La península de Yucatán está plagada de construcciones y ciudades Mayas, pero Chichén Itzá es, probablemente, las más importante.
En dicha península hay palacios, castillos, mausoleos y centros de culto, y todos se encuentran situados en la zona más turística, y probablemente más vigilada, de México: la Riviera Maya.
Ciudades y edificios tan emblemáticos como la citada Chichén Iztá, o las de Cobá, Tulum y Ek Balam, muchas de ellas en medio de la selva.
Qué ver
Y es que la ciudad de Chichén Itzá.representa el lugar mítico, por excelencia, de la cultura Maya.
Sus piedras guardan tal vez leyendas negras de sacrificios que, ciertos o no, te involucran, casi sin querer, en esa forma de vida.
Una civilización tan inteligente como radical y cuyo culto al sol les permitió desarrollar muchos conocimientos astronómicos.
De hecho, a su manera, concibieron el calendario anual de los 365 días.
Asimismo, y aunque a muchos kilómetros y años de distancia, tanto sus construcciones arquitectónicas, como su escritura simbólica o sus cultos tenían mucho que ver con la civilización egipcia.
¿Cómo era esto posible? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero la conexión parece evidente con pirámides aquí y allá.
Amor a primera vista
La primera vez que llegamos a Chichén Itza –somos repetidores- , un «ohhh» brotó de nuestras cuerdas vocales.
Entonces se podía subir a lo más alto de la pirámide de Kukulkán ( y subimos, ¿what else?), pero ahora ya no es posible desde que se despeñó por sus piedras un turista, dicen, americano.
Pero lo cierto es que la subida imponía respeto, y la bajada aún mas, si no te sujetabas de la cuerda central (en la foto superior).
Después, cuando llegabas arriba, la sensación de vértigo al asomarte (sin quitamiedos) era brutal, tanto que para dar la vuelta al recinto, la gente pegaba el trasero a la pared.
La boca del pozo
Fundada hacia el año 525 d.C., Chichén Itzá o ‘Boca del pozo de los brujos de agua’, en lengua Maya, era centro de culto y peregrinación.
Corre la leyenda de que desde lo alto de la pirámide de Kukulkan, o serpiente emplumada, se sacrificaba a la gente arrancándoles el corazón, como reflejó Mel Gibson en la película Apocalipto
Kukulkán es una pirámide de cuatro lados -al que algunos también llaman el castillo- que culmina en un templo rectangular.
Se asienta sobre una plataforma, también rectangular de 55,5 metros de ancho, y tiene una altura de 24 metros.
Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y una más que conduce al templo superior, sumando 365 escalones, uno por día del año. ¿Coincidencia?
Serpientes emplumadas
Unas balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán.
Es en estas escalinatas es donde se proyectan, durante el transcurso del equinoccio, (dos veces al año en primavera e invierno), las famosas sombras de las aristas.
Aristas y sombras que dan la impresión de que las serpientes cobran vida como representación del descenso de Kukulcán a la tierra.
Pero la pirámide, con ser la más conocida y maravillosa, no es el único lugar de interés de este enclave tan espectacular.
Observatorio astronómico
Por ejemplo, hay que destacar el observatorio astronómico y la iglesia, justo en unos flancos de la esplanada.
Este es un lugar al que no llegan todos los turistas por desconocimiento, falta de tiempo…o porque se han desmayado por el camino si la visita se realiza a mediodía y en verano, es imprescindible.
Por eso lo mejor es acudir de buena mañana para no freirte en medio de la selva con el calor y una humedad de casi el 100 %.
También, aunque sea poco fotogénico, es muy importante destacar que en Chichén Itzá se encuentra el Maracaná del juego de pelota maya.
Juego de pelota
Dicho juego de pelota era una rara mezcla de competición deportiva y ritual de sacrificio.
Por su duración -podía desarrollarse durante días- más parecería una maratón que nadie sabe, a ciencia cierta, cuándo y cómo terminaba.
Podían pasarse días jugando dos equipos de 7 jugadores para meter una pelota de caucho de unos 4 kilos de peso en unos aros imposibles y golpeando solo con caderas, codos y rodillas.
Parace que también hay indicios de que en algún momento (es un juego milenario) pudieron usar algo parecido a raquetas para golpear.
Sigue discutiéndose si la muerte era premio o castigo para el capitán del equipo ganador o perdedor (que tampoco se sabe).
Patrimonio de la Humanidad
Otros de los lugares que debéis visitar son el cenote sagrado y el templo de las columnas.
La zona arqueológica de Chichén Itzá fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988.
El 7 de julio de 2007, el Templo de Kukulcán, fue reconocido como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
Este título honorífico se debió a una iniciativa privada, sin el apoyo de la Unesco, pero con el reconocimiento de millones de votantes de todo el mundo.
Más pistas
Lo que las guías no dicen
En cuanto a cuál es la mejor forma de hacer estas excursiones, podéis hacerlas por vuestra cuenta, ‘manejando’ un coche.
Sin embargo, no es muy recomendable, no solo por el mero hecho de conducir, sino por la vigilancia policial que existe (son implacables con los guiris).
Y en cuanto a donde contratar las excursiones, nuestra recomendación es que lo hagáis con excursiones riviera maya.
La empresa está localizada en Playa del Carmen y es mexicana, pero está regentada por españoles.
Aparte de buenos precios y trato personalizado, las visitas a los lugares las haréis a las horas en que hay menos gente y en pequeños grupos.
Ellos te recogen en el hotel y además se puede reservar desde España, donde disponen de delegación, y pagar con la moneda que quieras (pesos, dólares o euros).
Lo que no te puedes perder
Aparte de Chichén Itza, te recomendamos que visites Ek Balam, Cobá, Tulum y, por supuesto Playa Paraíso, justo al lado de Tulum.
En cuanto a los cenotes, sin duda deberías visitar el de Ik Kill, y la playa de Akumal para nadar con sus tortugas.
Entre los parques acuáticos que deberías conocer, tienes Xcaret (más artificial) y, desde luego, Xel ha, que cuenta con un río natural.