Mondrian, otra excusa para visitar Madrid

Los cuadros de Piet Mondrian son inconfundibles, al menos los que pintò tras su inmersión en el arte abstracto.

Pero no en cualquier arte abstracto, sino en lo que se conocería como geometría abstracta.

Cuadros y líneas, con color y que se dirigen al infinito para demostrar que «la forma es espacio, además de espacio vacío».

Composición Rojo y Azul, Piet Mondrian

Sin embargo, no siempre fue así, y la muestra que está expuesta en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid hasta el 1 de marzo de 2021, tiene el mérito de recorrer a pinceladas la vida de este artista innovador.

Primeros pasos

Y lo hace desde que pintaba paisajes y bodegones «sin alma», hasta el retorcimiento más exhaustivo de la simplicidad.

Uno de los primeros paisajes pintados por Mondrian

Y es que, al final, se llame Mondrian, Kandinsky, Dalí o Picaso, todos estos artistas, separados por el tiempo y adscritos a corrientes pictóricas vanguardistas diferentes, tienen un objetivo común: transmitir sentimientos.

Seguro que a muchas o muchos de quienes nos leeis, el nombre del pintor holandés os sonará a chino, pero en cuanto veáis alguno de sus cuadros (como los que ilustran el reportaje), lo reconoceréis enseguida.

Composición C en rojo, amarillo y azul. P. Mondrian

Lienzos abstractos que están basados estrictamente en las relaciones entre formas rectangulares, planos de color y líneas rectas.

¿Genialidad? ¿Farsa? Yo lo haría, direis las/os más osadas/os, pero no es tan sencillo, porque lo que se ve aquí es la evolución de una forma de pintar y de nuevas ideas sobre el espacio y el color.

De Stijl

Todo comenzó en octubre de 1917, durante la Primera Guerra Mundial, cuando un grupo de jóvenes artistas holandeses (ahora Países Bajos) —cuyo país se mantuvo neutral en la contienda— unió sus fuerzas para crear una revista bautizada como De Stijl. (El estilo).

La revista que reflejó los primeros momentos de este tendencia

La publicación presentaba y promocionaba un estilo artístico novedoso e innovador que pretendía democratizar y fusionar el arte

De manera que la pintura se convirtiera en arquitectura, las artes aplicadas en escultura y el diseño adquiriera rango de arte.

Desde un edificio, a una silla o un bodegón, todo podía convertirse en arte derribando todas las fronteras conocidas.

Los objetos también pueden ser arte. Sillas en el Reina Sofía

Artistas de todo el mundo adoptaron este enfoque multidisciplinar y desarrollaron un intenso trabajo conjunto.

Del paisaje a las líneas

Como hemos adelantado, Piet Mondrian fue el padre fundador de este arte nuevo, sin embargo era mucho mayor en edad que sus seguidores.

De hecho, comenzó su carrera en 1892 como pintor paisajista un género clásico que durante casi veinte años le permitió adquirir una gran destreza pictórica.

Buscando la belleza dentro del cuadro

El pintor holandés propuso en 1905 que la fuente de la belleza se escondía dentro del cuadro, y en esas anduvo hasta 1914.

Entonces creía que la belleza residía en la superficie, en la estructura y la composición del color y las líneas.

Por eso en 1918 dio vida a una nueva forma de arte abstracto geométrico que conquistó el mundo y configuró la modernidad.

Composicion en blanco, azul, amarillo y negro. Marlow Moss

La muestra

La exposición del Museo Reina Sofía reúne muestras del trabajo de Mondrian y de algunos de sus compañeros de movimiento como Theo Van Doesburg, a la sazón director de la revista De Stijl.

Algunos de estos compañeros eran Jacoba van Heemsverck, Bart Vander Leck o Gerrit Riteveld, pero si no os sonaba Mondrian, estos ni os cuento.

