Bardenas Reales: el ‘Far West’ al sureste de Navarra

Un viaje alucinante, eso es lo que supone llegar hasta el Parque Natural de la Bardenas Reales.

Alucinante y de alunizaje, porque por momentos parece que hubieras aterrizado sobre la superficie lunar o de otro satélite o planeta deshabitado.

También, puede, como nos pasó a nosotros, que al verlo te recuerde a las
películas de vaqueros e imagines correr por sus meandros a perseguidores y perseguidos, a cuatreros, sioux o apaches chapoteando con sus caballos.

En todo caso, si te apetece pasear entre sus formaciones arcillosas acompáñanos en este viaje espectacular.

Cabezo de cortinillas

Paisajes de anuncio

En estos parajes se han rodado y se ruedan numerosos spot publicitarios, vídeos musicales y hasta películas.

Y es que el Parque Natural, y Reserva de la Biosfera, de las Bardenas Reales, en Navarra, es más que un paisaje lunar o de película del oeste: es un trozo de naturaleza desértica que no deja indiferente a nadie.

Como tantos otros lugares, aparentemente inhóspitos de nuestra geografía (la isla de Lanzarote es un buen ejemplo), o se ama o se odia, sin término medio.

A nosotros nos encantó porque sus formaciones, creadas tras la erosión ocurrida durante millones de años sobre los suelos de arcillas, yesos y areniscas, resultan fastuosas y sorprendentes.

Imagen tomada desde el mirador del centro de visitantes

Si el tiempo acompaña

Situadas al sureste de Navarra, muy cerca de Tudela, sus mesetas, y cerros aislados componen un paisaje que, en tiempo de calorina, pueden llegar a ser extenuantes.

Un paraje donde no hay un solo puesto de socorro, una sombra o un lugar para tomar agua (y así lo hicimos constar en una encuesta que nos hicieron mientras visitábamos el lugar. 

Por eso debes ir a visitarla antes de que se eche el ‘calor de verdad’ o dejarlo hasta septiembre, porque con la canícula, y mas si nos acompañan
mayores y/o niños, es mejor dejarlo para más adelante.

Rocas en vilo

Además de eso, la impresión que da es que cada colina está cogida con alfileres y que las rocas superpuestas amenazan derribo inminente, pero tranquilos, que aún aguantan bien.

Dicho esto, que probablemente tiene que ver más con las impresiones visuales que con la realidad, vamos a meternos ya en arcilla que es lo que en realidad importa.

Lo primero es decir que a nosotros el lugar nos encantó y, además, alguna de sus ‘cimas naturales’ pueden visitarse y patearse.

Cabezo de cortinillas

Así que si tienes ganas y tiempo no dejes de subir al mirador de Cabezo de las Cortinillas desde el que se domina la cabaña de floristas, el campo de tiro y el cerro de las Cortinas.

Cabezo de cortinillas

Sube sus escaleras y disfruta de lo que ves y lo que no oyes. 

Este lugar está situado en la llamada Bardena blanca (también existe la Bardena negra y el Plano) y muy cerca de un poligono de tiro aéreo que sigue en activo..

Es uno de los más visitados no sólo porque esté a pie de pista (que se puede recorrer en coche, a pie o en bicicleta), sino porque se puede tocar y pisar.

Hay unas escaleras que permiten subir a lo más alto, así que no hay más remedio que tirar para arriba y contemplar el paisaje.

Torretas del polígono de tiro

Recorrido circular

Existe un recorrido circular de 31 km. de longitud (la superficie de las Bardenas completas alcanza las 42.000 hectáreas) que puede llevar recorrerlo cerca de dos horas en coche (límite30/ 40 km/h), aunque también se puede hacer en bicicleta.

El Parque fue escenario de la película El Mundo Nunca es Suficiente con el mismísimo James Bond en el reparto.

Pero antes que James Bond, por aquí hubo humanos durante la Edad de Bronce y luego romanos, bárbaros y árabes.

En la época de la Reconquista las bardenas se convirtieron a ‘Reales’ y desde entonces son  los montañeses de los valle del Roncal y Salazar quienes gozan de los derechos de uso.

