Roca Vecchia. está situado al este de la región de Apulia o Puglia, justo al comienzo de la bota italiana.
Así que, como la mayoría añoramos la llegada del verano, os llevamos a daros un chapuzón entre cuevas de piedra caliza en las aguas del Adriático como, por ejemplo, en la Cueva de la Poesía.
La península de Salento, donde se encuentra Puglia, es una de las regiones más bonitas y desconocidas del sur de Italia.
A Lecce, su capital cultural, la llaman la Florencia del sur y hay motivos para ello.
Monumentos marinos
Sin embargo, no todos los monumentos que se pueden visitar y admirar están en Lecce, sino que se extienden justo hasta la costa Adriática y el mar Jónico, al sur.
Por ejemplo, allí se encuentran los espectaculares farallones de Roca Vecchia -cuevas excavadas en piedra caliza- que el mar se ha ocupado de modelar con las manos más precisas que se puedan soñar.
Porque, en efecto, este mar de mil colores que también baña a la bella Venecia, tiene en el sur ese efecto de alfarero marino que a golpe de ola conforma uno de los monumentos naturales más bonitos que hayamos visto.
Roca Vecchia es un pueblo que podría pasar desapercibido si no fuera porque, como ocurre con frecuencia por aquí, todo es bello y lo contemplan miles de años de historia.
De hecho, ha sido testigo de ataques, destrucciones y reconstrucciones de murallas y castillos que sirvieron para defenderse de los invasores que quisieron hacerse -y lo entendemos- con el control del sur de Italia.
Cuevas calizas
Todas las cuevas del lugar son kársticas (de piedra caliza), como en España lo son las del Cañón del Río Lobos (Soria), solo que aquí están dentro del mar.
En este recorrido costero hay muchas Torres y todas son defensivas, claro.
LaTorre del Orso, la de St. Andrea…y cada una cuenta con su colección de farallones donde propios y turistas se dan sus bañitos o contemplan a los que lo hacen.
Alguno de ellos, incluso como si estuvieran en Acapulco o en Jamaica, se lanzan desde las rocas a estos agujeros marinos de suelos rocosos
¿Locura o riesgo calculado? Si te atreves, ya sabes, el consejo es tirarte de pie y con escarpines, por si las moscas.
Cómo llegar
Desde Lecce se llega hasta aquí en dirección a la marina de San Foca y Roca Vecchia.
Una vez en el lugar, debes buscar de inmediato la Virgen de la Roca y el santuario del siglo XVII.
Más allá ya podrás divisar sus cuevas como la de posia (de agua dulce, en griego) convertidas semánticamente por los italianos, y por arte de birlí birloque, en cueva poesía.
Y así es como se llaman estos primeros farallones dentro de los que, como hemos señalado, se puede nadar.
Posia o Poesía
El mayor de los dos farallones tiene una planta elíptica aproximada de unos 30 metros de circunferencia.
El pequeño posia, sin embargo, tiene la mitad de longitud y está separado del mar unos 50 metros.
Algunas de estas cuevas conservan inscripciones en sus techumbres y la mayoría cumplieron función de muralla defensivas o Messapica, características de Tarento y Gallipoli.
En otras ocasiones fueron lugares de culto a los dioses. De hecho, las excavaciones llevadas a cabo en Roca Vecchia mostraron un impresionante sistema de fortificaciones de la edad de Bronce.
El caso es que las poblaciones de esta costa fueron aniquiladas y resurgieron en muchas ocasiones, como ocurrió conTroya, lo que no hace sino confirmar la teoría de que eran lugares de culto a los dioses.
Tras disfrutar de la cueva de la poesía, continuad vuestro camino (es imprescindible ir en coche) en dirección sur y encontraréis laTorre dell Orso.
Cerca de allí y un poco más a la izquierda, mirando tierra dentro, podrás divisar la torre sarracena y un poco más delante de nuevo en la costa, la maravilla de las maravillas: el faro di torre St Andrea y sus farallones.
No olvides llevar el bañador y escarpines porque darse un chapuzón aquí no tiene precio.
Rumbo a Otranto
Desde allí, y ya puestos en carretera, el camino os llevará hasta Otranto.
Otranto es una pequeña y coqueta localidad amurallada de la zona sureste, situada al sur de Lecce y Roca Vecchia.
El turismo extranjero brilla aquí por su ausencia y por eso hasta en los restaurantes se sorprenden cuando ven que se sientan a su mesa españoles y, además, periodistas gastronómicos y de viajes.
Y esto fue lo que nos ocurrió en el restaurante RetroGusto. Una historia que comenzó siendo tosca y de extrañeza y que acabó como casi todo en Italia, en ‘amore’…,en este caso, por la comida.
Otranto es un pueblo amurallado junto al mar donde se encuentran algunos de los restaurantes más reconocidos de la zona.
Sta. María de Leuca
Justo al final de la bota, donde la vuelta el aire, que diría un castizo, se encuentra la iglesia de Santa María de Leuca.
Hay dos opciones: una la que lleva a las playas de Pescoluse y luego Leuca, o bajar desde Otranto por la vertiente este.
El lugar no tiene nada de particular, salvo que está alli abajote del todo y hace mucho, pero que mucho viento..
Las carreteras aquí si tienen curvitas y por eso hay que tener cuidadín. El paisaje, eso sí, es espectacular.
Si vas desde Otranto por el camino encontrarás la gruta de Zinzulusa, visitable por un módico precio.
Y, si lo vas a dar todo, entonces puedes llegar hasta el final; hasta el santuario de Santa María de Leuca: solo entonces la punta del tacón de la bota ‘estará a tus pies’.
Más pistas
Lo que las guías no dicen
En Puglia sin coche no hay paraíso. Vamos, que parar recorrer la costa sureste de Puglia, en la península de Salento, debes tener transporte que te permita subir y bajar, parar y renudar la marcha a tu antojo.
Aquí hay mucho que ver, y cada monumento está salpicado por las distintas rutas.
Aparcar no suele ser problema y siempre hay caminos y hoteles en cuyos aparcamientos es posible encontrar un hueco.
En Otranto, basta aparcar más allá del puente, para librarte de pagar ticket.
No olvides el bañador, escarpines y una toalla porque en esta zona suele hacer mucho viento y al salir del agua puede hacer fresco.
Lo que no te puedes perder
Desde luego los farallones de la torre de St. Andrea. Son los más impresionantes y, por supuesto, los más bellos.
Aparte de darte un chapuzón y contemplar los fondos kársticos que se acumulan a tus pies, no olvides la cámara de fotos.
También tiene su aquel lanzarse de una de las rocas a la cueva de la poesía…si te atreves.
Comer y dormir
Para dormir os recomendamos Lecce y, por situación, belleza y amabilidad de sus propietarios, La Antica Villa La Viola.
Se trata de un alojamiento B&B (bed and Breakfast), con lo que también está muy bien de precio. Por si eso fuera poco, esta casa tiene la belleza de una antiguo palacio italiano renacentista.
Además, está situada cerca del centro de la ciudad amurallada, y a tiro de piedra de cualquier cosa que quieras ver o hacer.
En cuanto a los restaurantes, los tenéis todos en el reportaje de Lecce, pero es imprescindible que hagas una parada en el restaurante Retrogusto; en Otranto.