Varsovia: la capital heroica Patrimonio de la Humanidad

Golpe a golpe, verso a verso, que diría Antonio Machado y cantó Joan Manuel Serrat, se compuso la partitura de Varsovia: la capital de Polonia.

Un lugar que fue arrasado por lo nazis (el 90 % de la ciudad fue destruida) y cuyos ciudadanos tampoco fueron respetados por los soviéticos en su codicia (ambos) geopolítica.

Salvo el barrio de Praga, al otro lado del Vístula, la ciudad fue reconstruida después de la Segunda Guerra Mundial y copiada fielmente de los cuadros que había pintado Canaletto en el siglo XVII.

Gracias a este esfuerzo, la Unesco la erigió como Patrimonio de la Humanidad y hoy es una visita indispensable -digan lo que digan- para conocer Polonia.

Capital devastada

Varsovia es la capital de Polonia y podría ser la capital de Europa, si hubiera una clasificación de sufrimiento.

Devastada por los nazis en sus ansias por anexionarse el país durante la Segunda Guerra Mundial, y de paso castigar a los judíos, sufrió uno de los mayores escarnios que se recuerdan en la memoria cercana.

Y es que el siglo XX fue uno de los más negros de la historia de la humanidad (Primera y y Segunda Guerra Mundial, guerra de las Balcanes…) y Varsovia representa lo que es ‘morir con las botas puestas’ que el loco del general Custer habría firmado como hizo en la batalla de Little Bihorn.

Arriba imagen actual, abajo como quedó tras la SGM

Destrucción total

Despues de 1945 nada quedó en pie y murieron cientos de miles de polacos de forma directa en la famosa batalla de Varsovia (1944) o fueron los primeros inquilinos de los campos de concentración y exterminio de los nazis.

Campos que se distribuyeron por todo el país, especialmente en Treblinka (200.000) al norte de Varsovia y Auschwitz (300.000 polacos), a 70 km. de Cracovia que, a la sazón, era el cuartel general de los alemanes.

Señorial y afrancesada, la ciudad está diseñada con tiralíneas, como corresponde a una ciudad construida desde cero.

Varsovia ha resurgido de sus cenizas

Esta construcción nos recuerda mucho a la que se llevó a cabo en Berlin Occidental tras el reparto de Alemania entre los aliados y los países del Telón de Acero.

Países representados por la antigua URRS y el ‘zorro’ de Stalin, en la conferencia de Postdam en verano de 1945.

Y decimos «zorro» porque que se quedó con la mejor parte de la ciudad, al otro lado de la puerta de Brandeburgo.

Columna de Segismundo, plaza Zawmkowy y el palacio real

La masacre de Katyn

En el caso de Varsovia, los rusos tambien camparon a sus anchas y por eso cuentan con su propia leyenda negra.

Nos referimos a la masacre que perpretaron en el bosque de Katyn. Asi se conoce a una serie de asesinatos en masa de oficiales del ejército, policias, intelectuales, empresarios y otros civiles polacos.

El genocidio lo llevó a cabo el llamado Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD), algo así como la policía secreta soviética.

Ocurrió entre abril y mayo de 1940, tras la invasión de Polonia por los soviéticos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

En esos bosques, actualmente territorio ruso, murieron asesinados cerca de 22.000 polacos.Así que no es extraño que los habitantes de Varsovia aún se hallen noqueados por la historia reciente.

Héroes nacionales

Polonia y Varsovia cuentan con muchos héroes nacionales que, en muchos casos, como el de Nicolás Copérnico, son personajes mundiales.

Copérnico fue el autor de la teoría heliocéntrica, por la cuál la Tierra y resto de planetas giraban alrededor del sol y no a la inversa como se creía en la época.

Otra de sus ilustres ciudadanas fue la científica Marie Curie, primera mujer en recibir un Premio Nobel y también el Papa Wojtyla, además del compositor Frederic Chopin.

De hecho, cuando caminando por Varsovia encuentres el museo de la ciencia y la estatua de este avispado cientifico (Copérnico) que publicó su teoría poco antes de morirse (por si acaso), será la señal de que estás en el buen camino hacia Stare Miasto.

Qué ver

Nowy Swiat

Solo tienes que recorrer la calle principal –Nowy Swiat-  para llegar hasta el precioso y reconstruido casco histórico de Varsovia.

Es el principio de un árbol vascular que te ‘paseará’ por la estatua de Copérnico, la iglesia donde está guardado el corazón de Chopin, la Universidad, la Ópera… y te llevará hasta la mismísima plaza del rey Segismundo, auténtico centro neurálgico de la ciudad.

Ciudad vieja

La ciudad vieja o Stare Miasto (rodeada por murallas) fue fundada en el siglo XIII como plaza fuerte del  príncipe.

