Granada, el maravilloso legado nazarí que nos sigue fascinando

Granada, tierra soñada por mi», decía el estribillo de una famosa y clásica canción.

Pero sueño o no, es comprensible que Boabdil llorara -que nadie sabe si lo hizo en realidad- cuando rindió la ciudad a los Reyes Católicos.

Por Granada han pasado multitud de pueblos y culturas como los íberos, romanos, nazaríes y cristianos; y todos se rindieron a su belleza.

Hasta el mítico equipo de rugby neozelandés, All Blacks, representó su famosa ‘haka’ delante del Patio de los Leones de la Alhambra.

Porque, lo queramos o no, el esplendor de la ciudad es árabe, musulmán y nazarí, y más allá de otros lugares míticos como la mezquita de Córdoba, la Alhambra y el Generalife no tienen paragón.

Breve historia

Puede que el nombre de la ciudad provenga del árabe gar-anat, “ciudad de peregrinos”, pero nadie está seguro de eso.

Tampoco es seguro que el rey Boabdil llorara, como dijimos, en la entrega de las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos en 1492 como dice la leyenda cristiana, pero si no lo hizo debió estar a punto de hacerlo.

Segundas taifas

Pero dejadnos que nos entretengamos en alguno de estos datos históricos porque será la mejor forma de entender la ciudad de hoy.

Entre los años 1090 y 1238, hubo sucesivos gobiernos de los almorávides y los almohades hasta que las tropas del nazarí Muhammad Ibn al Ahmar conquistaron la ciudad.

El nuevo reino nazarí (1238-1492) se extendió hasta Almería, Málaga y Cádiz y mantuvo la paz con los cristianos.

Y la mantuvo gracias a su posición geográfica, con Sierra Nevada por un lado, y su salida al mar, por otro, aparte del pago de tributos, claro está.

No en vano, durante el periodo nazarí fue cuando la ciudad alcanzó sus más altas cotas de importancia en detrimento del Califato de Córdoba que ya había sido disuelto.

De hecho, a finales del siglo XV, el reino nazarí de Granada era el último reducto musulmán que quedaba en pie en la Península Ibérica, pero la unión de Castilla y Aragón en 1474 lo cambió todo.

Tras diez años de guerra, que se dice pronto, Boabdil, el último rey nazarí, firmó las Capitulaciones de Granada el 25 de noviembre de 1491 y entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.

La toma oficial se produjo el 2 de enero de 1492, cuando las tropas cristianas entraron en la ciudad protagonizando la famosa Toma de Granada. La Reconquita se había completado.

Qué ver

Parece lógico que debido a tantos siglos bajo dominio musulmán, el ADN de la ciudad quedara marcado para siempre.

Pero es que Granada fue tan importante en la geopolítica mundial que allí se urdió la aventura del Descubrimiento de América protagonizada por Colón.

Por eso el 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, un documento que recoge el acuerdo alcanzado entre los Reyes Católicos y el almirante genovés para financiar el viaje a las Indias.

Posterioremente, entre los siglos XV y XVI, se llevó a cabo un proceso de “españolización” de Granada.

Para lograrlo se derribaron las mezquitas y se construyeron nuevas iglesias y edificios como la Capilla Real, la Catedral o el Palacio de Carlos V.

A pesar de eso, hoy, desde la plaza del Carbón, al Albaicín pasando por la Alhambra y el Generalife todo rezuma a moruno…por mucha Reconquita que hubiera.

Alhambra

Hablar de Granada, que, por cierto, tiene un clima parecido al de Madrid, es referirse a la Alhambra y el Generalife.

Su ubicación estratégica en la colina al-Sabika, frente al Albaicín y con Sierra Nevada al fondo, era y es perfecto.

No sabemos que se puede añadir de este monumento que no se sepa, por eso nosotros vamos a apelar a las sensaciones y emociones que nos provoca.

Y en este sentido, más allá del Patio de los Leones, nosotros preferimos el Palacio de las Infantas. su patio y su estanque.

Aquí, sentados al atardecer en cualquiera de sus poyetes, sentimos que en el agua del estanque se reflejaban las almas de quienes se asomaban.

