Amsterdam: qué ver en «la nueva City» europea

Amsterdam quiere convertirse en la nueva city europea, ahora que Londres va a quedar fuera de juego con el brexit.

Eso significa, de hecho, que su centro financiero se postula para afianzarse como el lugar donde se jueguen las grandes partidas económicas del viejo continente.

Por eso la ciudad holandesa ha vuelto a ponerse de moda, aunque, en realidad, nunca ha dejado de estarlo gracias a ese ambiente liberal que sigue rodeándola.

Curiosamente, y aunque casi toda su historia (excepto entre 1808-1810) ha sido la capital oficial de los Países Bajos, nunca ha sido la sede de la justicia, el gobierno o el parlamento neerlandés.

De hecho, todos los órganos de gobierno se encuentran en la ciudad de La Haya, que, por tanto, es la principal ciudad del país con respecto a política y justicia.

Polders

Y es que Amsterdam es un lugar curioso por múltiples razones. La primera de ellas tiene que ver con que está construída por debajo del nivel del mar.

Para quien no lo recuerde, la antigua Holanda, está sustentada sobre un terreno ganado al mar gracias a muros de contención y polders.

Esta técnica se utilizó por primera vez en el siglo XII, en la región de Flandes, y se compone de tres elementos fundamentales: un dique, una canalización y una compuerta.

Con el dique (formado de arena y rocas) se seca la zona de mar que se intenta ganar como tierra firme.

Luego se realizan una serie de canales para drenar el agua al mar y, finalmente, se articula una compuerta que libera el agua sobrante (con marea baja).

Agua va

Esto hace que la capital de los Países Bajos tenga un gran encanto y que sus canales, con permiso de Estocolmo, le hayan hecho ganarse el apodo de la Venecia del norte.

Pero, lo cierto es que un 60% del territorio se encuentra por debajo del nivel del mar, lo que puede ser devastador cuando el anunciado cambio climático sea más extremo.

Y eso llegará, sin duda ninguna. Así que cuando el nivel del mar suba, la amenaza de desaparición de las zonas costera cobrará mas fuerza que nunca.

Esperemos que para entonces la ingeniería y el ingenio humano hayan sabido resolver esta amenaza.

Qué ver

Amsterdam no se entiende sin los canales, así que es obvio que este es uno de sus mayores atractivos.

La ciudad cuenta con cerca de 1300 puentes que unen 160 canales alrededor de toda la ciudad.

Los canales son amplios y están llenos de casas flotantes. Normalmente, lo más fácil para ver como vive esta gente es contratar una excursión en barco.

Los cuatro canales más famosos son Singel, Herengracht, Prinsengracht y Keizersgracht, y entre ellos y sus hermanos pequeños, hay unas 2.000 casas flotantes.

Rijksmuseum

El centro histórico de la ciudad fue construido en gran parte en el siglo XVII y hoy es uno de los más grandes de Europa.

En este centro histórico se encuentra el Rijksmuseum o Museo Nacional, uno de las mejores pinacotecas de Paises Bajos.

Aunque hay cuadros de pintores de la Edad Media al siglo XX, la sala más relevante es la dedicada a Rembrandt.

Museo Van Gogh

Sin embargo, para nosotros -y los amantes del impresionismo- el más divertido es el Museo Van Gogh, que recoge una amplia colección de obras del pintor holandés.

De hecho la muestra aglutina más de 200 lienzos y 350 dibujos, entre ellos el famosísimo cuadro de los girasoles.

Una delicia de museo que seguro os encantará tanto como a nosotros.

Tulipanes

Paseando por la orilla del canal Singel te encontrarás con el famoso mercado de flores flotante o Bloemenmarkt, pero hay unos cuantos más sobre el terreno.

La historia de este mercado, construído sobre barcazas encima del agua, se remonta a 1883.

Como seguramente sabes, los Países Bajos son famosos por sus bicicletas (850.000) y por la calidad y variedad de sus tulipanes.

