La península de Istria fue dominada durante cinco siglos por los venecianos, tal vez por eso aún no se ha sacudido la influencia italiana -ni lo hará nunca-.
En todo caso, en este territorio no se puede (ni se debe) hacer otra cosa que disfrutar: Rovigno, Pula, Porec, Hum y sus catorce islas te esperan para que no las olvides nunca.
Istria se encuentra a unos 200 km. al oeste de Zagreb, la capital de Croacia, y geopolíticamente es casi una continuación de Italia.
De hecho, muchos de sus habitantes se sienten más italianos que croatas.
Aquí también se cultiva trufa blanca como en Alba, y muchos de sus monumentos guardan reminiscencias venecianas en sus fachadas y ventanas.
Incluso los nombres de sus ciudades (aquí no les gusta que se les llame pueblos) tienen doble nomenclatura.
Sin ir más lejos, la ciudad más bonita es Rovinj, pero allí muchos le llaman Rovigno, su traducción al italiano, claro está.
De manera que, se quiera o no, Istria parece una región de Italia más que de Croacia.
Qué ver
Puedes empezar la visita por cualquier lado de la península, pero nosotros vamos a comenzar por Rovinj. que, dicho sea de paso es una de las mas bonitas, si no la que mas.
Rovinj
En principio, Rovinj fue una isla hasta que en 1763 el canal que la separaba fue tapado con tierra para generar una península.
Ya hemos señalado la influencia de los venecianos que estuvieron por aquí durante cinco siglos, de manera que no se entendería Rovinj sin Venecia.
Todas las ciudades de Istria (Porec, Pula, Rovinj…) tienen un Stari Grad o barrio antiguo.
En el caso de Rovinj, existe un puerto y un embarcadero a cada lado de la península que está dividida por una amplia zona peatonal -calle Carera-,
Una calle que está llena de restaurantes ‘clásicos’ de platos combinados y pescadito; para guiris, vamos.
Santa Eufemia
Pero a nada que uno se adentra por cualquiera de las calles que suben hasta la espartana basílica de Santa Eufemia, visible desde cualquier punto de la isla y, por supuesto, desde el mar, encuentra restaurantes y rincones de ensueño.
Desde las plazas de Matteoti, del Ponte o Grande, se puede emprender la citada subida que tiene como premio el camino mismo a través de calles medievales empedradas.
Calles idénticas
Perderse por Rovinj es difícil, pero encontrar el lugar (tienda, restaurante, rincon con vistas…) en el que estuviste hace un ratito es complicado porque muchas calles son iguales.
Así que lo mejor es dejarte llevar por la ciudad caminando sin rumbo; donde te guie el cuerpo.
Eso sí, sin perder de vista el muelle de Aldo Rismondo desde donde obtendrás algunas de las mejores vistas.
Obviamente, Rovinj es, sin duda, el mejor lugar para montar ‘el cuartel general de Istria’.
Desde allí se llega más o menos fácilmente (hay que alquilar coche) al resto de ciudades siempre que no te salgas de las autopistas.
Porque si pretendes ir por la costa o por esas carreteras llamadas «pintorescas» más vale que lleves GPS porque si no te perderás sin remisión.
Parrillas
Por estas carreteras «secundarias» hay montones de grill donde se asa carne de cerdo, sobre todo. Y el pescado ni está ni se le espera por mucho que algunos se empeñen en decir lo contrario.
Y eso quiere decir que, o no han estado nunca allí, cosa mas que probable, o los días que estuvieron confundieron la carne de porcino con el rodaballo.
Llama la atención, por tanto, que estando tan cerca del mar no haya menús con pescado y se consuma tan poco pescado, tan caro y de tan escasa calidad.
Pula
Desde Rovinj podéis dirigiros al sur para visitar la ciudad «romana» de Pula.
Mucho más grande que Rovinj, incluso cuenta con un pequeño aeropuerto, destaca -y solo por eso ya vale la pena ir- su maravilloso anfiteatro romano.
Además, también tenéis a vuestra disposición el templo de Augusto, la catedral, los mosaicos, romanos, el arco del triunfo.
Porec
Pero para catedral famosa la de Porec, ciudad situada de punta a punta de Pula; es decir al norte de Rovinj, y también en la costa.
Por eso de ‘porech’ hay que destacar la Basílica Eufrasiana (declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco) visitable, pagando, y con subida al campanario incluida. Vale la pena.
Hum
Uno no puede marcharse de Istria sin visitar los pueblos medievales de su interior, todos situados sobre colinas (como en la Toscana o en Apulia).
Pueblos que, en el caso de Hum, está considerado, y así figura en el libro Guinness, como la ciudad más pequeña del mundo con sus 17 habitantes.
En Hum parece haberse detenido el tiempo en la Edad Media, ya que aún conserva su estructura urbana, su fortaleza y frescos que datan del SXII.
El Paseo de los Glagolíticos es un camino entre Roc y Hum a lo largo del cual se encuentran grandes monumentos de piedra que representan letras glagolíticas.
Este alfabeto se utilizó en esta zona hasta comienzos del siglo XX.
Motovun
Motovun, sin embargo, fue toda una decepción, ya que, aunque figura en las guías por sus construcciones románicas y góticas, no vale mucho.
Justo lo contrario de lo que ocurre cuando llegas a otro de los pueblos de esta ruta medieval llamado Groznjan y que se podría llamar el pueblo de los artistas, ya que está ‘tomado’ por estos y sus talleres artesanos.
Con pinta hippie, el pueblo es chulísimo y guarda cierta encanto decadente con sus casas pintadas de colores.
Labin y Buje
Otros pueblos de la zona son Labin, un pueblo minero, y Buje, un auténtico bluff al que atribuyen ser el centro neurálgico donde se recoge la trufa blanca, ¿será verdad?
De hecho, Motovun tiene más pinta de ser ese centro hipotético de la trufa que Buje; así que lo más razonable es que paséis de largo.
Novigrad
Menos mal que a nosotros que «salimos pitando» de Buje se nos ocurrió acercarnos hasta Novigrad, en la costa.
En este pequeño pueblo pesquero, un tanto artificial, pero bonito y tranquilo, se suceden las calles peatonales para disfrutar de la buena vida; sin prisas, y con el Adriático besando sus murallas y su puerto.
Comer
En cuanto a los restaurantes, en Rovinj te recomendamos La Puntulina, por ubicación y por vistas; Barba Danilo, por su cocina de autor.
A las afueras de Porec, en Veleki, nuestro preferido es Konoba Daniela, por servir la auténtica comida croata de Konoba (taberna-mesón) y porque tiene una relación calidad-precio excelente.
Pero también puedes optar por el restaurante Artha; en Pula Ribarska Koliba y en Novigrad, Marina, en Buje, Konoba Malo Selo
Istria imprescindible 💯
✅Istria📌Rovinj📌Anfiteatro romano de Pula📌Hum 📌Novigrad📌Porec📌Gronzjan 📌Parque nacional de Brijuni (14 islas)