Excursiones de un día ó cómo escapar de la playa y las procesiones


La Semana
Santa no sólo es una época de culto religioso, sino que también y sobre todo,
es un periodo de vacaciones. Si eres de los/las que huyes de las procesiones que se
agolpan por las ciudades y pueblos de la geografía española o de la salida a la playa ( y
sus famosas caravanas), aquí tienes varias sugerencias de excursiones bien chulas
que se pueden hacer en el mismo día y, por tanto, te ahorrarás el hotel de la noche. Las hemos diversificado geográficamente para que todos tengáis una de ellas cerca de vuestra casa. A disfrutar.

El Monasterio de Piedra, Ávila, el Parque Nacional de Monfragüe, la Laguna Negra, las lagunas de Neila, la sierra de Cazorla, La comarca de la Garrotxa y las Médulas son las propuestas de viajes que os proponemos como alternativa a las procesiones y la playa durante esta Semana Santa. La idea fundamental de esta selección es que, según donde vivas, son excursiones que se pueden hacer en un mismo día aprovechando que estamos en horario de verano y con la ventaja y el ahorro de que no hay por qué pernocatr en nigún hotel. Otra ventaja es que todas ellas permiten ir con los niños que se lo pasarán genial. ¿Qué más puedes pedir?

MONASTERIO DE PIEDRA, el sonido del agua

Este parque natural recibe el nombre del monasterio
cisterciense que lo vigila, y del río Piedra que lo atraviesa y va modelando la
roca caliza en sucesivas y preciosas cascadas y lagos que conforman su
esqueleto. Aunque parezca increíble, el conjunto kárstico (piedras porosas que
disuelven el carbonato cálcico que las componen) que contemplarás si te animas
a ir, estuvo en el fondo del mar y fue el mismo plegamiento de la formación de
los Pirineos quien la trajo hasta la superficie.
El lugar es idóneo para viajar en pareja o con niños porque el parque
ofrece multitud de posibilidades para divertirse a todas las edades. La cascada
de la trinidad, las grutas de la pantera y del artista, el mirador del
capricho, el baño de Diana, la gruta del iris, la cola de caballo y el lago del
espejo, son los nombre de algunos de los rincones más emblemáticos de su
recorrido.
El Monasterio guarda muchos secretos y curiosidades como que fuera una
fortaleza de defensa de los musulmanes y que en tiempos de la Reconquista
(1194) Alfonso II de Aragón cediera el castillo y todas las tierras que lo
rodeaban a la Orden del Cister. Fue entonces cuando doce monjes y un abad
procedentes de la Abadía de Poblet, Tarragona, se trasladaron a estas tierras
aragonesas para consolidar la fe cristiana. Tardaron muy poco –sólo 23 años- en
construir el Monasterio, y por eso los historiadores piensan que las piedras
para su construcción fueron extraídas de la muralla y el castillo árabe que lo
rodeaban.
Una de las anécdotas más curiosas es la relación del monasterio con el
chocolate, ya que parece ser que uno de los monjes que acompañó a Hernán Cortés
a México, Fray Jerónimo de Aguilar, envió la primera muestra de cacao, junto
con la receta del chocolate (al que entonces se añadía pimienta porque estaba
muy amargo) al abad del Monasterio, Antonio de Alvario, allá por 1835, y por
eso fueron sus monjes los primeros en probar este manjar.
En definitiva, un viaje divertido que mezcla naturaleza, arquitectura, cultura
y gastronomía, y que circula por parajes aragoneses (el pueblo de referencia es
Nuévalos) que acoge densos bosques de ribera con árboles gigantescos.

Monasterio de Piedra

 
RECOMENDACIONES. La tienda del monasterio tiene muestras ‘actualizadas’ de
todas las variedades de chocolate con picante, con canela…que harán las
delicias de los más chocolateros. En el mismo parque hay un restaurante con
menú que no está mal, aunque es de ‘batalla’ y seguro que estará hasta las ‘trancas’, así que si vas a comer allí no te demores. Pero
si quereis algo mejor, debes probar el restaurante Rio Piedra, junto a Nuévalos,
está fenomenal y a un paso del Monasterio así que incluso puedes ir al parque
después de comer sin riesgo de inoportunos mareos en el coche. Si vais con
niños, les puede gustar ver la exhibición de aves rapaces que ponen en el parque (consultar horarios).

