Mourinho y ‘sus clásicos’

Juegos de guerra en el Bernabéu

No recuerdo si es la primera vez que escribo de fútbol, pero es que este último clásico Madrid-Barça, me ha dejado catatónico. Y es que no hace falta ser un forofo para comprobar que a muchos jugadores del Madrid se les va la pinza en cuanto ven la camiseta azulgrana, cosa que, en otros tiempos, también ocurría, pero a la inversa.

Quien ha jugado al fútbol de manera más o menos profesional, sabe que existen entrenadores mesiánicos, como médicos o cocineros –a veces también son mediáticos, aunque no necesariamente los conceptos vayan unidos- que son capaces de volverte loco con sus tácticas o sus soflamas. Yo conocí a uno que, una vez terminado el partido, puntuaba a sus jugadores como si fuera un periodista y luego les entregaba un estadillo con esa puntuación, la crónica del partido (según él) y quien había sido el mejor jugador. Otro de los que me encontré por el camino saltaba del banquillo como la Blasa, el gracioso personaje de José Mota, a la menor oportunidad; otro que dormía con las botas de fútbol…en fin, y alguno que se creía Dios, como ocurre con algunos empresarios de éxito, políticos e incluso banqueros.

Y es que el éxito emborracha y suele acerrear penosas resacas. En el caso de ‘Mou’ su borrachera de éxito le lleva muchas veces al absurdo. No le conozco tanto como para saber si es buen o mal entrenador, y por eso he de fiarme sólo de lo que veo; y lo que veo, sobre todo cuando juega con el Barça, es que se equivoca. Y equivoca al presidente del Madrid que, por cierto, no tiene ni idea de fútbol, como ha demostrado en muchas ocasiones, cuando le enchufa todos sus recomendados portugueses, aunque supongo que aquí hay algún negocio con intermediarios que no quiero ni imaginar.

Y es que a mí me gustaría que Mourinho fuera como Guardiola, o, para no herir sensibilidades, como Vicente del Bosque: respetuoso, considerado, comedido con los suyos y los contrarios, humilde, que no cobarde…Un Del Bosque al que, por cierto, echó Florentino del Madrid supongo que porque entonces no respondía al modelo Giorgo Armani que se buscaba para vender camisetas en Japón. (y ahora Mou va en chándal, como si fuera a comprar al supermercado, hay que fastidiarse…)

Mou tiene hechuras de gran entrenador, pero yerra (ya sé que cada español lleva un entrenador dentro) en sus planteamientos dentro y fuera del campo. Hace unos días le oí amenzar a los periodistas: ‘cuidado con tocar a Cristiano Ronaldo, que si alguien se atreve, se las verá conmigo’. No sé qué quiere decir eso, pero está fuera de lugar. Cristiano, como su entrenador y todos los que cobran una millonada indecente por pegar patadas a un balón (y no empecemos con el tema de que cobran lo que generan, porque muchos clubes está en bacarrota), deberían asumir que la crítica va en el sueldo, igual que otras cosas. Pero es difícil ser multimillonario y archifamoso con menos de 25 años y que eso no te afecte a la cabeza.

Este post da para mucho y a mi también se me va la olla hacia otras cosas, por eso me quiero centrar en lo deportivo. Porque es una vergüenza para los madridistas ver cómo los jugadores de su equipo corren como pollos sin cabeza, que diría Toshak, detrás de los contrarios. Y también es lastimoso ver cómo algunos dejan recaditos, simulan agresiones, pisan manos…eso siempre ha sido para otros equipos, no para el Madrid. Y con eso no quiero decir que tengan que poner la cara si les zurran, pero una cosa es ir a por el balón con garra y otra hacer el memo.

Sobre la posición en el campo, más madera. Mourinho no se ha enterado que al Barça hay que jugarle con cuatro centrocampistas y con un dibujo 4-4-1-1, en el que dos de los medios sean robadores de balón y los otros dos creadores; que hay que jugar sin delantero centro (aunque juegue Benzema) para que los centrales del Barca, que tienen menos cintura que un gato de escayola, no encuentren referencia y luego rebasarles en velocidad haciendo un par de paredes o colgando balones desde la banda.

A ver, don Mou, hay que presionar a ráfagas y por zonas. A una señal convenida se presiona la salida de balón arriba y se achica el espacio (siempre con el equipo muy juntito), y en otras ocasiones (para descansar) se hace a media cancha. No hay que renunciar al balón, si el Barca lo quiere, el Madrid, también. Atrás el Barca es débil: hay que buscar la espalda a sus defensas que salvo Alves, son lentos. Con lo que he dicho: toque, presión, robo y salida con velocidad habrían ganado el partido.

Y ya puestos, también le doy la alineación para que no haga experimentos tipo Cruyff, como el de ayer: Casillas..Arbeloa o Lass, Ramos y Carvallo (o Arbeloa) y Marcelo. Centro de campo: Alonso, Callejón, Ozil y Lass y, delante de ellos, moviéndose por donde quiera Cristiano y Benzema (mas retrasado y escorado a un lado para fijar las marcas de los centrales).

Puedo dar más detalles, pero eso lo dejo para don Mou. Si quiere saber más, que me ponga un email, y aparte de desvelarle la táctica completa, le doy una charleta de cómo mejorar su imagen y su comunicación (y también la del Madrid).

Un comentario en «Mourinho y ‘sus clásicos’»

  1. Aparte de estar enganchado a sus lecturas, ¡Oiga¡ Que sabe usted de fútbol. El análisis que haces del Madrid y la forma de jugar que propones la he oído esto días en numerosos programas deportivos y en sección de deportes de los periódicos. ¿Habrán leído el blog?, me pregunto yo.

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