Toledo es la segunda ciudad del mundo, después de Roma, con mayor concentración de monumentos, así que no es extraño que esté siempre llena de turistas.
Patrimonio de la Humanidad, como no podìa ser de otro modo, tal vez sea incómoda para vivir, pero una joya para visitar.
Dependiendo de tu lugar de residencia, la visita a Toledo puede ser de un día o planear un perfecto fin de semana, ya que la oferta hostelera está a la altura de las circunstancias.
Antes de meternos en harina, debes de tener en cuenta que Toledo, aunque es una ciudad mágica y paseable, está estirada y cuenta con 17 km. de longitud.
El hecho de estar situada sobre un montículo hace que esta ciudad tenga muchas de sus calles en cuesta.
Pero, sin duda, lo que más llama la atención es que sus monumentos dejan entrever un excelso pasado cultural romano, árabe, judío y cristiano.
Ejemplo de esta convivencia arquitectónica son el puente romano de Alcántara, la puerta árabe de Bab-al-Mardum; la sinagoga de Santa María la Blanca o la catedral de San Juan de los Reyes.
Todos estos monumentos tienen, sin embargo, un nexo común como es el río Tajo que separa la parte vieja y nueva de la ciudad.
En verano suele hacer mucho calor, así que lo mejor es viajar antes de esta época del año para no sufrir los rigores de sus calles empedradas.
Qué ver
Se puede comenzar la visita por la famosa puerta de Bisagra, pero nosotros lo hicimos por el Puente de San Martín, entre otras cosas para disfrutar de Fly Toledo.
Se trata de una nueva atracción turística que por 10 euros te permite atravesar el Tajo mediante una tirolina que discurre hasta la misma puerta de San Martín.
Si quieres foto (algunas/os con cara de miedo) son tres euros más, pero el «vuelo» merece la pena.
Puente de San Martín
Declarado Monumento Nacional en 1921 este puente del siglo XIV, y situado al oeste de la ciudad, sirve para cruzar el río Tajo que hasta entonces se salvaba en barcas.
Destruido en la guerra fratricida entre Pedro I y Enrique II, fue reedificado por orden del obispo Pedro Tenorio.
Tiene cinco arcos y dos torreones hexagonales en sus extremos.
Monasterio de San Juan de los Reyes
El acceso por esta puerta y la subida por la cuesta de San Martín te llevará, a la izquierda, a la puerta del Cambrón, y a la derecha, hasta el Monasterio de San Juan de los Reyes.
Dicho templo fue mandado construir por los Reyes Católicos para conmemorar la batalla de Toro (1476) librada entre España y Portugal.
El monasterio es obra de Juan Guas y es uno de los mejores representantes de arquitectura gótica hispano-flamenca.
Sinagogas
Siguiendo hacia arriba y por este itinerario te adentrarás en el barrio de la Judería que se estableció en el suroeste de la ciudad en el s.VIII, aunque su esplendor se alcanzara en el s. XIV.
Fruto de esta presencia son tanto las sinagogas de Santa María La Blanca como la del Tránsito donde se encuentra el museo Sefardí.
La Sinagoga mayor de la Aljama de Toledo, conocida como Santa María la Blanca, fue construida en el siglo XII, reconstruida cien años después y convertida en templo cristiano en 1405.
En cuanto a la Sinagoga del Tránsito o de Samuel ha – Leví, está considerada la más bella sinagoga medieval (conservada) del mundo.
El Greco
No muy lejos de aquí se encuentra la Iglesia famosa por albergar el famoso cuadro de El Greco, el entierro del Señor Orgaz (Conde, a la sazón).
Nos referimos a la Iglesia de Santo Tomé –cercana a San Juan de los Reyes.
Erigida en el s. XIV, por fuera destaca su magnífica torre mudéjar de planta cuadrada, ladrillo y mampostería encintada.
Doménikos Theotokópoulos (1541-1614), conocido como el Greco («el griego»), nació en Creta donde vivió durante 26 años hasta que se trasladó a Toledo.
Considerado como un pintor del final del Renacimiento, digamos que desarrolló su estilo y su característico modo de ver y pintar las figuras (alargadas) de forma tardía; es decir, ya en su madurez.
Museo
El museo es en la actualidad el único de España dedicado a la figura del pintor y tiene como finalidad glosar la importancia del personaje así como la influencia de su obra a comienzos del siglo XVII.
