Cuando llegas hasta el Mar de Aragón te quedas atónito: es como si el Far West se hubiera quedado atrapado dentro de un inmenso lago.
¿Casi 500 km. de costa, pero de agua dulce? Menuda locura. ¿Una fake new viajera? Nada de eso. Existe
Y es que el Mar de Aragón es la mayor confluencia fluvial de la Península ibérica, y se creó tras la construcción de los embalses de Mequinenza y Caspe en 1965.
Está situado entre el sureste de las provincias de Huesca y Zaragoza y su gran balsa de agua tiene 110 km. de longitud.
Se abastece del río Ebro y llega hasta Sástago con profundidades que sobrepasan los 60 metros, y una anchura entre orillas de más de 600 metros.
Pesca y siluros
Fue precisamente en el año 1965, tras la construcción de la presa, cuando se soltaron en este gran embalse 20.000 alevines de perca y 175.000 de carpas.
Sin embargo, en estos años también se han ido introduciendo especies invasoras, como los siluros, algunos de cuyos ejemplares puede alcanzar pesos superiores a los 70 kilos.
Así las cosas, no es extraño que este lugar sea un paraíso para practicar deportes náuticos, como ocurre en Caspe, sino, sobre todo para la pesca de carpas, perca americana (Black Bass) y siluros.
Famosos en EEUU
De hecho, esta zona es lo más de lo mas para los pescadores que llegan desde Europa y el resto del mundo para practicar esta actividad al aire libre.
Tanto es así, que el pueblo de Caspe es conocido en EEUU como la capital europea del black bass (perca).
Su pesca desde barcos y con señuelos artificiales tiene tanta fama que hasta aquí se desplazan pescadores de todos los lugares del mundo.
Incluso, se celebra el campeonato internacional de pesca de black bass; que es el más prestigioso de Europa.
Parque natural
Aunque el orígen de esta inmensa extensión de agua es la presa de Mequinenza, pueblo cercano a Fraga, los pueblos principales son Caspe y Chipriana.
Cerca de esta última localidad, además, se encuentra el Parque o Reserva Natural de las Saladas de Chiprana.
La reserva natural comprende las saladas Grande y de Roces. Luego hay otras lagunas más pequeñas, como la estanca de Chiprana y Foya de San Blas.
La salada Grande, que alcanza los cinco metros de profundidad, es la única laguna endorreica de aguas salinas permanentes y profundas de Europa Occidental.
Caspe
Después de Chipriana tu destino podría ser Caspe, para lo que solo hay que seguir las indicaciones de la carretera.
Este es un pueblo un tanto especial, famoso, entre otras cosas, por poseer club náutico; si, como lo leeis, y por alojar un famoso Outlet de Adidas.
Su casco urbano cuenta con joyas como la Colegiata de Santa María, (gótico aragonés) y los restos del castillo medieval de Bailio.
Además, también encontrarás casas-palacio, como la de Piazuelo-Barberán, y los restos del mausoleo romano de Miralpeix, trasladado a la ciudad, piedra a piedra, al construirse el embalse
Puerto deportivo
El puerto deportivo se encuentra en la urbanización el Dique, aunque el embalse cuenta con distintos accesos de rampas para embarcaciones.
Nuestra recomendación es que os desplaceis hasta Chiprana y allí, tanto si os gusta la pesca como si no, os deis un largo paseo por las riberas de rodean al pueblo.
Con suerte vereis más de un siluro pescado y devuelto al agua por los ‘guiris’ que se acercan hasta el lago para su captura sin muerte.
Melocotones
Otro de los detalles que no os pasará inadvertido es la gran cantidad de frutales que se cultivan en las cercanías del embalse.
Si veis cientos de árboles con un fruto envuelto en bolsas de plástico individuales esos son melocotones, que junto a nectarinas, paraguayas e higos forman parte de la riqueza autóctona de la zona.
Una auténtica delicia por su tamaño y sabor.
Mequinenza
En Mequinenza se produce la triple unión de los ríos Cinca, Segre y Ebro forma la masa de agua dulce más importante de la Península.
