El Canal de Castilla es una red navegable que discurre por las provincias de Valladolid, Palencia y Burgos.
En su sistema de exclusas se inspiró Panamá para construir su gran canal.
Y es que, aparte de castillos, iglesias y conventos, la provincia de Valladolid esconde tesoros que merece la pena visitar.
Trazado
El Canal de Castilla lo cavaron 4.000 presos y tenía la intención de unir por vía fluvial Santander con Madrid a través de las aguas de los ríos Pisuerga y Sequillo.
Discurre por las provincias de Valladolid, Burgos y Palencia.
En total, casi 200 km. de canales en forma de “y” cuya ingeniería civil del siglo XVIII inspiró el sistema de exclusas que luego, años después, se implantaron en el canal de Panamá.
Cereal y bueyes
En su día, el canal era utilizado por los agricultores de la zona para acarrear el cereal .
Recordemos que Castilla era el principal proveedor de España y resto de Europa de esta apreciada planta.
Se transportaba en barcas que arrastraban por el río tiradas -mediante un sistema de atado- por bueyes.
Sin embargo, esta obra de ingeniería no pudo completarse por los conflictos bélicos que concurrieron en la época, entre ellos la invasión francesa y el levantamiento en armas de Madrid en 1808.
El camino de hierro
Pero, sobre todo, el principal rival fue el tren con la apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey.
Esta línea transcurría paralela al canal y no soólo era no sólo un medio de transporte más rápido, sino más barato.
Ahora, esas instalaciones han sido recuperadas para el turismo y la diputación de Valladolid las ha convertido en una de las atracciones turísticas más llamativas de la zona.
Perfecto finde
Es una excursión perfecta para un fin de semana en pareja e ideal si se viaja con niños.
El barco que hace el recorrido parte de la localidad de Medina de Rioseco, también llamada Ciudad de los Almirantes, y hace distintos recorridos (conviene reservar en el telf. 983 701 923).
Unos son lineales, y duran una hora, y otros suben y bajan diversas exclusas (son más divertidos) y suelen durar entre dos y tres horas.
La dársena donde se toma el barco, es la más amplia de todas las del Canal, con unas dimensiones de 332 metros longitud y 52 metros de ancho.
Cerca de ella, también se pueden contemplar diferentes edificaciones asociadas a su actividad industrial como el dique seco, las cuadras, la vivienda, o la famosa fábrica de Harinas San Antonio.
Completar la visita
En plena ruta, y después de volver a la autovía A6, y en dirección a Madrid, nos encontraremos con otra joya de la ruta de los castillos.
Nos referimos a la fortaleza de Medina del Campo. Totalmente reformada, y ahora visitable, queda justo al otro lado del pueblo en un paraje que parece reservado para él.
Pero, si lo que queremos es ver un castillo absolutamente espectacular, nuestro destino debe llevarnos hasta Peñafiel.
Su castillo es el más bonito de toda la provincia, acoge al Museo Provincial del Vino y se recorre con una visita guiada que hará las delicias de los más pequeños.
Desde sus almenas se divisan los ríos Duero y Duratón, aparte de muchas de las bodegas que fabrican el famoso vino de la Ribera del Duero, como la de Protos.
De hecho, parte de esta bodega discurre con diversas galerías por debajo del castillo.
En este pueblo, lo más destacable son la torre del reloj, o las iglesias de San Miguel, San Pablo y Santa María.
Tampoco debes perderte la plaza del Coso, de origen medieval, no es circular como todas las plazas, aunque utilizaba para celebrar corridas de toros.
De hecho, parece que en el medioevo, aparte de para fiestas se empleaba para celebrar torneos de justas.
Mas pistas
Lo que las guías no dicen
Los recorridos del barco que parten de Medina de Rioseco son muy variados.
Si no atraviesan el sistema de exclusas son un poco aburridos (el barco va a 8km./h),pero son los más cortos.
Los que llegan a la exclusa 6 son los más divertidos, pero tardan 3 horas.
Hay que valorar bien que recorrido nos viene mejor, porque a veces el barco se convierte en un gallinero de voces y paseantes, así que… paciencia.
Lo que las guías no dicen
El castillo de Peñafiel tiene un red de túneles que fueron convertidos en bodegas.
Te recomendamos que pruebes los mantecados y empiñonadas de las pastelerías de Medina de Rioseco.
La pastelería más famosa es la Espiga, pero antes, durante y al final de la calle Mayor, hay unas cuantas y todas buenas.
También hay unas charcuterías y fruterías de impresión en las que es imposible no comprar.
Comer y dormir
En Medina, un lugar bueno y barato para comer es el mesón La Rúa.
Y en Peñafiel, aparte del restaurante «Conde Lucanor» , en el convento de las Claras, una buena opción es el restaurante el Molino.
Fuera de allí, la recomendación es La botica de Matapozuelos (40-85 €), con estrella Michelin, cerca de Medina del Campo.
Si el precio no te asusta, también tienes el reciente estrella Michelin Taller, de Bodegas Arzuaga y el chef Victor Gutiérrez, en Quintanilla de Onésimo (50-130€),
Además, dispones de otros dos restaurantes buenos y bonitos, aunque no baratos, como son Cepa 21 y Ambivium. ambos en la zona de Pesquera y ambos con precios entre 60-80€.
Convento
En cuanto a dormir, el mejor lugar está en Peñafiel y es el hotel Spa Convento las Claras.
Aparte de unas instalaciones espectaculares y una atención al cliente magnífica, el hotel tiene como otros bastiones como la gastronomía.
Además, dispone de un Spa, no muy grande, pero con todo lo necesario -incluidas sauna finlandesa y hamman– para relajarse al final de la jornada.
Además,el hotel está situado estratégicamente en una de las zonas más bonitas y céntricas de Peñafiel, justo al lado del río.
- La Alberca salmantina