La Beira Baixa portuguesa se postula como destino natural

Desconocida para muchos viajeros, la comarca de la Beira Baixa portuguesa, a escasos kilómetros de la frontera con Cáceres, está preparándose para posicionarse como destino turístico con identidad propia.

Pero para ayudarle en esta aventura sería deseable que se ejecutara el proyecto de autovía EX-A1, desde el pueblo cacereño de Moraleja a Termas de Morfontinho, para poder unir Plasencia con Castelo Branco y hasta Lisboa.

Mapa de la Beira Baixa

Este asunto no es baladí, porque eso les convertiría en lugar de paso de camino a la capital lusa y pondría en el mapa este territorio tan heterogéneo como deseoso de mostrarse al exterior.

Ese encanto de campiña portuguesa, que le imprime un brutal belleza paisajística, es el mismo que le «recorta las alas turísticas» con unas carreteras que necesitan revisión.

Monsanto, el pueblo estrella

De cualquier modo, si quieres huir del mundanal ruido y refugiarte en una tierra alejada del «smog» urbano, la comarca de la Beira Baixa es una opción excelente.

De hecho, esta comarca heterogénea y rural está compuesta por 6 municipios desde Penamacor, hasta Castelo Branco, pasando por Idanha a Nova, ProenÇa a Nova. Oleiros y Vilavelha de Rodao.

Un territorio casi salvaje -para bien y para mal- donde la gastronomía se mueve entre el producto de cercanía, como el cabrito, y el pescado de interior, como el bacalao.

Monsanto está considerada la aldea más portuguesa de Portugal

Qué ver

Monsanto

Es dificil hacer un mapa coherente de visita a tantas comarcas de la Beira Baixa, pero si quieres empezar por la guinda del pastel, tu destino debería ser Monsanto (en Idanha a nova).

Un pueblo enclavado en una montaña y rodeado de piedras graníticas que está considerado como «la aldea más portuguesa de Portugal».

Capilla de Sao Pedro

Aquí deberías visitar el castillo, el mirador y la torre del rejoj. Todos dentro de una ruta (Rota dos Barrocais) de 4 km entre rocas perfectamente alineadas.

Tampoco deberías perderte la capilla de Sao Pedro de Vir a Corza, románica y templaria, donde tuvimos el privilegio de vivir la fiesta dedicada al solsticio de verano con una cena en la cercana Quinta de Sao Pedro de Vir.

Un paseo por el Tajo

Las puertas de Rodao, son la principal atracción fluvial de Vila Velha de Rodao.

Este viaje es parecido al que hacen los barcos que navegan por los arribes del Duero, pero en este caso por el rio Tajo.

Las puertas de Rodao

El paseo en barco es muy agradable y reconfortante para la vista, así que atentos a las fotos y los vídeos.

A veces estas excursiones llevan incluidas catas de vino y/o almuerzos: un plan añadido que tampoco está nada mal.

Torre con vistas

Un tanto fuera de recorrido, la visita a la Sierra das Talhadas, con 27 km de largo y una anchura de casi 2500 m. en la comarca de ProenÇa a Nova, puede ser un plan muy chulo.

Torre de Vigía

Se accede por un camino forestal que no está mal del todo pero para el que aconsejamos un coche tipo SUV o un 4×4 o con buena amortiguación y la altura necesaria.

En este lugar, subiendo a la Torre de Vigia (16 metros de altura), podrás observar una panorámica de toda la sierra.

Vista desde los 16 metros de la torre

La torre es una plataforma metálica, diseñada por el arquitecto Álvaro Siza Vieira, pero que no es aconsejable si tienes vértigo.

Así que si ves que te parece que el último piso de la torre te queda alto, no te preocupes, quédate junto a la cruz blanca que preside este monte y también disfrutarás de una vista espectacular.

En este lugar, con distintas rutas para bicis de montaña, se ha habilitado además una pista (con cesped artificial) para la práctica del parapente.

Castelo Branco

Castelo Branco o castillo blanco, es el pueblo (ciudad) más grande de la zona.

Cuenta con los restos de un castillo (branco/blanco) que dan nombre al lugar, aunque solo queda alguna torre porque, como en otro lugares, los paisanos se fueron llevando sus piedras para ponerlas en las casas, pero, aún así, vale la pena visitarlo (es gratis).

Castillo de Castelo Branco

Desde este emporio, que, por su situación geográfica (casi en la frontera de España y Portugal) fue una sede importante de los caballeros templarios, hay unas vistas increíbles.

Otro lugar curioso es el barrio judío, que encontrarás bajando desde el castillo, con sus casas de arcos abovedados y sus calles laberínticas.

Pero antes de llegar hasta la sorpresa de Castelo Branco, el Jardin do Pazo, no estaría mal que visitaras el/los (en realidad son dos) museos del artista (pintor portugués) Cargaleiro y también el del Centro de Interpretación del Bordado.

En este último, encontrarás a las bordadoras trabajando en sus «colchas» de hilo de seda.

Trabajan un año entero, ocho horas al día, para bordar una de estas colchas (que normalmente se cuelgasn de la pared y se regalan a los recién casados) que puede llegar a costar 30.000€.

Barrio judío
Casa típica del barrio judío
Museo del pintor Cargaleiro
Museo de los bordados
Jardim do Pazo

Jardim do Pazo

Finalmente, te quedará la visita al Jardin do Pazo Episcopal o palacio episcopal donde los ministros de Dios se corrían unas cuantas bacanales.

