Ciclo es uno de los restaurantes más innovadores de Cádiz.
Situado muy cerca de la plaza de San Juan de Dios y del ayuntamiento, tiene una oferta gastronómica que el chef, Luis Callealta, ha diseñado a su medida.
El local, con terraza, espacio interior para el tapeo, un reservado y una sala han sido diseñados por Luis y su amigo Gonzalo de forma artesanal, ya que han intervenido casi piedra a piedra en su rehabilitación.
Callealta trabajó casi nueve años en Aponiente con Ángel León, así que no puede evitar poner en la mesa de sus comensales parte de lo aprendido con el «chef del mar».
El cambio
Pero un día Luis Callealta decidió dejar «el nido» de León para volar solo, venirse a la capital y montar, junto a su esposa Rocío, su restaurante C.I.C.L.O.
Ciclo parece un acrónimo de «Cádiz, Investigación, Calidad, Libertad y locura y Obsesión por la tradición», pero que el propio chef simplifica la definición diciendo que la palabra expresa el deseo de un cambio de ciclo en su vida profesional; de crear algo nuevo, sin más.
En nuestra visita, pudimos pisar el suelo del local que tiene nada menos que 135 años y probar algunas de sus elaboraciones más emblemáticas.
Aparte de la carta «de barra», ya de por sí atractiva, Ciclo cuenta con un menú degustación de 8 pases (2 postres) por 56 € donde, como el propio chef dice, «combina la excelencia, el origen, la creatividad y la memoria gustativa».
Carta diaria
Luis Callealta cambia de menú cada día porque solo elabora sus platos con el producto del mercado de esa jornada.
Eso le da dos ventajas estratégicas: una, que nadie sabe cuál es el menú hasta el mismo día, y dos, que permite que haya más gente que pueda repetir visita al restaurante durante la semana.
En la sala, como ocurre con otros matrimonios dedicados a la restauración, está Rocío, mientras en cocina renuevan platos tradicionales.
Toma de contacto
Nuestra primera toma de contacto con su cocina fue un sorprendente cóctel de gazpacho de zanahorias aliñadas y aceitunas que es el perfecto aperitivo para entrar en materia: refrescante y rico; muy rico.
Después, tomamos un tartar de bonito en tosta con trufa, piparra y pepinillo, en la que estos dos últimos ingredientes le dan el toque vinagrosos que necesita.
En carta también tienes hojas de lechuga rellanas de ortiguillas fritas y salsa kimchi (11€); steak tartar sobre patata, ali oli y sriracha (una salsa picante tailandesa) o croquetas de puchero ibérico y hierbabuena (8€).
Camarones
En la restauración gaditana no pueden faltar los camarones, así que en Ciclo, Callealta también los utiliza a su manera.
Y es que los sirve dentro de unos buñuelos con mayonesa de perejil (11€) que están de fábula. Sin grasa, perfectos de sabor y textura; una gozada.
Cuatro partes
La carta de tapas está dividida en cuatro apartados, cada uno de ellos con sus respectivos platos: «Para empezar», «De manos», «Para entrar en calor» y «Para terminar».
Del apartado para entrar en calor, el chef propone unos sencillos huevos fritos al ajillo, con patatas y gambas cristal cuyo resultado es espectacular.
Pero, si lo prefieres también tienes unas chips de choco y berenjena sobre sopa de tomate y hierbabuena (14€).
Incluso puedes comer hasta un cachopo, en este caso de atún, mojama, queso de la sierra y patatas fritas (26,50€).
Pero para arte, el que se expresa en unos excelsos raviolis de bonito en salsa de pan frito (16€).
Lo mejor que se nos ocurre decir de ellos es que llevan una salsa que se parece mucho a la salsa de almendras y pan frito que hacía mi madre para acompañar las albóndigas.
Una delicia elaborada por Callealta que resiste, sin quebrarse, el envite de enfrentarse a una cocinera tan espectacular como nuestra madre.
Ese postre me suena
De postre, también dispones de cuatro posibilidades. Una de ellas nos sonaba en la memoria gustativa, aunque fue igual de sorprendente.
Nos referimos al melón mojito casero osmotizado. Una delicatessen refrescante y contraria a la voluntad anti fruta de muchos restaurantes, que ya se sabe que son poco proclives a poner fruta de postre.
El segundo en discordia fue un arroz con leche y limón marroquí a nuestra manera que fue un soplo de seda y delicadeza palatina (ambos postres 6€).
Eso sí, también puedes pedir plátano, tofe, y nueces garrapiñadas (6,50€) o el socorrido coulant de chocolate, almendras y café (7€).
En resumen, del menú degustación nada os podemos decir porque no lo tomamos, pero si podemos opinar de la carta de barra, que se toma en sillas altas, en la mesa central o en la terraza, y que es de categoría.
Todo está muy bueno o excelente, Rocío, en sala, excepcional, y es que ninguno de los platos que probamos tenían la menor pega que ponerles.
Como tampoco hay que dejar de la lado el vino gaditano que, sobre todo los blancos, no solo son muy agradables de tomar sino que tienen un gran nivel al margen de su precio.
Así que, ya sabes, si vas a Cádiz el restaurante Ciclo debe ser una de tus direcciones gastronómicas imprescindibles.
Nuestro menú (en barra)
- Cóctel de gazpacho de zanahorias aliñadas y aceitunas
- Tartar de bonito en tosta con trufa, piparra y pepinillo
- buñuelos de camarones con mayonesa de perejil
- huevos fritos al ajillo, con patatas y gambas cristal
- Raviolis de bonito con salsa de pan frito
- Melón mojito casero osmotizado
- Arroz con leche y limón marroquí a nuestra manera
- Vino, Forlong blanco. Uva Palomino y Predro Ximenez,. Vino ecológico de autor de Puerto de Santa María, untuoso, fresco, y con notas salinas.
Ciclo. Calle Sopranis (Amaya 1) Telf. 956256704. Cádiz. reservas@ciclorestaurante.com