Durante la Segunda Guerra Mundial se destruyó en un 90% , pero gracias a la magnífica reconstrucción que fue llevada a cabo, en 1980 fue considerada como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La fantástica emulación -imperceptible si no fuera por el conocimiento previo de la misma- muestra los restos de una muralla de ladrillo y su Barbican, además de la famosa catedral del órgano (porque tiene esa misma forma), nos muestra Varsovia como si nada hubiera ocurrido.

En Polonia, en general, y en Varsovia en particular, son supercatólicos, practicantes y devotos del fallecido Papa Juan Pablo II.

Cualquier lugar-inluso en plena calle- es bueno para montar un altarcito, porner unas velas y rezar, por supuesto a Karol Josefz Wojtyla.

Columna de Segismundo

Volviendo a la arquitectura y al urbanismo, lo bueno de verdad comienza cuando llegas hasta la amplia plaza en la que se encuentra la columna del Rey Segismundo III Vasa, el monumento secular más antiguo y alto de Varsovia.

Construido en 1644 por encargo del rey Ladislao IV en honor a su padre, el rey Segismundo III Vasa, que fue quien trasladó la capital a  Varsovia.

El monumento tiene 22 metros de altura y la estatua del monarca mide 275 cm.

Segismundo III sostiene una espada en su mano derecha, que simboliza la valentía, y en la izquierda una cruz, símbolo de la constante voluntad para luchar contra el mal.

Según la leyenda, el hecho de que el rey coloque el sable hacia abajo anuncia a la ciudad un desastre inminente

Palacio real

Justo al lado se encuentra el Palacio-Castillo Real (Zamek Królewski) que fue la morada de los duques de Mazovia.

Cuando se trasladó la capital desde Cracovia a Varsovia, se convirtió en la sede del rey y las autoridades.

Destruído como todo, fue restaurado sobre los pocos fragmentos originales que quedaron en pie y que se pueden visitar por fuera (gratis) y por dentro (pagando).

Mirador

A su lado, un mirador te permitirá contemplar, al otro lado del río Vístula, el estadio nacional de fútbol y el barrio de Praga.

Siguiendo por la ciudad vieja y girando por la primera calle a la izquierda nos encontraremos con la catedral del órgano (San Juan) porque su construcción tienen esa forma.

Plaza del Mercado

Un poco más adelante, está uno de los lugares más bonitos de Varsovia como es su Plaza del Mercado que preside, en el centro, la estatua de la Sirena de Varsovia, que aparece también como símbolo de la ciudad en su escudo.

Siguiendo por la calle de la izquierda llegaremos hasta el Barbican y la muralla de ladrillo.

Una vez atravesada -si seguimos recto hasta el final de la calle y luego bajamos a la derecha encontraremos un mirador estupendo para ver la fuente iluminada del parque.

Por el contrario, si al atravesar el Barbican, giramos a la izquierda llegaremos hasta otro de los lugares más sobecogedores de la capital.

Se trata del Pomnik Powstania Warszawskiego o parque en homenaje a los caídos en el levantamiento de 1944 contra los nazis.

Chopin

Volviendo sobre nuestros pasos para encarar de nuevo la calle de Nowy Swiat, y pasar de nuevo por la plaza de la estatua de Segismundo, a la derecha encontramos la ópera.

Y más adelante el teatro Chopin donde se halla, y esta es un de las curiosidades de la capital, el corazón del compositor -por expreso deseo de éste-, ya que el cuerpo permanece en Francia; el país en el que murió.

Al otro lado del río Vístula y más alejado del centro se encuentra el barrio de Praga, el distrito bohemio de Varsovia y el imponente estadio nacional de fútbol el PGE Narodowy, cuyas luces externas por la noche iluminan el río.

Palacio de la Cultura

Hay que atravesar la ciudad hasta la zona nueva para encontrar otro de los edificios emblemáticos del Telón de Acero: el Palacio de la Cultura y de la Ciencia.

Rodeado por lujosos centros comerciales y edificios de oficinas. El edificio fue construido como un regalo del pueblo soviético (Stalin) al polaco, y por esta misma razón estuvo a punto de ser destruido.

La atracción más turística consiste en subir hasta su azotea – es el edificio más alto de Varsovia con 234,5 m.- para ver y fotografiar todos los rincones de Varsovia.

Si te fijas bien se ve hasta la catedral del órgano en  la ciudad vieja. Su reloj es el más alto del mundo y también el segundo de Europa por su tamaño.

Cada una de las esferas del mismo (en total cuatro) tiene un diámetro de 6 metros.

Museo Powstania

Otros lugares de interés son el Muzeum Powstania Warszawskiego (Museo de la Insurrección de Varsovia), fundado en el 60 aniversario del levantamiento, es uno de los lugares más visitados de la capital.

El edificio donde está era antes una antigua central eléctrica  y en su interior se cuentan los dos meses de lucha continua que mantuvieron los polacos durante la insurrección.

En su interior hay una réplica del bombardero Liberator B-24J.

También te puede interesar cruzar el río hasta el barrio de Praga (como curiosidad porque en realidad no tiene nada de especial salvo edificios de la época comunista, que se ha convertido en el barrio bohemio de la ciudad.