El salto del gitano

MONFRAGÜE, el parque del buitre negro
Situado en la provincia de Cáceres este parque nacional cuenta con un
número tal de alicientes que es imposible no salir enamorado de sus paisajes.
Se trata de otra excursión que puede hacerse en un día y con niños. El parque, además, es el
último refugio del buitre negro. Además de eso, a su belleza natural se une que
existan restos arqueológicos prerromanos esparcidos por sus 18.000 hectáreas.
Si llegas desde Trujillo (el parque está situado entre Trujillo,
Plasencia y Navalmoral de la Mata), lo primero que te encuentras es el
castillo, aunque apenas queden vestigios de su esplendor hay que subir hasta
sus torreones porque las vistas son espectaculares.  
Junto al
castillo encontramos también una ermita, de construcción más moderna, que
alberga a la Virgen de Monfragüe, una talla bizantina traída en el siglo XII
desde las puertas de Jerusalén, en Palestina, por los caballeros cruzados.
Las dos torres del castillo pertenecen a la época cristiana, pero solo podrás subir a la Torre del
Homenaje, de forma pentagonal y construida en el siglo XV; ya que la otra está
cerrada al público por su falta de seguridad. El castillo, como todo el que se
precie, tiene su leyenda. En este caso parece que el espíritu errante que sigue
preso entre sus murallas es de la princesa árabe Noemia que se enamoró de un
cristiano al que contó la manera de acceder y conquistar esta fortaleza.

vista de Monfragüe desde el castillo
Una vez que ‘entres en materia’, el resto vendrá rodado y la primera
parada será el salto del gitano donde podrás contemplar y de forma gratuita dos
espectáculos: el del propio lugar y el paseo de las rapaces con sus vuelos
rasantes. Monfragüe es, de hecho, reserva natural del buitre negro, ave con una
envergadura de casi tres metros en peligro de extinción. Pero, además, puede
que también avistes algún ejemplar de 
águila imperial, búho real, mochuelo, lechuza y cigüeña negra.
En mitad del parque se encuentra un centro de interpretación –centro de
información de Villareal de San Carlos
– en cuyo pueblo también hay algún
restaurante en el que tomar un piscolabis o comer.

RECOMENDACIONES. En el centro de interpretación te pueden informar de los
senderos y excursiones que puedes hacer. Hay muchas rutas, elige las fáciles,
porque hay algunas realmente duras. 

Ávila es quizás la ciudad amurallada mejor conservada de
España. Este año, además, celebra el 500 aniversario del nacimiento de Santa
Teresa de Jesús y eso no es sino una razón más para visitarla. De hecho,’la Santa’ mantuvo durante su vida una larga historia de amor-odio hacia esta ciudad que ahora la venera.
Y es que cruzando el río Adaja, en
las afueras de la ciudad, se encuentra un humilladero de cuatro columnas con
dosel (denominado los Cuatro Postes) desde el que, al parecer, se despidió Santa Teresa al
abandonar la ciudad y donde se sacudió las zapatillas, porque no quería llevarse
nada de Ávila.
Pero sea como fuere, el caso es que muchos las bautizaron como la ciudad mística, sin duda por el influjo que tuvo sobre ella Teresa de Cepeda y Ahumada, nacida en marzo de 1515 y conocida como Santa Teresa de Avila.

