Y es que este refrán tan español también podría aplicarse, con su derivada a: ‘nunca comas en una coctelería, ni tomes un cóctel en un restaurante‘. Pero esto también ha dejado de ser cierto, porque se pueden combinar ambas cosas y con un resultado más que notable como se muestra cada día en el Macadamia-Graf de Madrid: un espacio único que agrupa todo lo relacionado con la
gastronomía y la diversión; algo así como un lounge informal donde se puede cenar,
picar algo y/o tomar cócteles de autor‘. Así es como se podría definir la nueva
etapa de este local madrileño que comenzó siendo una discoteca/sala de
fiestas (Graf, Art Decó…) y se ha convertido en un lugar (lo de gastrobar está
demodé) donde se pueden degustar cócteles de autor a la vez que se disfruta de una cena o un picoteo más informal con pequeñas raciones
sencillas, pero de un gusto exquisito.
Oscar Pino |
Pero lo que realmente importa de esta especie de reconversión, es el renovado concepto de ‘gastro-coctelería‘ que se le ha dado. ¿El artífice del invento?, su director general, Oscar Pino ‘fichado’ del Loft 39, donde desarrolló una gran labor
no solo como jefe de sala, sino también en el apartado de los combinados, del
que es un enamorado. Precisamente, sus éxitos en ese local lo trajeron hasta
Macadamia para incorporar un concepto que, si no nuevo, sí que aquí alzanza
cotas de excelencia: unir alta coctelería con una gastronomía frugal o más
reposada, siempre a gusto del consumidor.
Molina (hay que poner un cartel
más visible porque no se sabe que esté ahí), cuenta con una zona informal para picar algo (también se pueden tomar
cócteles); otra central con barra de cóctelería y una, al fondo, que es la zona
de restauración propiamente dicha (donde tambien se puede inciar o acabar la
cena con un cóctel o un combinado).
Dtoi Lom |
suficiente de clientes le ha otorgado la nota necesaria. Es decir, que Pino se convierte en el doctor House, en el sentido de que adopta el binomio prueba-error como base calificadora de sus preparaciones en una carta que mezcla la
coctelería básica con la de autor y cuyas copas van de 7 a 12 euros, incluyendo
destilados premium.
conseguir que la oferta gastronómica y de la coctelería sean sinérgicas y en un
ambiente distendido que invite a pasar en el local todo el tiempo que uno
quiera.
pez mantequilla |
tenga unos precios comedidos con un ticket final de unos 30 euros.
abanico estacional donde se da protagonismo al producto de temporada, con
cambios sutiles en cada época del año.
atún a la pimienta con caramelo de soja, la pluma
iberica con berejena asada y chimichurri o el cilindro de rabo de toro con espuma de patata, todos riquísimos y ‘valores’ seguros.
pluma ibérica |
(entre 12 y 40 euros) y alberga referencias de diferentes lugares de España que
aseguran la calidad de los caldos que quieras tomar. Nuevamente, Oscar juega ‘a lo seguro’ para que el cliente no se sienta defraudado nunca.
Además de eso, a partir de la 1,30 de la madrugada, los jueves, viernes y
sábados, todo el local (desmontable en parte) se transforma en una discoteca de
moda para quien quiera ver y ser visto.