La conclusión final es que, aunque muchas veces sea despreciada por las agencias de viaje como destino a visitar en Polonia, Varsovia es ‘chulísima’ y tiene muchas lecciones que enseñar.

Si tienes sensibilidad te gustar mucho la capital polaca. Y es que Varsovia vale mucho la pena.

Mas pistas

Lo que las guías no dicen

Campana de Kanonia

La oficina de turismo está en la Plac. Zamkoswy, 1, pero no te darán mucha información, salvo un plano poco concreto.

Así que lo mejor que puedes hacer es o buscar un tour ‘gratuito’ e ir ‘por tu cuenta’ sabiendo que la calle Novy Swiat o calle del nuevo mundo es la calle comercial y arteria principal de Varsovia.

De ahí y hacia adelante, y solo pasada la estatua de Copérnico, te encontrarás, entre otros, con tres palacios (los de Zamoyski, Staszic y Kossakowski).

Una ruta

Desde allí a la plaza de las tres cruces y la columna de Segismundo, solo hay un paso.

Justo después encontrarás la iglesia de  Santa Cruz de Varsovia donde está guardado el corazón de Chopin quien pidió que, aunque su cuerpo quedó en Francia, paìs en el que falleció, se trasladara (y se hizo en coñac, para conservarlo) a su ciudad natal Varsovia.

Un poco más adelante, siguiendo por la calle Krakowskie Przedmiescie (la continuación de Nowy Swiat) encontrarás su museo y salpicando toda la calle unos bancos de marmol que interpretan melodías del famoso compositor.

Aprieta el botón y disfruta. Las compras son otro de los atractivos.

Si sabes buscar y lo que ves te cuadra, aquí está todo más barato (sobre todo el apartado de la alimentación y la gastronomía) por la diferencia de euro a zloti

Lo que no te puedes perder

El Palacio Real y la catedral de San Juan (la que tiene forma órgano) que está de camino a la plaza del mercado con su sirenita en el centro.

También deberías ir hacia la plaza de Kanonia en cuyo suelo y frente a unas casas dignas de la época comunista hay una sorprendete campana que jamás colgó de ningún campanario, pero de la que dicen que dar tres vueltas da buena suerte.

Es fácil llegar porque está la lado del Palacio Real siguiendo por Plac zamkowy y paralela a Swietojanska, que es donde está la catedral de San Juan.

Ambas calles te llevarán hasta la joya de la corona: la plaza del mercado y la sirena.

Calle Diuga

Saliendo desde esta plaza y dirigiéndote al Barbican y al pasar la puerta de ladrillo, puedes seguir recto para encontrarte con un hermoso parque con fuentes de agua y luces, o girar a la izquierda hacia la calle Diuga

.Casi al final y a la derecha encontrarás las impresionantes figuras del monumento a los caídos en el levantamiento de Varsovia en 1944 (Pomnik Powstania Warszawskiego).

Soldados que fueron arrasados por los nazis en 63 días, ante la pasividad de los aliados, y tras oponer una resistencia feroz.

Finalmente, no te puedes perder las vistas desde el edificio mas alto de Varsovia (de momento porque se está construyendo otra torre más alta)

Se trata del Palacio de la Cultura y la Ciencia. Su principal atracción es la terraza panorámica del piso 30 (subir cuesta 10 zlotys, unos dos euros).

Comer y dormir

 Kolacze Wegierkie

¿De dónde viene ese maravilloso olor? Como si fuera la melodía hecha fragancia, una curiosa tienda en un subterráneo vende unos maravillosos y apetitosos rulos de mil sabores, entre ellos canela.

Si tu olfato no te lleva hasta allí, es fácil de reconocer porque el obrador está en la esquina que la plaza del mercado que lleva hasta el Barbican.

Un agujero en el suelo y un tio que sale del mismo subiendo por una improvisada escalera de madera.

Increible. le pides los rulos y te los sube como si fuera ‘el bombero-panadero’.

La tienda se llama Kolacze Węgierskie (recuerdos húngaros, traducido).

Restaurantes

Además de eso, la oferta gastronómica de Varsovia es fantástica, y cuenta con lugares interesantes y/o típicos en los que se puede comer bien y a buen precio teniendo en cuenta que el zloti está a unos 0.23 euros.

Butchery and wine

La calle Nowy Swiat está plagada de locales bistro como corresponde a una ciudad tan ‘afrancesada’ como esta.

Pero si quieres un restaurante un poco más de autor nuestra recomendación es Brasserie Warszawska,y si prefieres tomar carne o algo más informal, entonces deberías acercarte hasta Butchery and Wine.

Este restaurante está muy cerca del Palacio de la Cultura, así que puedes aprovechar para ‘bajar la comida’ subiendo a su azotea.

Otras opciones son Polska Rozana, Delicja Polska, Amber Room, Senses (una estrella Michelin) y N31 by Robert Sowa, estos dos últimos un poco pasados de precio para lo que se estila por estos lares.

 

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