar zonas un poco más alejadas del centro, aunque conlleve andar un poco.