¿Por qué siempre llueve en Semana Santa?
¿Os a acordáis de aquel slogan promocional de ‘somos los conguitos, riquísimos de comer…’, pues en TVE hacen lo mismo, pero con el tiempo. ‘Somos los del tiempo’, dicen, en una foto en la web del ente público, ‘los que nunca aciertan con el tiempo’, deberían decir, porque entre explicar perturbaciones, ciclogénesis y demás ‘se les va el vino en catas’ y puede que, aunque esté granizando en tu ventana, ellos digan que hace un sol espléndido.
Cuando aciertan siempre, y no es por sus habilidades, es en Semana Santa. Suelen augurar un tiempo chungo, pero eso es fácil de acertar porque en SS siempre hace malo. Así que es fácil de explicar sin recurrir a los aspavientos, movidas de cuerpo, contorsiones y demás, tal y como escenifica la directora del tiempo de la 1 de TVE, que se mueve mas que los ‘Loco Mía’, aunque sin abanicos, y cansa por igual a ancianos, niños, adultos y parados. ‘Menos movimientos y más aciertos’, diría yo, y que el espacio se reduzca en tiempo, que para decir si va a llover o no, y no acertar, tampoco hay que tirarse media hora hablando y gesticulando.
Pero para abanico/ventilador el de la Obregón, que ha escrito sus memorias selectivas, Así soy yo. Y digo selectivas porque ha eliminado de ellas al pobre Darek, supongo que por ser un desagradecido y darle boleta después de haberle sacado los hijares publicitarios. Me da miedo la Obregón, no por sus pomulos de muñeco Monchito, sino porque en medio de la vigilia nos habla de la carne, de los 40 novios buenos que ha tenido, cuando su vida es, en realidad, un potaje.
Es lo que tiene escribir memorias en estos tiempos de austeridad, que te salen los recuerdos de todo a un euro y eliminas la memoria histórica a tu antojo, sin rubor, como si fueras un político de estos que proclaman cosas en la oposición y hacen la contraria cuando están en el poder.
Ahora a los políticos les ha dado por hablar de austeridad y lo llevan grabado en la frente con un código QR (quick response barcode); es decir los modernos códigos de barras. Así que si les acercas el teléfono al frontispicio te sale impreso: austeridad y, yo añadiría, patrocinio. Porque si hoy quieres trabajar o buscarte las habichuelas o lo que sea, debes buscarte un patrocinador. En España a hay tanto paro y miedo que hasta las estaciones de metro, como la de Sol, en Madrid, tienen que patrocinarse (ver foto). Es lo moderno, lo que llega…o te adaptas, o sucumbes. El problema es que nos han cambiado las intrucciones de uso de esto que llamamos vida y vida laboral y somos incapaces de hacernos a la idea de donde estamos.
Ahora hasta los burritos tiemblan de miedo porque con lo de la austeridad y la crisis (ellos que se habían acostumbrado a ser animales casi de exposición) es posible que el ministro Gallardón les obligue a procrear mas allá de lo razonable o que algún maltratador les obligue a tatuarse un código QR con las tarifas lowcost entre ceja y ceja.
No sé, el mundo se ha vuelto del revés. Todo ha cambiado en este loco mundo, que diría Ingrid Bergman en Casablanca. ¡Cómo estaremos que hasta la Obregón ha escrito unas memorias de bajo coste, de usar y tirar, como mandan los tiempos. Todo cambia, menos el condenado tiempo en Semana Santa… que siempre llueve. ¡Ay Señor!
Muy agudo, con párrafos geniales, cargas de profundidad a raudales y muy mordaz y satirico. Me he reído hasta ddscolgarme los "hijares"