No es fácil definirlo, pero Monopoli, en la costa de Apulia (Puglia), al sureste de Italia, pasa desapercibido a la mayoría de turistas o, por así decirlo, a los menos avezados.
Sin embargo, está al lado de lugares tan turísticos como Polignano a Mare o Alberobello.
De hecho, el bellísimo pueblo de los ‘Trullis’ (Alberobello) tiene a Monopoli como su ¡puerto de mar!.
Sea como fuere, si te apetece visitar en la Puglia italiana un lugar tan desconocido como inolvidable, coloca a este pueblo en tu cuaderno de bitácora.
Única y singular
El termino Monopoli, deriva del griego monos y polis, única y singular. Y nosotros no vamos a contradecir a los griegos tan sabios y doctos, porque, en efecto, Monopoli es un pueblo costero que es único y singular.
Situado a medio camino entre las dos urbes que se discuten la supremacía de la región (con permiso de Lecce), es decir, Brindisi y Bari, Monopoli es un bocado de salinidad y colores exhuberantes, y por añadidura, una de las grandes joyas italianas desconocida para la mayoría de los viajeros.
Desde que planificamos este viaje habíamos marcado a Monopoli como un lugar al que había que ir si o sí, y no nos defraudó.
Monopoli es un lugar -otro mas de Puglia- donde ¡no llega el turismo de masas! Increible, pero cierto.
De hecho, no es conocido ni visitado ni siquiera por los turistas que se acercan hasta la costa de Salento.
Y culpa de ello, al menos en parte, tal vez la tenga su vecina Polignano a Mare que le hace ‘luz de gas’, u otros pueblos emblemáticos como Ostuni, Alberobello o Conversano.
Sin embargo, cualquier viajero que se precie, se tiraría de los pelos si vuelve de esta región italiana sin haber visitado este pueblín tan auténtico, especial y con tanta historia a sus espaldas.
Edad de bronce
Desde la edad de bronce, distintos asedios, a veces imposibles, demostraron que esta villa marinera era un bastión muy apetecible.
Sus restos arqueológicos revelan que el lugar ya estuvo habitado hace 20.000 años, y en el siglo VII lombardos y bizantinos lucharon por conquistar sus fortalezas.
Plagada de criptas, iglesias, ensenadas…los cañones de su muralla dan fe de que recibía continuos ataques y fue centro comercial de gran importancia.
La historia termina por interés popular, ya que los ciudadanos ‘compraron su libertad’ a un mercader al que Carlos V había vendido la villa.
Qué ver
Actualmente, Monopoli cuenta con unos 50.000 habitantes en sus 156 km2 de superficie y en ellos alberga todo lo que se pueda desear: rincones maravillosos, murallas, puerto, y unas aguas cristalinas que quitan el hipo.
Su catedral barroca, protegida por el castillo de Carlos V, se ve desde casi todos los puntos y sus calles encaladas bajo el cielo y el Adriático anuncian que, aunque caluroso, aquí el clima es bastante benigno.
En Monopoli todo transcurre con calma y si te acercas hasta una de sus calas más famosas, la de Porta Vecchia (al lado del puerto y en el mismo pueblo), comprobarás que es fácil ver estampas de la España costera de hace 40 años con familias enteras gozando de una día de playa con sus viandas a buen recaudo, sus sillitas y sus sombrillas.
Centro histórico
Aquí hay muchas piedras, así que muchas de sus playas, las tienen, pero, por contra, también están bastante limpias o son centro de ocio y ‘marcha nocturna’ en el verano como la de Capitolo.
La villa cuenta con un hermoso centro histórico donde encontrarás, aparte de la catedral del siglo XII, reconstruida en época barroca, donde se encuentra un venerado icono bizantino del siglo XIII, la Iglesia románica de Santa Maria Amalfitana.
El castillo
Por otro lado, está el castillo de Carlos V, construido en el s. XVI como fortaleza marítima, que envuelve el pueblo entero así que te será fácil orientarte a nada que sigas sus murallas.
Pasea y pasea, mira y deléitate con lo que ves. Cada rincón es mágico; cada estampa o terraza al mar sacarán un ‘yo quiero tomar algo aquí’ y así ‘ene veces’.
Es lo que tiene la belleza sobria de Apulia, Puglia, Salento, o como queráis llamarla: que aún está por descubrir.
Más pistas
Lo que las guías no dicen
Lo mejor es viajar en coche (por aquí se conduce bastante tranquilo, comparado con la costa amalfitana) y poder acercarse a alguna de sus playas cercanas, aunque no todas sean como un español las imagina.
Aquí casi todas tienen rocas y, algunas de ellas, muchas rocas. También las hay singulares, como las de Capitolo, conocida zona de bares de copas y discotecas, donde se baila literalmente al lado del agua.
Lo que no te puedes perder
Un atardecer y una visita nocturna a la playa de Capitolo y sus famosos chiringuitos.
Esta playa está al sur de Monopoli y cuenta con un gran aparcamiento (lo cuál siempre es muy buena noticia en Italia) y distintas calas con bares para tomar copas y bailar.
Aparte de eso, también es recomendable una visita a la fortaleza de Carlos V (si está abierta) y su museo de armas, la cripta de la catedral románica, si eres fan de lo sacro, y el jardín botánico “Lama degli Ulivi”.
Comer
El mejor restaurante en Monopoli está dentro de una masía del siglo XII. Se trata del restaurante de Angelo Sabatelli, (unos 50 euros de media).
Otro lugar interesante es Pasha, en Conversano, a pocos kilómetros de allí; un lugar superelegante con platos tan genuinos como la pasta de cebada o el rissotto también de cebada con gambas.
El precio, como el anterior está en 50 euros y ambos tienen una estrella Michelin.
Sin estrella, pero igualmente recomendable, es L’ Aratro, de Domenico Laera, en el pueblo de Alberobello, cocina de Apulia auténtica y sabrosa.
** Polignano a Mare, la dama serena
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