Ávila: la fortaleza de los caballeros y el misticismo

Ávila, situada a pocos kilómetros de Madrid, es tal vez la ciudad amurallada mejor conservada de España.

Aunque las murallas de Ávila son medievales –siglo XII–, Azorín decía que era “la ciudad con más siglo XVI en sus calles”, embelesado, sin duda, por la profusión de casas fuertes y palacios que se construyeron en esa época.

En cada piedra está reflejado desde el último gótico al renacimiento, sin olvidar el mudéjar y la judería.

Pero estos palacios siempre mantienen dos constantes en sus fachadas: la puerta descentrada y sobre ella una ventana o un balcón.

Mejoras visibles

Sin embargo, estas loas arquitectónicas, sin duda merecidas, no las hubiéramos expresado de esta manera si hubiéramos visitado la ciudad, pongamos, hace 20 años.

El salto cualititativo de conservación y rehabilitación de todas las joyas arquitectónicas que posee la ciudad ha sido indudable.

Y es que, ahora, pasear por esta bella ciudad castellana es un placer, pero, eso sí, convendría que fuerais antes de que llegue el intenso frío invernal.

Y decimos pasear, porque es de lo que se trata. Dejar el coche aparcado extramuros y entrar por cualquiera de sus puertas para abalanzarse sobre sus monumentos y su historia.

Qué ver

Murallas

Una de las atracciones de la ciudad es hacer una visita a las murallas.

Se puede (y se debe) subir a ellas y pasearlas por los tramos accesibles. Hay que pagar entrada, claro, pero este pase también permite la subida al Adarve.

El recorrido bien pudiera comenzar por la Casa de las Carnicerías, la Puerta del Alcázar o el Arco del Carmen, desde donde podemos contemplar el paisaje urbano.

Un paisaje formado por torres y espadañas y el que nos ofrecen la sierra de Ávila y el Valle Amblés.

Desde ellas se divisan, también, no sólo distintos barrios de la ciudad, sino sus múltiples edificios, algunos de gran valor artístico.

Paseo de las murallas

La plaza del mercado

Otro de los lugares emblemáticos es la plaza del mercado.

En las inmediaciones de la plaza del Mercado Grande se encuentran gran parte de las 30 casas señoriales de Ávila, todas intramuros.

Declarada Patrimonio de laHumanidad en 1985 y desde el año 2005 está integrada en la Red de Juderías Españolas.

Y es que, como en otras muchas de las ciudades medievales, aquí convivieron judíos, mudéjares y cristianos.

Santa Teresa

No se puede hablar de Ávila sin refierirse Santa Teresa de Jesús. Y no solo fue la villa donde la Santa pasó sus últimos días Santa Teresa sino porquem cuenta con recorrido turístico propio.

Si hacemos dicho recorrido teresiano iremos del gótico al renacimiento y del manierismo al barroco a través de la vida y obra de esta religiosa. Por eso se dice que dentro de Ávila hay una ciudad mística.

Misticismo viene marcado por Teresa, nacida aquí y que, según cuenta la historia (muchas veces contradictoria), mantuvo una relación de amor-odio con la ciudad.

La leyenda teresiana

Teresa de Cepeda y Ahumada, nació en Ávila en 1515 y su influencia sobre la ciudad durante todo el siglo XVI y hasta nuestros días es innegable.

Uno de los atractivos de la visita es, aparte contemplar la estatua junto a la puerta del Alcázar de las murallas, visitar la celda en la que la religiosa pasaba sus días y el pequeño huerto donde, se supone, meditaba.

Los cuatro postes

Cruzando el río Adaja, en las afueras de la ciudad, se encuentra un humilladero de cuatro columnas con dosel (denominado los Cuatro Postes).

La historia dice que allì, y tras ser explusada de la ciudad por sus divergencias a la hora de entender la expresión de la religiosidad, Santa Teresa se quitó las sandalias y sacudiendolas dijo: «De Ávila, ni el polvo».

Sea como fuere este lugar es el mejor para tomar las mejores fotos de la ciudad, sobre todo al atardecer.