Murallas de Ávila
Pero aparta de la Santa, Ávila tiene muchos alicientes por los que merece ser visitada. Uno de los más importantes -para nosotros el que mas- son sus fantásticas murallas medievales del siglo XI. Aparte de ellas y como decía el escritor Azorin es “la ciudad con más siglo XVI en sus calles”, embelesado,
sin duda, por la profusión de casas fuertes y palacios que se construyeron en
esa época.
Pero estas loas arquitectónicas, sin duda merecidas, no las
hubiéramos expresado de esta manera si hubiéramos visitado la ciudad, pongamos,
hace 20 años. Y es que desde entonces, el salto cualititativo de conservación y rehabilitación de todas
las joyas arquitectónicas que posee ha sido indudable.Por ello, ahora,pasear
por esta bella ciudad castellana es un placer.Y decimos pasear, porque es de lo que se trata. Para ello lo mejor es dejar el coche
aparcado extramuros y entrar por cualquiera de sus puertas para abalanzarse
sobre sus monumentos y su historia.
En las inmediaciones de la plaza del Mercado Grande se
encuentran gran parte de las 30 casas señoriales de Ávila, todas intramuros.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, desde el 2005 está integrada en la
Red de Juderías Españolas.Y es que, como en muchas de las ciudades medievales
españolas, convivieron judíos, mudéjares y cristianos, y así se refleja en cada piedra o fachada en la que
está reflejado desde el último gótico al
renacimiento, sin olvidar el mudéjar y la judería.
RECOMENDACIONES. Una de las atracciones de la ciudad es
hacer una visita a las murallas. Se puede (y se debe) subir a ellas y pasearlas
por los tramos accesibles. La entrada también permite la subida al Adarve. Se
puede hacer desde la Casa de las Carnicerías, la Puerta del Alcázar o el Arco
del Carmen, desde donde podemos contemplar el paisaje urbano formado por torres
y espadañas, y el que nos ofrecen la sierra de Ávila y el Valle Amblés. Desde
ellas se divisan, también, no sólo distintos barrios de la ciudad, sino sus
múltiples edificios, algunos de gran valor artístico. Las murallas tienen dos
kilómetros y medio de perímetro y nueve puertas (del Alcázar, Peso de la
Harina, San Vicente, el Mariscal, del Carmen, San Segundo, de la Malaventura,
de la Santa o Montenegro, del Rastro) y sus tres poternas.Otras más
visitas que merecen la pena como la del Museo de Ávila, por ejemplo, situado en
la Casa de los Deanes, con sus colecciones de arqueología, arte popular y
bellas artes, es de visita más que obligada. Y para comer, el lugar más recomendable (el mejor) es el Almacén, con dos soles Repsol.
Laguna Negra en Soria

OTRAS SUGERENCIAS:
La laguna Negra y las lagunas de Neila. Las laguna de Neila están muy cerca de la Laguna Negra, pero ya pertenecen a la provincia de Burgos. De origen glaciar, se accede a ellas desde Neila o Quintanar de la Sierra. maravillosas de principio a fin lo único que requieren son ganas de caminar, respirar y despejar la vista en el horizonte, aparte de un buen bocadillo.Lo mismo se puede decir de la laguna negra: espectacular de principio a fin, se llega hasta ella desde Vinuesa, Soria, y sus parajes son tan estremededores como inquietantes. 

 

Lagunas de Neila, Burgos

 

La Garrotxa, sus volcanes y ermitas

Brutal todo el recorrido por su orilla, se puede acceder a pie a unas cascadas cercanas. Ambas excursiones se pueden hacer juntas o por separado, porque con el cambio de hora que hicimos el último sábado hay luz suficiente para verlo todo sin agobios.
 La Comarca de la Garrotxa, en Girona, es otros de los lugares maravillosos que se pueden visitar. Ejemplo de turismo de interior de calidad, también puedes visitar pueblos tan maravillosos como Pals o Sant Pau y todo en medio de la campiña. Impresionantes sí o sí la cantidad de volcanes que hay en este lugar y, sobre todo, con la curiosidad de ver ermitas en el interior de algunos de estos volcanes milenarios como la que se ve en la foto. La gastronomía aquí es excepcional y, el mejor restaurante es, sin duda, Les Cols, con dos estrellas Michelin y dos soles Repsol, pero si buscais la mejor relación calidad precio, entonces tenemos dos direcciones secretas: Vicus, en Pals y Mas Pou, no os defraudarán.

Sierra de Cazorla

La Sierra de Cazorla y el parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, es otro de los lugares que merece ser visitado. Situado al nordeste de la provincia de Jaén, y con 214 300 hectáreas de superficie, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de
Europa. En algunos de sus rincones y desfiladeros solo se oye el rumor del agua y la naturaleza exhuberante entre el crujir de la madera de sus pasarelas. Un lugar maravilloso. Para comer el mesón Leandro y el propio Parador de Cazorla son las mejores opciones.

Las Médulas, el oro al aire libre

Finalmente, aunque no en el último puesto, Las Médulas, en la provincia de León. Maravillosas y extraordinarias, estas antiguas minas de oro de la época romana siguen deslumbrando, y nunca mejor dicho, con su extraordinaria belleza. Imposible no caer rendido ante lo que se nos  Para comer, la Moncloa de San Lázaro en Cacabelos, el Parador Villafranca del Bierzo y Casa Ramón en Ponferrada.

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