Pienza, Montalcino…viaje al corazón de la Toscana

Si no has visto la Crete Senese, no has llegado hasta el corazón de la Toscana, en Italia.

Esta región, situada entre Arezzo, Florencia y Siena, te cautivará con un paisaje de cipreses y casas solariegas impresionantes.

En la ruta que os proponemos, por la esencia misma de la Toscana, pasaremos por Monteriggioni y Chianti, en el norte de Siena, ya camino de Florencia.

Pero también viajaremos a Montalcino, Pienza y San Quirico D’Orcia, al sur de la ciudad de il Palio.

Son cinco lugares que tenéis que ver e incluso saborear porque en estas zonas las vides y el vino son ley.

Y es que, por estos lares, se elaboran vinos toscanos de altísima calidad como el Brunello de Montalcino o los de Chianti, y la gastronomía tampoco le va a la zaga.

En definitiva, una unión de paisaje y gastronomía a la que muy pocos pueden resistirse.

Paisaje de la Crete Senese

Al norte

Empezando por la ruta del norte de Siena, y dejando al noroeste Pisa, San Miniato y San Gimignano, que visitaremos en otro reportaje, pasaremos por Monteriggioni y Chianti.

Torre de Monteriggioni

Monteriggioni

Este pueblo es famoso por su castillo. Vamos, que el pueblo está dentro de la fortaleza.

Cuando llegas en «la maquina» (coche) por las carreteras de la Toscana ya empiezas a soñar con lo que te espera al divisarlo sobre un montículo.

Fortaleza-pueblo de Monteriggioni desde la carretera

Esta fortaleza medieval fue construida entre 1213 y 1219 y conserva sus muros y sus 14 torres.

El pueblo tiene un amplio parking abajo (hay que subir a pie) y dos puertas, una que mira a Roma, la capital de Italia, y la otra a Florencia, la capital de la Toscana.

Pequeñito y coqueto todo lo que hay que ver está acumulado en dos calles y una gran plaza, la de Roma; ambas medievales, por supuesto.

Plaza de Roma en Monteriggioni

El edificio más destacado de la citada plaza es la iglesia románica de Santa María de la Asunción, del siglo XIII.

Y tampoco debes perderte un paseo por las murallas que se han habilitado por una estructura metálica.

Chianti

Decir Chianti, es decir vino. Cuando viajas a esta zona de Toscana ves grandes extensiones de viñedos, casi todos en altura.

Una de sus dos villas principales es la vieja localidad medieval de Greve en Chianti, dotada de una  particular plaza triangular.

Viñedos en la comarca de Chianti

Sus edificios y logias circundantes nos conducirán inevitablemente a la Iglesia de la Santa Croce.

El otro Borgo importante de la zona es Radda in Chianti, al que, naturalmente también debes hacer una visita.

Radda en Chianti conserva intacto su trazado urbano medieval en forma de elipsis, por el que todas las calles céntricas de la localidad giran en torno a su plaza mayor: Piazza Ferrucci.

Piazza Ferrucci

Los edificios más emblemáticos del Borgo son las Iglesias de S. Giusto in Salcio y S. Polo in Rocco.

Pero también tiene interés El Palazzo del Podestá, sede actual del Ayuntamiento, con su fachada ornamentada por 51 escudos de armas que van del siglo XV al XVIII.

El Palazzo del Podestá

Los vinos de Chianti como DOCG (Denominación de Origen Controlada y Garantizada) son de una gran variedad debido a sus distintos métodos de producción.

De hecho, con un mismo tipo de uva surgen diferentes vinos como el San Giovese, Canaiolo, Malvasia de Chianti y el Trebbiano Toscano.

Al sur

Montepulciano

Este antiguo Borgo está situado en lo alto de una colina desde la que se divisa la Valdichiana y el val d’Orcia.

En medio de la Toscana sus tierras están plagadas de olivos, pinos, castaños y viñedos.

De aquí es el famoso vino Nobile de Montepulciano, también con DOCG como el de Chianti. La uva que caracteriza este aristocrático vino es la Prugnolo Gentile

Los monumentos más importantes de Montepulciano son la fortaleza, la Plaza Grande, en la cual se alza el Palacio Municipal, del siglo XIV, y la Catedral del siglo XVII, dedicada a Santa María de la Asunción.

Otros lugares de interés son el Palacio Tarugi, completamente revestido de travertino (un tipo de mármol), la Plaza de las Hierbas, las iglesias de San Blas y San Agustín, y el Palacio Cervini.

