El restaurante Exforo, en la bella ciudad italiana de Padua (Padova), representa la belleza y el buen gusto «a la italiana».
Ubicado en los antiguos establos desde donde antaño salían los ejemplares que se vendían el mercado de ganado del pueblo, este restaurante ofrece unas vistas espectaculares de los jardines de Prato della Valle.
Aparte del restaurante gastronómico, también alberga un bistró (Forería) donde se sirven platos más informales y una coctelería (Circolo) para tomar algo antes o después de la cena.


La terraza
Aunque el restaurante principal es, sin duda, el punto central aquí, con su decoración contemporánea de colores oscuros y su cocina moderna y colorida, en verano la terraza es territorio cum laude.
Y es que si en Exforo encuentras algo que sea estridente, es que te has confundido de lugar.
Este local que está dividido en tres partes con una central que actúa de puente entre el restaurante/bistró y la coctelería.
La terraza donde se haya el bistró te enamorará a primera vista, ya vayas de día, al atardecer o de noche.
Todo es tan ideal como parece en las fotos que hicimos y solo echamos de menos que la bonita plaza del «Prato della Valle» estuviera mejor iluminada.


Mercadillo
En esta plaza del centro de Padua los sábados ponen un mercadillo (o mercadazo) que ocupa toda su extensión.
Pero cuando se van los comerciantes y limpian la zona, aparece en toda su esplemdor y belleza.
Así que desde las mesas de Exforo se ve toda la plaza que, como dijimos, está muy poco iluminada al anochecer, pero, bueno, no se puede tener todo.

Primer piso
Los tres locales están en el piso superior del edificio emblemático antes mencionado y el personal que lo atiende es joven, atento y profesional.
En cuanto a la clientela….bueno pues también joven, guapa y estilosa, como corresponde a un lugar así.


Bistró
Nosotros cenamos en su bistró la Forería porque ese día el restaurante estaba cerrado, pero la comida no variaba en la calidad, aunque la carta era más reducida.
Comenzamos con una sencilla ensalada de tomate, burrata y crema de calabacín ahumado que nos supo a gloria bendita.
También probamos una sugerencia del chef en forma de tartar de buey con trufa nagra y nueces (26 €) que, como era obvio estaba de diez.
Después tomamos el inevitable vitello tonato (16 €) con su carne en salsa de atún que estaba tan delicioso como parecía.
Pero lo mejor, sin duda, fue la lubina con flores de calabacín y crema bearnesa (26€): un plato espectacular que está en la carta de Exforo y en el bistró.


Tradición
De postre, como mandan los cánones y la tradición nos decantamos por un excelente tiramisú (6€) y un helado de leche sobre lecho de cerezas y cumble de galleta (7€) también riquísimo.
Y envueltos en este ambiente ya mágico de por sí y habiendo cenado en la terraza, en primer linea, con el «Prato della Valle» a nuestros pies, no podíamos terminar sin darnos un par de homenajes.
Un Negroni y un Aperol fueron nuestros compañeros de este fin de fiesta en el que la aparición de la lluvia nos obligó a resguardarnos bajo techo.
Pero ya nada podía estropear esta gran velada en la que tanto el jefe de sala como los camareros/as estuvieron siempre a la altura de las circunstancias.





Nuestro menú
📕Mejorable 📙Aceptable 📗Bueno 📘 Excelente
Entrante 📗 | ENSALADA DE BURRATA CON BERENJENA |
Entrante 📘 | TARTAR, TRUFA NEGRA Y NUECES |
Principal 📘 | VITELLO TONNATO |
Principal 📘 | LUBINA AL HORNO CON SALSA BEARNESA |
Postre 📘 | HELADO DE LECHE CON CRUMBLE DE GALLETA |
Postre 📘 | TIRAMISÚ |