La Sucursal: brisa mediterránea como producto gastronómico

Dará tiempo a que el restaurante La Sucursal abra sus puertas en su nueva ubicación de la 3ª planta del edificio Veles e Vents, en el puerto de Valencia, y que, de esa manera, los inspectores de la Guía Michelin puedan refrendar la estrella que poseen?

Nosotros tuvimos la oportunidad de ver ‘in situ’ los últimos trabajos de interiorismo que están muy avanzados y, por lo tanto, todo parece que llegará a tiempo de evaluación.

Asimismo, conocimos el resto de lugares que conforman este edificio tan emblemático para Valencia como el escenario de exposiciones, conciertos y escuela de cocina de Heineken, el gastrobar Malabar y el restaurante La Marítima. Bienvenidos al mundo de la Sucursal

Vista desde la 3ª planta de V&V

La cocina en un set central y a la vista de los clientes, el puerto de Valencia, la terraza con vistas a la playa de la Malvarrosa…lo cierto es que la nueva ubicación del restaurante la Sucursal  (una estrella Michelin y 2 soles Repsol), en la tercera planta del edificio Veles e Vents del puerto deportivo de Valencia, no solo promete, sino que nos parece la mejor opción de las posibles.

Y es que, hace unos días tuvimos el privilegio no solo de acceder a sus nuevas instalaciones (para no más de 30 privilegiados comensales), sino comprobar, junto a Javier de Andrés, experto jefe de sala y sumiller del grupo La Sucursal, que actuó como perfecto maestro de ceremonias y nos contó algunas de las novedades del ‘nuevo restaurante’.

De este modo, pudimos atisbar una isla central que será la cocina (absolutamente a la vista para los comensales) y el espacio para los 25-30 comensales del salón que tendrán la luna de Valencia, la playa de la Malvarrosa y una terraza espectacular como techo para el disfrute total como único límite.

Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil. De hecho, y haciendo un poco de historia, hasta que el grupo La Sucursal se ha hecho con su concesión, el emblemático edificio de ‘Velas y Viento’ que el ayuntamiento de Valencia proyectó en el puerto como ejemplo de los nuevos tiempos que corrían para esta ubicación, pero que languidecía y había entrado en estado de letargo.

Despertar

El punto de inflexión en esta historia fue la rehabilitación y recuperación del barrio de la Malvarrosa famoso, entre otras cosas por sus casas rosadas y malva,que inmortalizó en su novela ‘Un tranvía a la Malvarrosa’ el escritor Manuel Vicent .

Un barrio que se había convertido en un marginal y donde destacaban, gastronómicamente, los arroces de la Pepica y L’Estimat y donde te jugabas poco menos que el pellejo cada vez que ibas.

Edificio Veles e Vents, en el puerto de Valencia

Luego llegó la Copa del América de Vela y la rehabilitación de la zona junto al pantalán y las bases de las distintos equipos participantes; desde el Desafío Español, hasta el Oracle, pasando por el Moro de Venecia o el super campeón Alinghi.

Pero la cosa no quedó ahí, después llegó la Formula 1 de automovilismo y comenzó el declive de las inversiones.

Declive

Habían pasado los tiempos de vino y rosas de la capital valenciana y el edificio que se construyera como faro de esa prosperidad reinante; el Veles e Vents (velas y viento) majestuoso, que era como el faro que controlaba toda la zona, quedó sumido en el ostracismo.

La marítima

Los distintos negocios que intentaron reflotarlo después no tuvieron éxito y así fue como llega el grupo La Sucursal con la inestimable colaboración de Heineken para ponerlo en valor y escribir un nuevo capítulo, de momento exitoso, en la corta historia del edificio.

De hecho, la zona ha recobrado vida y se proyecta la construcción de un hotel de 20 plantas, aparte de otros negocios que están impulsando de nuevo el Puerto Deportivo de Valencia.