Hay tantos y de tantos colores que sin duda te sorprenderán. En estos mercados podrás comprar algunos bulbos por si te atreves a plantarlos en España.

Barrio de Jordaan

Como en otras muchas ciudades europeas (Praga, Cracovia, etc), el barrio judío suele uno de los lugares más visitados.

Ana Frank

Amsterdam no es una excepción porque aquí los nazis hicieron los estragos habituales y conquistaron el país en una semana.

En este barrio se encuentra la casa/museo de Ana Frank, cuyo famoso diario no sólo fue llevado el cine, sino que se convirtió en un símbolo de la lucha contra los antisemitas.

La historia dice que, después de su arresto en Amsterdam, donde la familia de Ana había huído desde Alemania, Ana Frank fue conducida al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau.

Muere en 1945 de tifus en en Bergen-Belsen, otro campo de exterminio al que fue traslada junto a su hermana.

Hoy junto a la Iglesia de Westerkerk, preciosa y renacentista, hay una estatua de Ana Frank y desde la torre de la iglesia verás todo Amsterdam.

Curiosamente, y esta es otra coincidencia con otros barrios judíos como el de Cracovia, aquí se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la ciudad como De Reiger o Picniq.

Asi era el barrio y edificio donde vivio Ana Frank

Cafés marrones

Aparte de los cafés para tomar derivados de la marihuana, Amsterdam es famosa por los llamados cafés marrones.

Estos cafés son, en realidad, una especie de tabernas de madera oscura y techos bajos, en los que se busca un ambiente intimista.

Los más conocidos están alrededor de la plaza de Leidseplein y el más popular es sin duda el Reynders.

Otros cafés marrones famosos son el Café Karpershoek y el café Hoppe.

Plaza del Dam

La Plaza del Dam es, sin duda, la más famosa de Amsterdam no solo por la marcha (a la holandesa), sino porque tiene cerca muchos edificios emblemáticos.

Por ejemplo, al lado de ella están la calle comercial Kalverstraat, el Palacio Real, la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva) y el Museo de cera de Madame Taussauds.

Las escaleras del obelisco (22 metros) que rodea el Monumento Nacional, homenaje a los soldados holandeses que murieron en la Segunda Guerra Mundial, se llena de turistas, asi como sus bares y terrazas

Obelisco (22 metros) del Monumento Nacional a los caídos

Barrio Rojo

Y si la plaza del Dam es famosa, no le va a la zaga el famoso barrio rojo y sus escaparates con chicas que ofrecen sus encantos al mejor postor.

Los escaparates son el reclamo perfecto y ellas lo saben, así que en un lugar de paseo bastante habitual para los turistas: la mayoría por curiosidad y otros porque van buscando guerra.

Aquí, como ocurre con los sex shops o los coffee shops todo es legal, así que nadie está infringiendo ninguna ley, salvo que te excedas en los límites.

Hay vigilantes por casi todos lados así que, al contrario de lo que pueda pensarse, es un barrio muy seguro. No se pueden hacer fotos a los escaparates ni a las chicas, pero tu mismo/a.

Coffe shops

Como hemos dicho, el barrio está plagado de coffee shops (el más famosos es el Hunter´s Café) donde podrás fumar legalmente marihuana.

Curiosamente, en estos cafés está prohibida la venta de alcohol y tabaco.

Pero esto puede cambiar el año próximo puesto que el gobierno neerlandes quieren prohibir que los turistas puedan comprar y consumir cannabis.

En Amsterdam hay 850.000 bicicletas…y muchas las roban

Heineken Experience

Otro de los lugares más famosos que ver en Ámsterdam es el edificio donde estuvo la primera fábrica de la cerveza Heineken que en la actualidad es un museo.

Durante la visita te mostrarán lo típico: de dónde se obtiene la cerveza, cómo fermenta y se fabrica y acaba con una degustación de ella. Nada nuevo, como veis.

