Selfie restaurante lleva poco más de un año abierto. Bueno, para ser precisos, quince meses desde que cambió de propietario, pero sigue llamándose igual: Selfie; un nombre absolutamente evocador y actual.
Los propietarios son el grupo valenciano Marina, y su gerente, Alejandro, es quien se encarga de dirigir a las 9 personas que trabajan aquí para atender una media de 120 comensales.
El local agradable, despejado, está en el barrio Salamanca de Madrid. Con forma de U, la misma forma divide la oferta del local. Por un lado, la barra y el comedor, y por el otro la cocina y una sala donde se pueden celebrar eventos.
Sin concepto fijo
La cocina a la vista elabora platos sin un concepto determinado. Como dice el propio gerente, «siempre nos preguntan por cuál es el concepto de cocina (nosotros no lo hicimos, porque lo dejaba entrever la carta) que tenemos en el restaurante.
Y lo cierto es que no tenemos uno concreto. Solo nos mueve utilizar buena materia prima y que los platos les gusten a los clientes».
En nuestra visita al restaurante las raciones nos parecieron adecuadas, pero parece ser que no todo el mundo piensa igual.
Alejandro señala, cuando habla de sus paellas, que «nosotros ponemos 100 gr. de arroz por persona, porque pensamos que esta es la ración normal y más adecuada para la mayoría, pero nos adaptamos al comensal si quiere una ración mayor».
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Lo más amplio de la carta son los entrantes frios y calientes para compartir, lo que ya nos da una idea de un local que busca esta complicidad entre amigas (y amigos).
Para avalar esta teoría, cuenta con una mesa central, alargada y comunitaria, de madera, que así lo atestigua. Para nosotros es la «joya de la corona».
Frios y calientes
Como hemos señalado, el local es perfecto para picar algo (también tiene barra), charlar y luego tomarse una copa
Entre los entrantes frios destaca la causa limeña de pollo (9€), la ensalada de wakame, salmón marinado, tomate y huevas (14 €) o el Poke Bowl (ahora de moda) de quinoa, langostinos, aguacate, pepino y vinagreta de curry rojo.
Nosotros optamos por dos entrantes calientes: la Pata de Pulpo a la brasa con puré de patata morada y pimentón de la Vera y las Habitas salteadas con sepietas (16 €).
Mucho mejor las sepietas, con un toque cítrico que le daba una infusión de poderío sabroso. El pulpo, no pasa del normal, tal vez porque le «dieron una paliza de menos».
Otras sugerencias en la carta que tienen muy buen pinta son lo corazones de alcachofas naturales (ahora en temporada) con virutas de jamon ibérico (14 €) o el bacalao rebozado con ali oli suave de azafrán y cúrcuma.
¿Carne o pescado?
Los principales distiguen entre carnes y percados con apenas 5 platos en «cada cuadrante».
Porque nos lo recomendaron (y también teníamos idea de pedirlo) nos decantamos por la variante cárnica de un tataki de presa ibérica (19 €) que estaba realmente sensacional, tanto en sabor como en textura.
La condimentación perfecta, la lima justa, el esplendor en la hierba de selfie, sin duda.
Asimismo, también tomamos el Entrecot de vaca vieja con sus patatas fritas y pimientos (19 €) que, sorprendentemente, era bastante fino y venía cortado en tiras.
Es un buen plato. Sin complicaciones y sin alaracas, pero, claro es que lo del tataki es mucha tela y empañó el éxito del entrecote.
En la parte de pescados había calamar fresco de playa a la plancha (14 €), mas dos platos de salmón (en tratar y al horno) y atún (tartar y tataki), por 16 y 19 € respectivamente.
Arroces para «familias»
Tambien tienen una extensa carta de arroces y paellas, como no podia ser de otro modo, en una empresa valenciana.
La paella con conejo, judia verde, pollo y alcachofa; arroz del señoret, negro, con sepia…y el más curioso de pulpo, setas y foie (18 €).
Todos con muy buena pinta, asi que quedamos a la espera de probarlos en otra ocasión.
Finalmente, la carta de postres es de lujo. Y aunque el gerente se queje en broma de que el principal recuerdo que los clientes tienen del restaurante son sus postres caseros, lo cierto es que están riquísimos.
Y, en todo caso, ¿quien les ha mandado hacer postres tan espectaculares? No se puede «culpar a las comensales de ser fans de los self postres».
Nos había entrado por los ojos la Torrija de horchata con helado de vainilla, y eso fue lo que tomamos. Exquista de principio a fin, ten cuidado porque si la compartes habrá pelea por quien consigue mayor número de cucharadas.
Otras opciones atractivas de Selfie restaurante son la tarta de dulce de leche con helado de turrón, o el canelón crujiente de manzana con helado o el bizcocho templado de chocolate blanco con helado de leche merengada (cada uno 6 €). !Hazte un selfie!
El Menú
- Pata de Pulpo a la brasa con puré de patata morada y pimentón de la Vera.
- Habitas salteadas con sepietas.
- Entrecot de vaca vieja con sus patatas fritas y pimientos.
- Tataki de presa ibérica.
- Postre: Torrija de horchata con helado de vainilla.
- Vino: Bodega los Frailes. Caliza. Monastrell viñas viejas.
Restaurante Selfie. Calle Núñez de Balboa, 123. Madrid. 910712928. reservas@selfierestaurante.com