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El restaurante Illunbe, en el barrio de la Moraleja (Madrid), es el ejemplo de un trampantojo arquitectónico y culinario.
Cuenta con dos pisos: en el inferior se sirve un menú del día por 14,90€ y en la parte superior se manifiesta con un restaurante de alto nivel.
Es como un trampantojo culinario/arquitectónico: abajo un restaurante menú con terraza, como otros muchos en Madrid, y arriba una sala elegante, espaciosa, y con un techo acristalado y deslizante.
Cocina vasca
Con reminiscencias de la cocina vasca, en Illunbe lo que ocurre es que se come bien.
Además de una sala ordenada, limpia y espaciosa, el servicio dirigido por José Allal, que también es el propietario, es excelente…Y los platos que allí se sirven son de categoría.
La parrilla es el eje central de su cocina, y se atreven a pasar por la brasa de carbón desde una chistorra hasta unas cocochas o unas almejas.
Illunbe dispone de una carta para llevar y el menú propiamente dicho.
Nosotros, y después de probar un aperitivo de croquetas de rabo de toro, dimos cuenta de unas almejas de carril a la sartén maravillosas.
Sin una brizna de tierra, como il faut, la frescura y el sabor anunciaban que aquí se viene a comer.
¿Barato, caro…? Eso, como siempre decimos, depende de cada uno. Aquí el ticket medio ronda los 60€ sin despeinarse.
Comer
Y como veníamos a comer José Allal nos propuso probar algunas de sus especialidades.
Por eso continuamos con un changurro a la donostiarra servido en su propia concha.
El sabor del changurro potente y a la vez suave, sin estridencias, como debe ser un producto de primera división como este.
Aparte de las piparras, que nunca faltan (ni sobran), tomamos una ensalada de tomate rosa con bonito que no era tan emocionante como los dos platos anteriores.
La joya de la corona
Y ahora que el atún está de moda, y si no que se lo digan al restaurante El Alférez, en el Palmar, Cádiz, tomamos un tataki que estaba de rechupete.
De esta forma volvimos a la senda de la excelencia que habíamos abandonado momentáneamente, eso sí, con la ensalada de tomate rosa.
Y así fue como llegamos hasta la «joya de la corona» que no es otra que la tortilla de merluza y berberechos.
Nos habían advertido de que era una maravilla y eso puede ser bueno si se confirma la valoración o malo si se ponen demasiadas expectativas.
En este caso, resultó que el «chivatazo» era más que certero y esta tortilla merece un capítulo aparte.
Fue lo más llamativo de este menú para compartir y, desde luego, lo más sorprendente.
Sin precios
En carta también tienes chipirones Pelayo con cebolla pochada, o elegir unas anchoas en fritada o un timbal de judias verdes con foie.
La carta -al menos en la web- no tiene precio, y eso puede ser un problema para quien quiera echar un vistazo antes de visitar el local, porque no sabrá a qué atenerse.
Dicho esto, en Illunbe se garantiza que todos los pescados son salvajes y las carnes de primera.
Por eso, antes de abordar una excelsa lubina a la brasa (como no) probamos un particular steak tartar con güisqui como ingrediente secreto.
Nada que objetar. El experimento salió perfecto y el plato diferenciador de los cientos de steak tartar que en Madrid son.
Dame la brasa
Como adelantamos, el segundo entrante fue una delicada y elegante lubina a la brasa que había sido tratada con mimo en la parrilla.
En dos palabras, que diría el renombrado «Jezulín» de Ubrique: Es-pectacular.
La carta también te propone cocochas de merluza, lomos de bacalao, rodaballo, rape…en distintas modalidades.
Y en la zona carnes chuleta de vaca, hamburguesa de Wagyu y pato, entre otras.
Caseros
Los postres que se sirven en Illunbe de la Moraleja son caseros, pero nosotros no acertamos de lleno con la elección.
De primero tomamos una tarta Goxua, un postre tradicional vasco a base de nata y crema que, está buena, no lo vamos a negar, pero no es diferenciadora.
Después tomamos una sopa de chocolate blanco con frutos del bosque que necesita un replanteamiento porque nos pareció demasiado líquida.
La verdad es que otros postres podrían parecer mas atrayentes (esto va en gustos) como la manzana confitada con helado de mango o el arroz con leche al estilo caserío, pero no los elegimos.
Riojitis al poder
Y un apunte final para el vino.
Ahora que en España hemos pasado de la «riojitis a la pasión por Ribera, por los amontillados y después a la casi «anti-riojitis» hay que reivindicar que el buen vino de Rioja sigue siendo un activo.
El que tomamos, Delicia de Baco, de La bodega Señorío de Villarrica, da buena cuenta de ello.
Perfecto al contacto con el aire y potente a la vez que untuoso. En definitiva: delicioso y cautivador.
Así que si lo que quieres es comer bien, lo que se dice bien, Illunbe La Moraleja es una estupenda opción para disfrutar a tope.
Nuestro menú (compartido)
📕Mejorable 📙Aceptable 📗Bueno 📘 Excelente
| Entrante 📘 | ALMEJAS DE CARRIL A LA SARTÉN |
| Entrante 📘 | CHANGURRO A LA DONOSTIARRA |
| Entrante 📗 | ENSALADA DE TOMATE ROSA CON BONITO |
| Entrante📘 | TATAKI DE ATÚN DE ALMADRABA |
| Entrante 📘 | TORTILLA DE MERLUZA CON BERBERECHOS |
| Principal 📘 | STEAK TARTAR |
| Principal 📘 | LUBINA A LA BRASA |
| Postre 📗 | GOXUA (tarta de nata y crema) |
| Postre 📙 | SOPA DE CHOCOLATE BLANCO |