Puglia y Campania, paraíso en el tacón de la bota italiana

Puglia, Apulia, Salento….seguro que estos nombres o sonarán a ‘chino’ y, sin embargo, están aquí al lado, en el tacón de la bota de Italia.

Un país tan desconocido por los españoles como lo es España para los italianos. Nos queremos, si, como hermanos, pero el intercambio turístico es casi nulo.

Si ya estàis hartos de vacaciones rodeados de ‘güiris’ no dejéis de ir a estos lugares; no os defraudarán.

Qué ver

No es fácil explicar en pocas líneas lo que vivimos en este viaje absolutamente único desde la costa napolitana (Sorrento, Positano, Amalfi, Ravello, Pompeya, Vietru Sul Mare…) a la región de Puglia (Bari, Lecce, Otranto, Ostuni, Alberobello…).

Eso sin olvidarnos de la joya de Basilicata, Castelmezzano, en medio del recorrido de 2.000 kilometros que realizamos en ‘máquina’ (coche). 

Una ruta en la que, como es obvio, tuvimos la suerte de disfrutar de su maravillosa gastronomía y lugares tan emblemáticos como los restaurantes Retrogusto (Otranto, Puglia), Al Convento (Cetara, Nápoles) o L’Aratro (Alberobello, Puglia), por poner solo tres ejemplos.

La bota

Italia, como ocurre con Portugal, está tan cerca de España que muchas veces es ‘olvidada’ por los turistas patrios.

Y, sin embargo, esconde contrastes, rincones y gastronomía que harían las delicias de cualquier viajero avezado.

De hecho, en el plano gastronómico, solo en Sorrento (Torna a Surriento, que cantaba el inigualable Pavarotti), hay cuatro restaurantes con dos estrellas Michelin.

En general, en esta parte sur de ‘la bota italiana’ no hay mucho turismo extranjero.

Un poco más en la costa oeste de Nápoles y Pompeya, y escaso o nulo en la costa este de Puglia, Apulia o costa salentina (por la región del Salento) como les gusta decir a los italianos.

Territorio secreto

Y si hay pocos extranjeros, la presencia de españoles es ínfima. Nosotros nos encontramos tres mujeres de Bilbao, Madrid y Zaragoza cenando en Bari, pero poco mas.

Parecería como que los italianos pretendieran guardar en secreto este territorio (rural y marino) que se mueve en lo gastronómico entre el pescado (y marisco) como sucede con los mejillones de Taranto o los erizos de Gallipoli y las pizzas más suculentas de Nápoles.

Sorrento
Pompeya

Campania

En la comarca de la Campania, con Nápoles como capital, se encuentra el Mediterráneo, y alli se  ‘cuecen’ los tarallini napolitanos, se exprimen los limones de Sorrento -del tamaño de dos puños- y los tomates (pomodori) de San Marzano, sin  olvidarnos del ‘Baba’, el pastel napolitano más famoso.

En esta zona, nos recrearemos con lugares únicos como Pompeya (sorprende lo grande que es y lo bien conservada y restaurada que está), Sorrento (que es como la Marbella del sur italiano), la postal de Positano (el pueblo más bonito de la costa Amalfitana), Amalfi y Ravello (y su famoso festival del música), además de Vietru sul Mare.

Positano

Tortura

Os contaremos como libraros de la tortura que supone conducir por la costa amalfitana (confirmamos lo que todo el mundo comenta en los foros) con recorridos de 50 km. que tardan dos horas en recorrerse.

También comentaremos como libraros de los parking a precios de 5 euros la hora como ocurre con Positano y Amalfi.

Y los secretos para tomaros unos magníficos boquerones o tomates de Salerno, además de las socorridas pizza y pasta.

Cocina regional

Y os daremos el primer consejo para disfrutar de la comida regional: el restaurante Al Convento, en Cetara, cerca de Vietri Sul Mare y en plena costa amalfitana.

En esta comarca, llamada la Campania, también se encuentra la isla de Capri pero, como ocurre con otros lugares supuestamente emblemáticos, es bastante decepcionante. 

Lecce

Basilicata

Después, en ese recorrido de 2.000 kilómetros, atravesaremos el tacón de la bota italiana de oeste a este y nos detendremos en Castelmezzano.

Una auténtica barbaridad que parece una maqueta hecha con maderas y plastilina en medio de la zona de los dolomitas. Un lugar increible y en el que no se paga parking, lo que es muy de agradecer.

En este tránsito ( en el que aconsejamos tomar la autovía a Bari que es más largo, pero menos tortuoso) llegaremos hasta Tarento, ya en Puglia, para tomarnos unas bandejas de sus famosos pescados y mejillones y después dirigirnos a Lecce, la llamada Florencia del sur.

Farallones

Luego también os trasladaremos a lugares emblemáticos, ya en Puglia, con los mares Jónicos y Adriático de escolta y los ‘orecchiette’ (pasta con forma de oreja que se elabora sin huevo) con la cime di rapa (salsa de espinacas) de plato estrella de la zona.

Estos lugares de ensueño los forman la ciudad blanca de Ostuni, los Trulli de Alberobello, haciendo una parada obligada en el restaurante L’Aratro, cuna de la slow food.

También veremos los farallones de Roca Vechia y San’t Andrea, la maravillosa Gallipoli, las ‘maldivas’ italianas -playa de Pescoluse– y Otranto con su
coqueta muralla y un restaurante que quita el sentido: Retrogusto

Farallones de San’t Andrea

En este recorrido, tampoco dejaremos de lado Bríndisi, Locorotondo, Bari, Trani (con su catedral en el mar), Monópoli y Polignano a Mare, con sus famosas discotecas de playa (Capitol), repletas de jóvenes y no tan jóvenes con ganas de marcha.

Los ‘Trulli’ de Alberobello
Trani

Mal comunicada

Aunque no está bien comunicada (no hay vuelos directos todos los dias ni desde las principales ciudades españolas), lo cierto es que esta zona es auténtica y está sin explotar.

Como se ha comentado, sin apenas ‘guiris’ hay montones de lugares para visitar, comer, disfrutar y hasta bañarse en playas estupendas.

Es como tener todo lo que uno puede desear en un mismo sitio: un paraíso muy cercano que no debéis perderos y que os mostraremos con detalle, direcciones secretas y trucos ‘hispanotalianos’ para vivirlo a tope y con seguridad.

Sí, cierto que viajar en coche puede ser una tortura, pero ¿a quién le importa cuando el destino es éste?

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