De hecho, estos bellos jardines fueron creados en el siglo XVII junto al palacio del obispo, con el fin de servir de diversión y descanso al religioso y su corte.

Incluso, existe un paso, dentro del parque, por donde el obispo y sus huestes hacían pasar a las muchachas que visitaban los jardines.

Este paso oculta unos chorros de agua enclavados en el suelo que se activan dando un pisotón a un lado del escalón. (Menudo «pajarito» estaba hecho el obispo).

El objetivo era claro: que las muchachas empaparan sus vestidos con el agua de los chorros. El resto de la historia la dejamos al albur de vuestra imaginación

Gastronomía

En cuanto a la gastronomía, entre los platos típicos de esta comarca encontrarás las empanadas de Castelo Branco, la sopa de Matação (de matanza) y el cabrito en distintas formas: asado, a la brasa, en guiso o sopa y en morcilla (maranhos).

Dentro de los embutidos, y aparte del chorizo y la morcilla, otro de las básicos es la farinheira, que es parecida al farinato de Ciudad Rodrigo, pero a la portuguesa (más suave).

Bacalao en el club de tiro de Monfortinho

Aparte del bacalao, como el que se sirve en Herdade do Clube de Tiro de Monfortinho, otros productos típicos de la zona son los huevos verdes, y como postre la tigelada (una especie de puding de huevo, limón y canela), galletas como los borrachöes y los bizcochos (bica) de aceite.

Mención aparte merecen los quesos como el de Castelo Branco, los quesos amarelo y picantes da Beira Baixa.

Postres y salón del restaurante Herdade do clube de tiro

Por último hay que hablar de los cafés, que aquí se toman tipo espresso y que son extremadamente fuertes, así que si los tomas y duermes mal calcula bien en que lo haces las horas para no desvelarte.

Mas pistas

Lo que las guías no dicen

Una cosa a tener en cuenta cuando se viaja a Beira Baixa son sus carreteras. Este hecho se convierte en un problema para el viajero, pero también es una ventaja porque podrás disfrutar de un paisaje virgen.

Dentro de este paisaje arrebatador y relajante para cuerpos y almas se encuentran las Termas de Monfortinho.

La fuente que surte el balneario – que tiene funciones relajantes y/o medicinales- posee un caudal de 40 litros de agua por segundo.

Vale para relajarse y disfrutar del paisaje y la paz, pero no esperéis un balneario espectacular. Aquí lo que cuenta es el agua (medicinal) con sílice.

Playa fluvial de Froia

Playas fluviales

Otra de las atracciones del lugar son las playas fluviales (aunque algunas sean de puritito cemento) como la de Froia. El lugar es maravilloso, pero la playa como tal, más bien una piscina, no existe.

Froia

Puede que, en tu periplo, también te interese visitar aldeas, que en esta zona las hay, y a puñados.

Un ejemplo es la de Figueira, que cuando la restauren, sería similar las de «arquitectura negra» en Valverde de los Arroyos, Guadalajara.

De hecho, esta aldea está enmarcada en lo que se conoce como Aldeias do Xisto (de pizarra) y dentro de ella existe un restaurante que deberías visitar.

Se trata de Casa Ti’Augusta, y el consejo es que si tienes pensado ir, reserves antes, porque casi siempre está lleno.

Tigelada el postre típico en Casa Ti Augusta

Lo que no te puedes perder

Creemos que si tu lectura ha llegado hasta aquí ya sabrás lo que no te puedes perder.

Pero, por si acaso…Monsanto y su capilla, son indispensables, como también que hagas un mini crucero por el río Tajo y el Rodao, y la subida a la Torre de Vigia.

En Castelo Branco, te recomendamos visitar el propio castillo, el museo Cargaleiro y, desde luego, los jardines del Palacio Episcopal.

Comer y dormir

Aparte de casas rurales, las pernoctaciones en la zona tienen que ver con la distancia y lo que se tarda en recorrer cada tramo.

Por eso, si estás en la zona de Monsanto, deberías optar por el  Hotel Fonte Santa junto al balneario de Monfortinho.

Para el resto de este viaje que te proponemos, fija tu «cuartel general» en el hotel Melía Castelo Branco, que, aparte de las vistas, es un acierto seguro.

En cuanto a los restaurantes y para tomar -dicen- uno de los cinco mejores bacalaos de Portugal la recomendación es el ya citado Herdade do Clube de Tiro de Monfortinho.

No sabemos si esta afirmación es cierta, pero damos fe de que éste está de lujo y además lo sirven en bloque, en una especie de teja caliente y con patatas fritas de las de antes; de las de verdad.

Además de eso, la verbena de postres de este precioso restaurante son de cine y la terraza exterior un lugar imperdible.

Terraza de Casa tia Augusta

Otro de los restaurantes que recomendamos es Casa Ti’Augusta, en la aldea de Figueira. Comida tradicional a tope y cabrito en múltiples variantes.

Finalmente, la tercera dirección esta en Castelo Branco, y es Tábuas come, que traducido quiere decir algo así como comer a base de tablas.

Tablas de embutidos, de carnes, de pescados y hasta de postres, todas se comparten y todas están ricas (sobre todo las carnes).

Además, sirven unas sangrías psicodélicas -por los colores- con las que hay que tener cuidadín porque entran muy fácilmente, pero se ignora cómo salen.

Tabla de carnes en Tábuas
Sala de Tábuas



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