La Alhambra, considerada la octava maravilla del mundo, significa “castillo rojo” y se trata es una ciudadela, palacio y fortaleza árabe única en el Planeta.

De hecho, es el monumento más visitado de España con casi 2.800.000 turistas anuales.

Un edificio que se salvó de las garras de un cafre como Napoleón, poco amante ningún arte que no fuera el de la guerra, cuyas tropas ocuparon parte del palacio y estuvieron a punto de acabar con él.

De hecho, en sus ansias de conquista, el miltar destruyó alguna que otra belleza europera como ocurrió con el Bucintoro de Venecia.

En cuanto lo que podremos ver dentro de la Alhambra podemos nombrar la Alcazaba o los Palacios de Comares, Mexuar o los Leones.

También el Partal o el «Sursum corda«, si fuera un monumento. Pero lo importante es que miréis, sintáis y disfrutéis…es una terapia que sana cualquier alma por turbada que esté.

Generalife

Los jardines del Generalife son el alter ego de la Alhambra y sus palacios. Unos jardines inmensos con el agua, de nuevo, como centro ornamental.

Sin embargo, su palacio fue la residencia del sultán y su familia. La parte más llamativa del Generalife es el patio principal, que representa el concepto musulmán del paraíso.

Palacio de Carlos V

Por mucho que el Palacio de Carlos V sea una de las obras más destacadas del Renacimiento en España, a nosotros nos parece un pegote.

¡Qué le vamos a hacer!, amigas/os. Pensamos así y eso que la fachada del Palacio, que es la entrada a la Alhambra, es espectacular.

Entrada al palacio de Carlos V

Catedral

Como el Palacio de Carlos V, la catedral del Granada es renacentista. Bueno, más concretamente, es la joya del Renacimiento español.

Catedral de Granada

Ubicada en pleno centro de la ciudad, a muy pocos metros de la Madraza, en la Catedral destaca su fachada (realizada por Alonso Cano), sus grandes dimensiones y sus quince capillas.

Capilla Real

Capilla Real

Una de ellas, y la más emblemática, es la Capilla Real donde están enterrados los Reyes Católicos.

La capilla se levantó en el lugar que ocupó la antigua mezquita mayor de la ciudad y su construcción no finalizó hasta 1517.

Hasta entonces, los restos de los Reyes Católicos descansaron en el convento de San Francisco de la Alhambra.

Puerta del Carbón

El Corral del Carbón o la puerta del carbón, como se la conoce coloquialmente, está en el centro de Granada.

Puerta del Carbón

Su interés proviene de que es la única alhóndiga -lugar donde se almacenaba y vendía el grano- del siglo XIV que se mantiene intacta en España.

El Corral del Carbón gozaba además de una ubicación estratégica junto a la Alcaicería, antiguo mercado de la seda, y la Mezquita Mayor.

Madraza

La madraza era la Universidad musulmana. En el libro -y en la película- El Médico, se muestra en toda su dimensión cómo los maestros enseñabana sus discípulos.

Sin duda, el mayor atractivo de la madraza de Granada es el habitáculo dedicado a la oración.

Además, también siguen casi intactos sus arcos de herradura, los colores originales y las celosías del techo.

El Darro

Aunque el Genil -y su vega- es el río más famoso de Granada, en realidad es su afluente, el Darro, el que atraviesa la ciudad de Granada.

Y gran parte de propios y extraños están de acuerdo en que la Carrera del Darro es una de las zonas más bonitas de la ciudad.

Paseo del Darro

Una de sus calles más famosas es el Paseo del Padre Manjón, que fue rebautizada como Paseo de los Tristes porque las familias de los muertos pasaban llorando por esta calle llevando a sus seres queridos al cementerio de San José.

Alcaicería

Este antiguo mercado árabe gozó de gran popularidad en la etapa nazarí, cuando los comerciantes que se hospedaban en el Corral del Carbón venían a intercambiar sus productos.

Situado en pleno centro de Granada, este antiguo mercado de la seda, está salpicado por un laberinto de callejuelas que deberías recorrer. 

Baños árabes

Lo baños árabes de El Bañuelo son una de las obras más antiguas de la arquitectura musulmana en la Península Ibérica.