Museo de la ciudad

También es interesante visitar el Museo de Ávila, situado en la Casa de los Deanes, con sus colecciones de arqueología, arte popular y bellas artes.

Iglesias y conventos

Si te gustan los conventos, las iglesias y los palacios en Ávila puedes sufrir un atracón.

Obviamente, uno de los monumentos a visitar en la Catedral, pero también la Basílica de San Vicente, el Monasterio de Santo Tomás y, clro, el centro de Interpretación del Misticismo.

Catedral de Ávila

También puede ser buena idea acercarse hasta la iglesia de San Esteban, del siglo XII, porque es la única de estilo románico intramuros.

Iglesia de San Esteban

Tenerías y hornos

Entre las obras civiles destacar las Tenerías de Origen Judío de “San Segundo”.

Se trata de un complejo artesanal dedicado al curtido de las pieles -tenerías- que pudo estar en funcionamiento desde la época medieval (finales S.XIV).

Actualmente declaradas BIC (Bien de Interés Cultural) con la categoría de Conjunto Arqueológico.las al descubierto.

Hornos postmedievales

Situados en la actual calle Marqués de Santo Domingo, estos hornos de alfarería fueron desenterrados 1995.

El recinto es rectangular y consta de dos hornos gemelos -de ladrillo árabe- de planta circular cuya boca de alimentación queda abierta en el propio cierre meridional del recinto.

Palacios

Los palacios son otro de los bienes más destacados de la capital abulense que es, junto a Toledo y Segovia, la «triología» perfecta cuando uno visita Madrid.

El palacio de los Verdugo, el de los Velada (ahora hotel) o el de Valderrábano (solo se conserva la portada) son testigos de los que decimos.

El de los Verdugo primero de ellos fue declarado Monumento Nacional en 1976, actualmente alberga la Sede de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, el Archivo Municipal y la Concejalía de Patrimonio y Turismo.

Por último, el Torréon de los Guzmanes, actualmente es sede de la Diputación Provincial de Ávila.

En sus antiguas caballerizas se ha instalado «vetona», el Centro de Interpretación de la cultura vettona.

Más pistas

Lo que las guías no dicen

Los Vetones y Verracos (figuras de piedra con forma de toro, cerdo…) eran señas de identidad de la Ávila en del siglo VII a C.

Así que antes de que los romanos plantaran aquí «sus posaderas» estos pueblos celtíberos fueron sus dueños y señores.

Los famosos Verracos

Luego los romanos diseñaron la estructura urbana, tanto la capital como muchos pueblos de los alrededores.

Para ver cómo vivían, nada mejor que visitar el Torréon de los Guzmanes.

Lo que no te puedes perder

Por supuesto, la visita a las murallas.

Tienen dos kilómetros y medio de perímetro, nueve puertas (del Alcázar, Peso de la Harina, San Vicente, el Mariscal, del Carmen, San Segundo, de la Malaventura, de la Santa o Montenegro, del Rastro) y tres poternas.

Comer y dormir

Pos historia y por belleza, el hotel Palacio de Valderrábanos, junto a la catedral, es una de lasmejores opciones para pernoctar.

Palacio de Valderábanos, a la dcha.

Además, su restaurante, el fogón de SantaTeresa, no le desmerece en absoluto. También es interesante el Hotel Palacio de los Velada y como tercera opción el Parador de Turismo.

En cuanto a comer en la “ciudad de los caballeros” esta es famosa por sus carnes y las yemas de Santa Teresa, entre otras viandas.

Además, tiene una ternera con denominación de origen –raza avileña– que es como el kobe español.

Entre los restaurantes, el mejor, sin duda es el Almacén (45€). Está situado a la salida de Ávila, en la carretera que lleva a Salamanca.

De hecho está junto al río Adaja, en un viejo almacén que fue construído en el siglo XIX (1880) como panera de trigo de la ciudad.

El restaurante, desde que se inauguró, cuenta en los fogones con la chef Isidora Beotas: una apasionada de los guisos tradicionales.

Fachada del restaurante El Almacén

Otras buenas opciones son la Taberna de los Verdugo (30 €) y el Molino de la Losa (35€). Eso, o te marchas a Segovia a comer.


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