Trieste cuenta con uno de los atardeceres más bonitos de Italia, si no fuera porque esta ciudad fronteriza es casi mas eslovena que italiana.
De hecho, su puerto es la salida al mar Adriático que los italianos no quisieron ceder a Eslovenia.
El resultado es que en un radio de 5 km a la redonda pasas de Eslovenia a Italia y a la inversa sin percibir que las fronteras hayan marcado un destino tan mestizo como interesante.
Por eso, hasta la gastronomía tiene esa mezcla de salchichas y pasta que ni sus habitantes saben definir.
¿Salchipasta? No estaría mal aunque no sabemos si es muy marketiniano.
Qué ver 💯
✅Trieste 📸Gran Canal 📸Faro de la Victoria 📸Palacio de Miramare 📸Catedral y Castillo de San Giusto 📸Palazzo Gopcevich 📸Plaza de la Unidad 📸Iglesia serbia de San Spiridone 📸 Faro de la Victoria 🍹 Aperol Spritz

| POR SI NO QUIERES LEER TODO EL REPORTAJE… |
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| Trieste es la ciudad mas eslovena de Italia. De hecho, muchas veces se confunden sus identidades, dado que en un radio de 5 km. pasas de un país a otro sin darte cuenta. Además, Trieste es famoso por sus atardeceres, por su café y por el Aperol Spritz. |
Identidad
Y si estos datos no te convencen del mestizaje, solo añadir que la iglesia más destacada de la ciudad es la ortodoxa de Serbia.
Por eso Trieste es heredera del imperio Austro Hungaro y su Catedral y Castillo de San Giusto (ambos sobre una colina del mismo nombre) dos de sus lugares mas emblemáticos.

Atardeceres
En Trieste también son famosos sus atardeceres.
De hecho, antes de la llegada del ocaso, decenas de personas se sientan en el puerto para contemplar la maravillosa puesta de sol.
Así Trieste se viste de tonos anaranjados y ocres como esa dama silenciosa y estilosa que deja el regusto de su presencia y te obliga a girar el cuello para verla pasear.

Gran Canal
Pero el paradigma de estos atardeceres que, sin él estarían incompletos, es el llamado el Canal Grande.
Construido para ampliar la zona navegable de la ciudad y facilitar la carga y descarga de mercancías, se convirtió en uno de los centros neurálgicos del eje comercial de Trieste.
Además de eso, a su lado, flanqueándolo, se construyeron plaza, iglesias, palacios….por eso es un lugar que no debes perderte y el que mas nos gustó.

Palacios e iglesias
Allí se encuentran el Palazzo Gopcevich, hoy sede del Teatro Museo Schmidl y el Palazzo Carciotti, la mencionada iglesia ortodoxa serbia de San Spiridone o la iglesia de Sant’Antonio Taumaturgo.
Todo concentrado en un espacio mínimo donde estas piezas encajan como si fuera un puzzle.
También está lleno de terrazas y heladerías, en cuyas mesas -y aparte de helados- se toma a cualquier hora el cóctel triestino por excelencia: el Aperol Spritz.

Cafés
No es casual que la ciudad esté plagada de cafés inspirados en los locales venecianos, y mas tarde (bajo el imperio austro-húngaro) de los vieneses.
Por si eso no fuera suficiente, aquí existen mas de 60 formas distintas de pedir café, de modo que en las cafeterías hay una especie de guía para que puedas pedirlo sin riesgo a equivocarte (o si, no sabemos).
De hecho, su puerto sigue siendo el mayor puerto cafetero del mundo.
Algunos de los cafés mas famosos son Antico Caffè Torisene, Caffè San Marco o el Caffè degli Specchi


Faro
Otro de los lugares más famosos se encuentra en los acantilados de Trieste, nos referimos al Faro de la Victoria.
Con una altura de 68 metros, es considerado uno de los más altos y, sin duda, uno de los más elegantes del mundo.
Su construcción, en 1927, se hizo sobre una antigua fortaleza austriaca convirtiéndose en un monumento en honor a la victoria italiana en la Primera Guerra Mundial y a los marineros que murieron en el conflicto.
Se puede subir hasta su cúpula, pero para ello tendrás que «negociar» sus mas de 280 escalones.


Plaza de la Unidad
En el centro del Porto Vecchio se abre el corazón de Trieste, la Piazza Unità d’Italia.
Construida como respuesta a su vieja rival, la Plaza de San Marcos de Venecia, es considerada la plaza más grande de Europa frente al mar.
Allí están el impresionante edificio gubernamental de estilo Art Nouveau, los de las aseguradoras Assicurazioni Generali y Lloyd Triestino y, sobre todo, el Ayuntamiento.
En tiempos pasados, este lugar solía albergar un antiguo puerto deportivo, y como curiosidad decir que en el suelo de la plaza hay unas luces azules que señalan hasta donde llegaba el mar.

Miramare
Pero si hay un edificio imperdible en Trieste ese es el castillo de Miramare .
Construido entre 1856 y 1860 con piedra de Istria (norte de Croacia) fue la residencia del archiduque Maximiliano de Habsburgo y su esposa, Carlota de Sajonia-Coburgo y Gotha, princesa de Bélgica.
Cuenta con mas de 20 salas visitables por lo que se ha convertido en un museo.

La regata
No podemos concluir el reportaje sin recomendaros que paseéis por sus calles sin rumbo fijo y sin citar a la Barcolana.
Y es que cada segundo domingo de octubre en el Golfo de Trieste se celebra el evento náutico más numeroso del orbe terrestre.
Con más de dos mil barcos y treinta mil personas en alta mar, esta regata de vela se ha convertido en la mayor regata del mundo.
Así que si en 2026 viajáis a Trieste en octubre podréis disfrutar de ella.

Comer
Comer en Trieste es como comer en Piran, en Izola o en otra ciudad eslovena del Adriático.
Por eso las recomendaciones son mayoritariamente eslovenas porque, como hemos repetido, está todo «a tiro de piedra».
Uno de los destacados es el restaurante Salicornia en Sermin 74, Koper, Eslovenia, donde ponen un pescado y mariscos espectaculares.
También es recomendable la Gostilnica Ruj Dol Pri Vogljah 16, Eslovenia; Kogo Šmarska cesta 1, Koper, Eslovenia, Gredič (BG) Norte de Trieste y Rizibizi.
Y en el mismo Trieste, Menarosti, via del Toro 12 y Petes, Via dei Capitelli 5/a.
Finalmente, en Monfalcone Ai Campi di Marcello, via Napoli 11.