Catedral
Siguiendo esta ruta casi en línea recta (aunque hay carteles indicativos) llegaremos hasta la famosa Catedral.
Una obra faraónica que fue iniciada en el año 1226, bajo el reinado de Fernando III El Santo, y finalizó mas de dos siglos después (1493).
Dependiendo del tiempo que te detengas a verla -algunos guías dicen que se necesitan no menos de dos horas),el edificio impresiona tanto por fuera como por dentro.
En su interior destacan la Sacristía Mayor, presidida por El Expolio de El Greco, el Tesoro Relicario con la Custodia de Arfe, la Sala Capitular, el Coro y la Capilla Mayor.
Zocodover
Callejeando y dirigiéndote hacia el centro se encuentra la plaza más famosa de Toledo. Se trata de Zocodover y allí se dan cita para quedar tanto propios como extraños.
En sus inmediaciones se hallan otros dos monumentos emblemáticos de la capital castellano manchega como son El Alcázar y museo del ejército, y el museo de Santa Cruz.
Este último se puede ver desde uno de los arcos de la plaza y queda justo al lado de la pastelería más famosa y «cuna» del mazapán y los turrones toledanos: Santo Tomé.
Otros lugares
Puede que, si has ido en coche desde la autovía de Toledo, hayas accedido a la ciudad por la preciosa puerta de la Bisagra que es otro monumento emblemático.
También puede que te interese visitar otra de las joyas como es el Puente Romano de Alcántara, cercano a los restos de la muralla y paso necesario para cruzar el Tajo hasta el Alcázar.
Iglesia de San Román
Aparte de contar con nueve torres mudéjares, la ciudad cuenta con la Iglesia de San Román, exponente del primer mudéjar toledano (S. XIII).
Dentro de la iglesia está el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda con los restos encontrados en las excavaciones de la antigua capital del reino visigodo de Toledo.
Mezquita del Cristo de la Luz
Otras de las visitas que te recomendamos es la mezquita del Cristo de la Luz, dado que se conserva al completo y contiene las principales obras del arte islámico en Toledo.
Construida en el año 999, es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura hispano-musulmana y mudéjar en España.
Más pistas
Lo que las guías no dicen
Desde el pasado 14 de marzo puedes contemplar, en el Museo de Santa Cruz, la exposición «Alfonso X el Sabio: el legado de un rey precursor».
En la misma se hace un recorrido por el legado de este monarca en el que se cumple el VIII Centenario de su nacimiento.
La exposición está compuesta por 180 piezas arqueológicas, documentos, códices, pinturas y maquetas.
Por otro lado, hay que repetir que Toledo tiene muchas cuestas, así que es una ciudad rompe piernas que debe recorrerse sin prisas.
Quedarse a pasar la noche tiene su encanto y una visita nocturna para contemplar los monumentos iluminados puede ser un plan perfecto.
Lo que no te puedes perder
En Toledo es difícil decir lo que no te puedes perder porque todo merece muchísimo la pena.
Pero si tuviéramos que quedarnos con algún rincón en concreto, y aparte de la socorrida vista desde el Parador de Turismo, nosotros diríamos que nuestro rincón preferido es el puente de San Martín (y todo lo que le rodea) al anochecer.
Y ya en las afueras, como a unos 30 km. de Toledo, no te deberías perder una visita a las Barrancas de Burujón y al embalse de Castroviejo.
Es muy fácil llegar, los accesos son transitables, cuenta con parking (a 1,5 km), y es brutalmente bello
Comer y dormir
Si Toledo tiene monumentos inolvidables, la gastronomía tampoco le va a la zaga.
Y es que en esta capital los restaurantes turísticos están salpicados con otros de postín y hasta bares y cafeterías cuasi medievales.
Entre los más destacados en su relación calidad/precio figuran La Mar Salá, el clásico El Albero, La Fabrica de Harinas, Clandestina de las Tendillas y la Taberna El Botero.
En un nivel superior ( y también de precio) el clásico Adolfo, aunque ya está un poco desfasado en todos los sentidos, y La Orza.
Como novedad, destacar a Victor Sanchez Beato, antes en Locum ,y ahora cocinando al momento en una barra para dieciséis personas en el hotel pintor el Greco.
Finalmente, para quienes puedan, la recomendación es el dos estrellas Michelin, Iván Cerdeño, en el Cigarral del Ángel, discípulo de Pepe Rodriguez Rey y ahora ya «volando» en solitario (80 a 145€).