Por Juan Manuel Barberá
Hace unos días estuve visitando a mis abuelos en el pueblo y mi sorpresa fue mayúscula cuando me recibieron con un ‘hello”’ que me hizo reir. Pero eso no era más que el principio de lo que me estaba esperando. Mi abuela iba vestida a lo Carmen Lomana y mi abuelo era un calco de Marcelo Mastroniani en la película la Dolce Vita.
Hace unos días estuve visitando a mis abuelos en el pueblo y mi sorpresa fue mayúscula cuando me recibieron con un ‘hello”’ que me hizo reir. Pero eso no era más que el principio de lo que me estaba esperando. Mi abuela iba vestida a lo Carmen Lomana y mi abuelo era un calco de Marcelo Mastroniani en la película la Dolce Vita.
Cuando les ví así de preparados les pregunté -obtuso yo- que si iban a una fiesta de disfraces..pero, después de llamarme lelo, y con razón, dijo mi abuelo: ¡qué va, nietecito¡, todo es culpa de eso, me dijeron señalando en dirección al salón. Y estamos bien contentos.
La verdad es que mientras viajaba en mi coche en el trayecto hasta el pueblo, fui meditando sobre algunas cosas raras que habían pasado en los últimos dias: por ejemplo, pensé que me había costado mucho localizarles por teléfono –antes nunca salían de casa– y además mi abuelo me había comentado que para su próximo cumpleaños quería un ordenador portátil con conexión a Internet.
Poco a poco, las cosas se fueron aclarando. Lo primero fue lo del teléfono. No me contestaban porque no estaban en casa, ni en el pueblo…se había ido al hotel Tanit en Benidorm, a pasar unos días. Lo de Internet, era porque en la discoteca Cosmos habían conocido a otras parejas y decidio crear una red social que iban a llamar los viejos castores nunca mueren para contarse sus viajes y vivencias.
Finalmente, averigué porqué me habían dicho que la culpa de todo la tenía algo que había en el salón. Era la televisión. El porqué lo averigue después. Como no tenían TDT, los programas que veían eran los que se sintonizaban con la antena parabólica, principalmente, Viva, MTV y Euroesport y Viajar en Inglés y Alemán. Me contaron que, al principio lo pasaron mal, pero que luego se fueron acostumbrando y, aparte de aprender idiomas, a fuerza de ver gente guapa que parecía pasárselo de miedo, les animó a cambiar de vida. ¡Total!, dijeron a la vez, ¡si los informativos nada más que dicen memeces y mentiras!. Y, además, hemos descubierto Benidorm.
Me quedé pasmado. Mi abuelo ya no quiere escuchar a Rafael Farina, porque es un rancio, y le ha dado por el ritmo de D.J. Tiesto. Ahora me baja música de Internet, aunque le he dicho que le van a denunciar. ¡Que va¡, bobo, si en Internet todo es gratis!, me contesta cada vez que se lo recuerdo….y , además, quien va a saber que estamos copiando dance desde Cachorrillas. Me tuve que callar porque tienen razón. Es lo que tiene la TDT. Y a mí ya se me ha ido de las manos.
que bueno y que risa
Fantastica, espectacular….escribe mas y mas y mas …somos muchos tus fans aquí y en el economista