Con este reportaje sobre las islas Lofoten completamos nuestro periplo por los países nórdicos más allá de Noruega.
En anteriores post, os hemos llevado a Islandia y a Noruega, pero en medio de ambos países hay un archipiélago que concentra más de 2000 islas que se conoce con el nombre de Lofoten.
Hay tres cosas que decir de estas islas: la primera es que están por encima del círculo Polar Ártico; la segunda que, como ocurre con Islandia, tienen un clima «benigno» para su latitud, gracias a la corriente del Golfo, y la tercera es que llegar hasta allí no es fácil.
Sin embargo, comunicarse entre las islas es bastante más sencillo de lo que parece puesto que hay una especie de autovía, la E10, que las conecta a través de una red de puentes sobre el agua y bajo el mar.
¿El alojamiento? En este sentido existen unas casas de pescadores, conocidas como Rorbu o Rorbuer que, aunque no son baratas, suelen estar bien equipadas y situadas en lugares bellísimos.
¿La comida? Bueno, ya sabéis: salmón, bacalao y pescado seco en general. No es país para gourmets, pero aquí se viene a disfrutar de la naturaleza.
Cómo llegar
Además de cómo llegar, tal vez lo primero que deberíamos explicar es donde están estas islas.
Pues están localizadas frente a las costas occidentales del norte de Noruega. Como diría un madrileño, donde da la vuelta el aire, que, por cierto, allí pega y de lo lindo.
Esto lo debéis tener muy en cuenta para elegir cómo llegar, ya sea avión, helicóptero o barco. Porque curiosamente, y aparte de estos medios de transporte, también se puede ir en coche o autobús.
Qué ver
Al igual que ocurría con Islandia, si te gusta la naturaleza salvaje, aquí disfrutarás de lo lindo.
En el total de las islas viven unas 24.000 personas, así que, como puedes entender, masificación no hay.
Las islas más grandes o principales son las de Austvagøy, Gimsøy, Vestvagøy, Flakstadøy, Moskenesøy, Værøy y Røst.
Y la población más grande de las Lofoten está en la mencionada isla de Austvågøy, y se llama Svolvaer.
De hecho, en esta isla es posible aterrizar ya que cuenta con un aeropuerto de pista corta.
Allí también se encuentra el fiordo del Troll, que es una de las excursiones obligada para todo viajero, especialmente en verano.
Sostenible
Como se podía esperar Lofoten es un destino turistico «verde». De hecho, cuenta con la certificación de Destino sostenible, un sello de calidad que se otorga a lugares que cuidan el mediambiente.
Un medio ambiente que no solo es sostenible en sus recuros naturales, sino también en lo económico.
Por eso el Gobierno local y la industria turística colaboran estrechamente para garantizar que las islas son un lugar excelente en el que vivir y visitar.
Vikingos
La historia de estos lugares siempre viene marcada por sus pasado vikingo.
Por eso una de las recomendaciones es que visites el museo vikingo de Lofotr y te empapes con todas esas historias legendarias.
En Borg (en la isla de Vestvågøy), los arqueólogos han descubierto la mayor casa comunal vikinga de la época: un edificio que cuenta con 83 metros de largo y ha sido fielmente reconstruído.
Si vas en agosto, además podrás disfrutar de su festival vikingo en el que participan más de un centenar de vikingos venidos de distintos lugares.
El evento cuenta también con el típico mercadillo, concursos, obras de teatro, conciertos y otras actividades.
El museo
En el museo podrás tomar una comida vikinga, practicar el tiro con arco, remar en un barco de la época, o incluso construir una típica casa vikinga.
Lofotr es un museo que cuenta con multitud de actividades y uno de los pocos sitios (de interior), que ofrece experiencias interactivas para mayores y niños.
Sol de medianoche
Lo malo del verano es que no podrás ver las auroras boreales que se suceden en otoño e invierno. Por contra, si podrás disfrutar del sol de medianoche.
Eso significa que hay muy pocas horas de oscuridad total y, por otro lado, que si eres sensible a la luz, tendrás que dormir con las persianas bajadas.
La «autopista» de Olav
Antes lo citamos de pasada, pero es interesante recordar que las islas Lofoten están conectadas entre sí por la E10 que tiene 230 km de longitud.
Esta carretera, conocida como el camino del Rey Olav V, atraviesa de norte a sur todo el archipiélago hasta la última isla que, curiosamente, se llama «Å».
Ni que decir que el paisaje es demoledor y subyugante para las miradas y que no pararás de exclamar «ohhhh» cada vez que atravieses un islote.
En verano, entre otras actividades, podrás hacer senderismo, kayak, pesca, submarinismo o avistamiento de ballenas y cachalotes…porque bañarte no creemos que te atrevas.
Mas pistas
Lo que las guías no dicen
Una de las compañías más famosas que vuela al archipiélago es Widerøe. La ventaja es que vuelan a distintos aeropuertos dentro de las mismas islas Lofoten.
Luego, lo ideal, es que allí mismo alquiles un coche y vayas por tu cuenta. De hecho, en Leknes y Svolvær en Lofoten; y los aeródromos de Andenes y Stokmarknes, en Vesterålen podrás alquilarlo.
Lo que no te puedes perder
Al norte de las islas Lofoten hay otro conglomerado de 1.330 islas conocidas como Vesterålen.
Más al norte aún, está Tromso y aún más arriba Cabo Norte.
Vesterålen es el único lugar de Noruega en el que puedes admirar ballenas en cualquier época del año. Aquí, además de rutas de senderismo, hay playas impresionantes aparte de las de Dronningruta y Møysalen.
Otra de las visitas obligadas es la excursión al fiordo del Troll (Trollfjord). En escandinavo la «j» se pronuncia como una «i».
Comer y dormir
De los alojamientos ya hemos hablado y señalado que las cabañas de pescadores o Robauer, suelen ser las mejor ubicadas.
En cuanto a la gastronomía, aparte del pescado desecado y/o ahumado (salmón, bacalao, etcétera), también elaboran guisos de carne, principalmente del reno y el cordero.
Alguno de los platos más famosos, con estos productos como ingrediente principal, reciben el nombre de Fenalår, Pinnekjøtt, Fårikål o Smalahove.
También hay postres típicos como uno que se elabora a base de moras y nata montada (Multekrem) o los panecillos de canela cocidos al horno de piedra (deliciosos).
En lo que se refiere a los mejores restaurantes, destacamos el Maren Anna, en Sorvagen; el Friskekogen en Henningsvaer; el Borsen Spiseri, en Svolvaer, que parece una taberna vikinga y el Lofotmat, en Henningsvaer.
Todos ellos con la garantía de tomar platos de calidad en unos locales que, cada uno en su estilo, tienen una enorme encanto.