El parque se puede recorrer en bicicleta

Parque natural

En 1999 es declarado Parque Natural y un año más tarde la UNESCO le concede el titulo de Reserva de la Biosfera.

Los cabezos o formaciones que caracterizan este paraje se han producido tras millones de años de erosión.

La parte más alta se mantiene más tiempo porque es más dura, y es que está compuesta de arenisca, caliza o conglomerado, y el resto, más endeble, tiene como base las arcillas y margas, por lo que se va
erosionando y deshaciendo poco a poco.

El ejemplo presente más representativo de este proceso es el del cabezo de Castildetierra con unas laderas arcillosas muy frágiles y cuya cabeza, si se cumplen las previsiones, desaparecerá con toda seguridad en el futuro. 

Castildetierra perderá la ‘cabeza

Por eso, si la visitas no debes acercarte a ella más allá de los límites que imponen los cuidadores del Parque, porque de esa forma se frena su deterioro.

Sin embargo, hay gente que acude y que no respeta estos límites.

Nosotros, mientras estuvimos allí, recriminamos a unos cuantos por hacerlo y te animamos a que si durante tu estancia ocurre, hagas lo mismo.

Y es que las fotos bien pueden hacerse unos metros más atrás, desde las vallas y con idéntica belleza.

Centro de visitantes

A la entrada del Parque hay un centro de visitantes que esconde un mirador (un poco más adelante).

Desde allí y ayudado por unos planos podrás situar los lugares que luego podemos visitar al hacer su recorrido circular.

Por ejemplo, verás en la lejanía el Risco, Punta de la Estroza, Barranco Grande, Castildetierra, Cabezo de las Cortinas.

Y también podrás fijar en el horizonte el Paso, Coral de las Cortinas, Peñarrostro, El caldero, la Gorra, Piskerra o el Cabezo de los Hermanos.

Finalmente, decir que para llegar hasta allí, lo mejor es hacerlo desde Tudela o Arguedas.

Un dato curioso es que fueron doce mil reales de ocho la cantidad abonada al Rey Felipe V por los congozantes (22 pueblos cercanos que optaban al uso y disfrute de las BR) a cambio de la cesión de estas tierras.

El Rey concedió este permiso en 1.705, señalando que, la cesión del goce de las referidas Bardenas Reales es a perpetuo, sin posibilidad de concederse a otras personas y sin que se puedan dar en adelante pagos o rentas por tal goce.   

Más pistas

Lo que las guías no dicen

Una de las cosas más curiosas es que dentro de las BR hay un campo de tiro aéreo que, visto desde fuera, recuerda los campos de prisioneros de las películas bélicas de Chuck Norris o Stallone.

Y es que el polígono de tiro se creó en 1951 con el arrendamiento de los terrenos a la Comunidad de las BR.

Se explotaba conjuntamente por las fuerzas aéreas española y norteamericana.

En 1983 sufrió un atentado de ETA que destruyó las instalaciones.

Hay cañones dignos de una película del oeste

Tras distintas vicisitudes, en 1992 se remodela y moderniza, y en 2008 se firma una prórroga de la concesión a los militares -que abonan 3.600.000 anuales por el arrendamiento, veinte años más; es decir hasta 2.028.

Un consejo: cuando vayas a ver las BR lleva todo lo que puedas necesitar (agua, etcétera), porque allí no hay nada. Gorra, gafas y protector solar son
imprescindibles.

Lo que no te puedes perder

En tu visita no te puedes perder Cabezo de Cortinilla y Castildetierra.

Si vas a pasar el día entero, no estaría mal que alquilaras unas bicicletas (pregunta en el centro de informacion), porque te lo pasarás en grande parando aquí y allá.

También hay empresas que hacen rutas en 4×4 y en bici con monitores .Y como seguramente vas a pasar por Tudela, no te pierdas su Plaza Mayor.

Espárragos a la brasa en Hostal Remigio

Comer

Tudela es tierra de verduras y hortalizas, y a los espárragos habría que hacerles un monumento nacional.

Nuestra recomendación, en Tudela, son el bar José Luis para tomar pinchos y el Hostal Remigio para algo más calmado y sentado.

Un poco más al norte, en Tafalla, Tubal, sin duda, y al oeste, Maher, en Cintruénigo.

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