Molinos de Viento

¿Y qué pasa con los famosos molinos holandeses? En realidad, no hay, pero a nada que salgas unos 10 km. a las afueras de la ciudad puedes ver alguno.

Algunos de ellos están cerca del parque Hortus Botanicus, un jardín botánico con 300 años de antiguedad y 4000 tipos de plantas.

Cerca de él se encuentra De Gooyer: uno de los 8 molinos de viento que todavía se conservan en la ciudad (este es el más alto del país, con más de 26 metros)

Más pistas

Lo que las guías no dicen

Aquí como en otras ciudades, también existe una tarjeta turística Amsterdam City Card, que, en este caso, incluye la entrada sin colas al Rijksmuseum y al Museo Van Gogh.

La oficina de turismo se reconoce por el cartel azul y blanco con las iniciales VVV y está en el centro. Allí te informarán de todo lo que necesites.

Aparte de eso, en Amsterdam no siempre sale el sol, pero si tienes suerte, es indispensable que hagas un tour en barco por sus canales.

Para trasladarte desde el Aeropuerto Schiphol al centro, lo mejor y más barato es utilizar el tren (Cuesta 5.30 euros.

También dispones de unas líneas (397 y N97). de autobús Airport Suttle, pero nosotros optaríamos por el tren. Te deja en el centro y salen cada 5 minutos.

Lo que no te puedes perder

Aparte del mencionado tour por los canales de Amterdam, en barcaza, deberías visitar la plaza del Dam, la catedral y el ayuntamiento y desde luego el Rijksmuseum y, sobre todo, el Museo Van Gogh.

También te puede interesar la visita a alguno de los muchos mercados de flores y comprobar que los tulipanes negros existen. Increíble

Comer

El pescado y, en general, los ahumados, forman parte del recetario gastronómico neerlandés.

Pero es curioso que, aparte de anguilas o salmón, aquí se pirrian por la cocina asiática (Indonesia).

haring

Por ejemplo, uno de los platos típicos es el Rijsttafel, un pupurrí de arroz con numerosos y pequeños acompañamientos como rollitos de huevo, encurtidos, satays, legumbres, carne y verduras cocidas.

Otro plato típico son las croquetas (kroket) de ternera, aunque ya las elaboran con distintos sabores.

En los puestos callejeros, sirven los haring: pequeños sándwiches y tapitas de arenque en escabeche que están deliciosas.

Además de eso, la sopa de guisantes (Erwtensoep) acompañada de una salchicha ahumada (Rookworst) y el guiso de estofado de carne (Stamppot), también son típica en la «limitada» gastronomía de la ciudad.

Restaurantes

Por lo que se refiere a los restaurantes, Amsterdam también cuenta con una amplia oferta de restaurantes estrella Michelin.

Sin embargo, como es costumbre a nosotros nos interesa esa mezcla de calidad a precios contenidos, por eso siempre recomendamos los locales que cumplen estas dos máximas.

Restaurante A-Fusion

Y en este sentido, y de esta influencia Indonesa de la que hablamos, uno de los mejores restaurantes de Amsterdam es A-Fusion (25/45€), con distintos locales repartidos por Holanda.

Una curiosidad es Esther’s Cookery especializada en comida para llevar y que vende distintos packs desde unos 40€.

Otras buenas opciones son Fa.Pekelhaaring (35/47€), que cuenta con delivey; Arles (39/50€), un bistró francés y Aubergergue Jean y Marie (39/60€).

Además tenéis Rijsel (30/70), Grahams Kitchen (41/71€ de 3 a 6 platos) y el clásico De Silveren Spiegel (menú de 2 a 5 platos, de 40 a 75€)

Con un precio cercano a los anteriores hay dos restaurantes con estrella Michelin que podrían captar vuestra atención: uno es Mos (45/90€) y el otro es Lastage (50/90€).




*** Copenhague, tierra de vikingos

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