Es el llamado Aiguabarreig (“mezcla de aguas”), que comparten Aragón y Cataluña.
Sotos, carrizales, aves acuáticas, mamíferos como la nutria y peces autóctonos como el pez fraile, otorgan al lugar una gran importancia biológica.
Además, debéis subir hasta el castillo de Mequinenza (cuidado que en la carretera apenas cabe un coche) para ver desde allí su presa y la panorámica del Mar de Aragón.
El castillo fue construido por los Moncada, señores de la baronía de Mequinenza.
Data de los siglos XIV y XV, aunque en 1959 lo reformó considerablemente el arquitecto Adolf Florensa.
Señala el punto fronterizo entre Aragón y Cataluña, y entre las provincias de Zaragoza y Lérida y ahora es propiedad de la Fundación ENDESA, aunque se puede visitar.
Fayón
La historia de este pequeño pueblo fronterizo con tierras catalanas está marcada por la construcción del embalse de Ribarroja, formado por la unión de los ríos Ebro y Matarraña.
El pueblo quedó sepultado bajo el embalse, a excepción de la bella torre de la iglesia de San Juan, que hoy emerge silenciosa de las aguas.
Pero en lo que verdaderamente Fayón centra su oferta turística es en las posibilidades de ocio que ofrece su embalse.
Sus más de 210 kilómetros de costa interior y sus bosques de ribera hacen de Fayón un auténtico paraíso de la pesca.
También puedes subirte en una embarcación, el “Llaüt”, que emula las antiguas barcas que navegaban por el Ebro.
Mas pistas
Lo que las guías no dicen
Las carreteras son buenas y los accesos con coche bastante sencillos, así que puede llegar hasta la orilla de los embalses para mirar, hacer fotos o simplemente disfrutar de un paseo.
La fruta (especialmente melocotones e higos) es muy buena en toda la zona, así que encontrarás puestos de venta en todos los lugares.
Zaragoza y Huesca se disputan las lindes de este mar que se alimenta de los ríos Cinca, Segre y Ebro.
El Outlet de ropa deportiva es una ‘full de Estambul. Precios desorbitados y engañosos para ropa descatalogada de Adidas, más o menos de la época del Cid Campeador.
Eso sí, siempre con gente comprando. ¿Será que es el único comercio de marca decente para comprar por aquí?
Lo que no te puedes perder
El castillo de Mequinenza y sus vistas, el castillo de Caspe y la zona de pesca de Chiprana.
Todos ellos son lugares ideales para pasear y disfrutar del paisaje.
Si te gusta el agua, en general, estos parajes tan poco conocidos y publicitados te sorprenderán.
Hay lugares ya cercanos a los Monegros que encierrran una belleza paisajística espectacular. Es como ver una película del oeste al lado de un embalse.
Comer y dormir
Para dormir, lo mejor es que te desplaces hasta Lleida, o incluso hasta Alcañiz. Allí hay hoteles de 4 estrellas que están bien y a buen precio, en un caso, y el parador en el otro.
En este sentido, hay que recordar que todas estas comarcas y pueblos están tan cerca unos de otros, que unos se creen aragoneses y los otros catalanes, por mucho que la geografía diga lo contrario.
Por ejemplo, en Fraga muchos negocios (y habitantes) no saben si son oscenses o catalanes.
En todo caso, para comer en Fraga (Huesca) el lugar más recomendable es +Billauba. Otros lugares donde comer son Espaioró y Martin.
Si tienes previsto desplazarte hasta Zaragoza, entonces te recomendamos el restaurante Quema (20/40€) y si vas a Huesca el Orígen (19/40€) y Carmen, en Binéfar.
En Lleida (que está más cerca de Fraga que Zaragoza y Huesca) y alrededores las recomendaciones son Antonie Rubíes (15/35€) en el pueblo de Artesa de Lleida; la Lluna, en Sudanell y Malena (45/67€), con una estrella Michelin, en Gimenells.