Vertical

Malabar

El resultado es que, salvo el restaurante Vertical, situado en el Atico Hotel Ilunion, y Coloniales Huerta 1916 (tienda y tapas de autor) todo el grupo se ha traslado hasta aquí.

En Vertical se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de Valencia y su chef, Jorge de Andrés, elabora cocina de mercado en dos menús degustación: uno a mediodía y otro de noche.

Este restaurante tuvo estrella Michelin en 2008. Es de visita obligada su Sky Bar, situado en la azotea del propio restaurante, donde disfrutar de las espectaculares vistas 360º de Valencia y de esta forma culminar una experiencia inolvidable.

Malabar

Ya en Veles e Vents, en su planta baja, destaca Malabar, El lugar más transgresor con un concepto diferente e innovador, un lugar de encuentro para disfrutar de una oferta casual y de fusión en un entorno reflejo de la Valencia industrial y dinámica.

Allí, desde cuya terraza se organizan festivales gastronómicos internacionales, se pueden  degustar hamburguesas, ensaladas, quesadillas, croquetas…en una cocina informal. y en cuya carta destaca el ‘mollete malabar’ a base de pollo campero, salsa hoisin y cilantro.

La Marítima

Boquerones marinados

Pero para lugar maravilloso, hasta que se inaugure la Sucursal, La Marítima. Cocina mediterránea en un entorno luminoso, marinero y con pescados frescos y arroces como base de su carta.

El interiorismo con cuerdas y maderas está inspirado en la huerta valenciana y la luz del Mediterráneo. Ventanales por todos lados y vistas a la Marina Real son sus virtudes visuales que luego se corroboran en la mesa con platos como la titaina con boquerón marinado y la sutil fragancia del ajo negro. 

La Titaina es un plato típico valenciano y viene a ser como un sofrito hecho con tomate, pimiento rojo asado, piñón, ajo y atún. Simple, pero eficaz.

En carta también puedes pedir un sofisticado sandwich de steak tartar o un calamar de playa con romescu y kimchi.

En esa misma carta, supervisada por Jorge de Andrés, por supuesto, también puedes disfrutar con unas sencilla croquetas cremosas de ibérico ‘pata negra‘ o una coca de pulpitos encebollados, con un precio medio de 12 euros por plato. Luego arroz, como no, o un pescado.

Un suquet de atún a la brasa con calamar o cualquier pescado del día. Nosotros tomamos arroz, y como somos unos ‘señoritos’ nos decantamos por el del ‘senyoret’, con las gambas peladitas.

Estaba potente, sabroso, como nos gusta a los muy arroceros. Es como un ‘Abanda’ bizarro. Muy rico con su socarrat, incluído.

Obviamente, también puedes pedir otro meloso de sepia y morcilla blanca -típica en Valencia-, la tradicional paella valenciana con conejo y pollo de corral, de bogavante o fideuá de rodaballo. Entre las carnes, prima la vaca rubia gallega en forma chuletón o solomillo.

Si las vistas y el arroz no te han metido el Mediterráneo en los huesos, entonces siempre puedes completar la experiencia con un rico postre.

Ceviche de mango, créme brulée con sorbete de mandarina, la riquisima tarta de queso o el pastel cremoso de chocolate con helado.

¿Algo mas? Ah si, la brisa del mar que entra por todos lados y la luz; esa luz maravillosa de nuestro mar por excelencia.

¿Los responsables? Jorge y Miriam de Andrés lideran las cocinas gracias al aprendizaje que desde niños les ha transmitido su madre y gran cocinera, Loles Salvador.

Cristina y Javier de Andrés, Premio Nacional de Gastronomía 2015, lideran la sala. Grandes anfitriones dispuestos a que el cliente viva una gran experiencia, transmitiéndoles su pasión por la cocina y por el
mundo del vino.

Siempre atentos a los pequeños detalles y 25 años haciendo felices a los comensales.


La Marítima. Malabar. La Sucursal. Edificio Veles e Vents. Valencia. Telf.610 915 141. www. grupolasucursal.com


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