Estos baños árabes, conocidos como Hamman al-Yawza (Baños del Nogal), fueron construidos varios siglos antes de la Alhambra, en tiempos del rey zarí Badis.

Baños árabes de el Bañuelo

Barrios

Sacromonte

Decir sacromonte es decir flamenco y casas cueva donde aún se cantan (y bailan) algunos de los palos de este arte.

Sacromonte

Si quieres disfrutar de una zambra, no deberías perderte una visita nocturna al barrio.

Además, al final del barrio se encuentra la Abadía del Sacromonte construída sobre los restos del mártir San Cecilio, una figura clave en la historia de Granada.

Albaicín

El Albaicín es el barrio que se extiende desde la parte más alta del cerro de San Miguel hasta la calle Elvira, que nace en Plaza Nueva.

Se ve desde la Alhambra, y desde sus miradores, se ve la Alhambra en una perfecta simbiosis visual. Es el lugar indicado si quieres recorrer otro laberinto de calles estrechas

Barrio del Albaicín

Mas pistas

Lo que las guías no dicen

Como ciudad universitaria que es, Granada tiene mucha marcha.

También es una ciudad con gusto por el tapeo, como casi toda Andalucía, y también como en ella en verano hace un calorcito importante.

El aeropuerto de Granada está en Santa Fé, pero no tiene muchas conexiones de vuelos. Precisamente, las comunicaciones, siempre ha sido uno de los problemas de la ciudad.

¿Hay AVE? Sí, más o menos, porque para recorrer sus cuatrocientos y pico kilometros tarda 3,5 horas, lo cuál no es muy veloz que digamos.

Y luego siempre os quedará el autobús, o ir en coche, que es lo mejor.

Serranía de Granada

Lo que no te puedes perder

Respetando que te guste el Renacimiento, los monumentos cristianos y demás, lo que no te puedes perder es la Alhambra.

Podríamos haber hecho este reportaje refieriéndonos sólo a ella y ya estaría justificado para hablar de Granada.

Además de eso, a nosotros nos gustan, especialmente, el Albaicín, la Puerta del Carbón y el paseo del Darro

Sierra Nevada es uno de los atractivos cercanos a la capital

Comer

La gastronomía granadina tiene muchas huellas andalusíes y musulmanas: aceite de oliva, especias….en fin un lujo para los sentidos.

Y aunque no sea del agrado de todos, uno de sus platos típicos es la tortilla sacromonte, que está hecha a bases de sesos.

El lugar donde este plato alcanzó cotas de excelencia fue el restaurante Los Manueles.

Y dejadnos que os contemos como fue la primera vez que visitamos este local, en el centro de Granada.

Aparte de comprobar que el Rey Emérito había disfrutado de sus viandas, por las fotos de las paredes, lo que nos llamó la atención fueron sus camareros.

Más concretamente, la lentitud de sus camareros, que no se alteraban por nada del mundo y que parecían caminar a cámara lenta.

Otros platos

Otros platos típicos «granainos» son las habas con jamón, las berejenas con miel y el remojón (naranja, bacalao, aceitunas, huevo cocido, cebolla y tomate)

Salón del restaurante Los Damasqueros

También son famosos la Zalamandroña; una ensalada de pimientos, calabacín, bacalao, tomate seco, aceitunas y aceite de oliva. y como postre los bizcochos de crema conocidos como Piononos (de Santa Fe).

¿La mejores tapas? Es difícil decantarse, pero el barrio del Realejo es una buena opción para disfrutar de ellas.

En el casco histórico, las mejores zonas para comer son la Plaza de María Pineda, Plaza Nueva y la Carrera del Darro. La marcha está en los aledaños de la calle Elvira donde también hay locales para cenar.

En cuanto a los restaurantes, tal vez uno de los mejores de Granada sea Los Damasqueros. Capitaneados por la chef Lola Martín, allí se cuida hasta el último detalle.

Otras opciones para comer son Maria de la O, Puesto 43, Faralá (cocina creativa) y Cala (otro moderno restaurante gourmet) que dispone de una barra para sibaritas de la gastronomía.

Fuera, a 7 km. de Granada, en el pueblo de Monachil, tenéis La Cantina de Diego y sus famosas verduras del Río Monachil.

***Los pueblos blancos de Cádiz

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