Montepulciano

Pienza

Dicen que Pienza representa la utopía renacentista de la Ciudad ideal; de la perfección celestial, y puede que sea cierto.

Situada en el centro del Valle D’Orcia, fue declarada patrimonio de la UNESCO en 1996.

Palacio Piccolomini en Pienza

Esta ciudad no solo es un ejemplo del urbanismo más renacentista, sino que representa el modo perfecto en cómo se deben organizar calles y plazas.

En Pienza, a donde llegamos en moto, sorprende todo, incluso el nombre de sus calles: de la amistad, dell’ amore, del bacio….y todo en medio de las llanuras seneses.

La perfección geométrica de la Catedral y del Palacio Piccolomini y la distribución de los espacios en el viejo burgo medieval son testimonio del genio arquitectónico del siglo XV.

Piensa es una ciudad Pía, porque su desarrollo está ligado a distintos Papas.

Por ejemplo, el Palacio Borgia fue donado por el papa Pio II, nacido en la ciudad, al cardenal Rodrigo Borgia.

Este no solo fue uno de sus más estrechos colabores sino, que más adelante, fue nombrado Papa con el nombre de Alessandro VI.

San Quirico D’Orcia

Y llegamos al final de este trayecto imaginario con la visita al Borgo de San Quirico D’Orcia.

Desde 2004 también forma parte del catálogo de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Calle principal de San Quirico

Aquí, si que sí, encontrarás los paisajes típicos de la Toscana con sus largas hileras de cipreses, los campos cultivados que cambian de color y las casas tradicionales de piedra en mitad de la nada.

Entre las cosas que hay que ver está la muralla del siglo XII y, sobre todo la Porta dei Cappuccini y la Porta Nuova.

También son destacables la iglesia de la Colegiata y de la Colegiata de San Quirico, pero, sobre todo, el Ospedale di Santa Maria della Scala, (s. XIII), o los palacios de Chigi Zondadari y el Pretorio.

Porta Nuova en San Quirico bajo la lluvia

Finalmente, dos cosas mas: una, que no te olvides de visitar el jardín Leonini (Horti Leonini) con forma de rombo.

La segunda es que te te entregues a su rica gastronomía (ver más abajo), seguramemente la más talentosa de la campiña senese.

Más pistas

Lo que las guías no dicen

Si quieres ver y sentir el auténtico paisaje toscano con sus cipreses, sus campos sienas y sus casas de piedra, tienes que visitar esta zona.

Estos pueblos, y alguno más como San Gimignano, son auténticas joyas del gótico-renacentista.

Cada montículo tiene un castillo, así que aprovecha para parar y disfrutar a tu manera.

Lo que no te puedes perder

No puedes perderte Pienza, porque es sorprendente, ni tampoco la plaza triangular de Chianti, Montepulciano y el castillo de Monteriggioni.

Asimismo, es un pecado no probar los vinos de la zona. Es probable que si estás acostumbrado al Rioja o al Ribera te extrañen al paladar, pero no maravillosos.

Aparte de los palazzos, las casas solariegas y los paisajes, la gastronomía, a es el punto fuerte de la zona.

Comer

Esta comarca de la Creta Senese cuenta con muchos restaurantes con estrella Michelin, y numerosos Big Gourmand.

Nosotros os recomendamos, en primer lugar, la Taberna del Grappolo Blu, en Montalcino (25/36€).

Almuerzo tìpico toscano. Ora di Pranzo

También es muy buena idea -y además es hostal- desplazaros hasta Trequanda, y comer en Il Conte Matto(15/45€).

Además, otra de las sorpresas gastronómicas es la Taverna da Ciacco (40€) en el mismo centro de San Quirico D’Orcia, donde también teneis Fonte Alla vena, eso sí, la cuenta sube hasta los 60€.

En los fogones de la Taberna da Ciacco está el chef Giorgio Costa que se ha formado en las principales cocinas con estrella Michelin francesas e italianas.

Antes de entrar en San Quirico D’Orcia, a la izquierda, se encuentra otra
de las opciones interesantes para comer como es la Taverna de Barbarossa (localita Casanova 6).

Su nombre procede del acontecimiento histórico que tuvo lugar aquí en 1154: el encuentro entre los enviados papales y el emperador del Sacro Imperio.

Otras dos buenas direcciones, cerca de Radda in Chianti, son la Antica Trattoria La Toppe (20/40€), en San Donato in Poggio; y la Osteria le Panzanelle (10/40€), en el pueblo de Lucanelli.

Y, finalmente, en Villa a Sesta tienes un estrella Michelin muy «apañao» de precio. Se llama L’Asinello (45/65€).


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