De hecho, el propio Theo Van Doesburg rompió con Mondrian en 1927, «inventando» un nuevo arte que llamó elementarismo y que nunca fraguó.

Movimiento heróico de Theo Van Doesburg

Más bien al contrario, cuando en los años 40 Mondrian se trasladó a Nueva York, fue el único componente de este movimiento artístico que logró fama.

Como decía el propio pintor Holandés «la forma, el volumen, el plano y la línea deben destruirse y no expresarse». Sesudo, ¿no?

Hoy un cuadro de Mondrian se subasta en Sothebys con un precio de salida de 20 millones de euros. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?

P. Mondrian composición nº 2

El catálogo

El catálogo que acompaña a la exposición arroja nueva luz sobre las estrategias desarrolladas por Mondrian.

Estrategias que tenían el objetivo de presentar sus obras de manera que los espectadores puedan descubrir su significado y relacionarlo con el mundo que las rodea.

Seguramente no es fácil ser original. Uno ha de ser consciente de lo que hace, antes de empezar a desprenderse de la tradicion

Pietr Mondrian en una carta al crítico musical Paul Sanders en 1917

Mondrian revisaba continuamente sus propias teorías y principios, creando un arte cada vez más libre, dinámico y vivo que sigue dando forma al futuro.

Un bosque pintado por Jacoba van Heemsverck

Adiós a la jerarquía

Los integrantes de De Stijl, creían en un mundo artístico que, gracias a la colaboración entre distintas disciplinas, pudiera abolir la jerarquía entre las artes.

Pretendían así que estas se liberaran, se mezclaran y pudieran dar lugar a algo nuevo.

Una realidad que se adaptara mejor al mundo que empezaba a vislumbrarse: el mundo de la modernidad.

La arquitectura fusionada con la escultura para convertirse en arte

Pero ante su propio asombro, su reducido repertorio de recursos visuales oculta una infinidad de posibilidades compositivas: “Menos es más”.

Durante su etapa en Nueva York, Piet Mondrian aproxima las líneas que atraviesan sus composiciones, hace las horizontales más anchas que las verticales y sugiere matrices que se solapan e interfieren entre sí hasta el infinito.

Dormitorio de niños, Vilmos Huszar

Triángulo de diamante

Y es que, en Madrid no habrá playa, como dice el estribillo de la pachanguera canción, pero tiene las mejores pinacotecas del mundo.

Así en la distancia de apenas dos paradas de metro se agrupan recintos tan notables como los museos del Prado, el Thyssen Bornesmiza o el Reina Sofía.

Ascensor de cristal del Reina Sodía que da a la plaza de Santa Isabel, cerca de Atocha

En concreto, una visita el Centro de Arte Reína Sofía se convierte en un festín para legos y profanos.

Solo es necesario mirar, para sentir y aprender de los cuadros de los grandes maestros de la pintura que cuelgan de sus inmaculadas paredes blancas.

Porque además de Piet Mondrian, en la segunda planta (la más valiosa según nuestro entender) podrás contemplar obras de Picasso, Dalí, Miró o Juan Gris, por poner solo unos ejemplos.

Disfrutarás del cubismo y podrás, analizar las partes en que se compone el Guernica pintado por Picasso, en la sala 206, la única en la que no se puede hacer fotos.

Entrada a la sala 206 donde está prohibido hacer fotos

La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos, se llama esta parte de la exposición y ahí descansan las obras de algunos de los seguidores de los ismos.

Ismos que fueron la vanguardia del siglo XX como el surrealismo (Dalí y Oscar Domiguez).

La cabeza del gran masturbador, Salvador Dalí

O como también el cubismo, respresentado, entre otros por Juan Gris y Picasso.

En fin, una auténtica locura de Museo lleno de exposiciones que te cautivarán y te tendrán entretenida/o ocho horas…si tu quieres.

Centro de Arte Reina Sofía. Calle de Santa Isabel, 52, 28012 Madrid. Consultar horario y días de apertura.

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