Ese ‘cloro’ que afecta a las cabezas, ¡ay señor!
Ahora que los Juegos Olímpicos están dando sus últimos estertores y, sobre todo, que las pruebas de natación han concluído, es preciso reseñar la buena labor de alguno de los comentaristas televisivos y también destacar el sonrojo que ha producido la falta de profesionalismo de otros. No se trata de pedir un ERE para estos ‘profesionales’, como parece sugerir entre líneas el diario el Mundo en su edición de hoy, pero sí que se podría repartir un buen ERE moral para comentarios gruesos a micrófono abierto (por creencia de que estaban cerrados) desde el ‘que quereis que cuente, si aquí ya no hay nada’, hasta el famoso -con falta de respeto incluida- de ‘son unos mataos’, refiriéndose a los nadadores.
Voy a omitir los nombres de mis comentaristas fetiche porque el empleo está muy mal y no quiero contribuir a crear dudas al respecto, pero sí os diré que estaban (y están) en la piscina, sobre todo, y también en otras pruebas como el piraguismo o la gimnasia, donde las comentaristas parecen cronistas de moda, por no citar el famoso tema de los atletas de Bostswana con alusión subliminal al Rey.
Lo de la natación colmó mi paciencia porque no sólo era la continua falta de respeto a los nadadores empleando artículos indeterminados como ‘este’, ‘esta’, ‘aquel’, ‘aquella’… sino el añadido de adjetivos como ‘mataos’, ‘fundidos’, ‘reventaos’…y grititos del comentarista masculino en favor de Mireia Belmonte, totalmente indignos en un profesional. Este señor parecía un hooligan del cloro o así: voz desagrable y altisonante, desprecio a los rivales de la española, equivocación continua de la calle por la que iban los nadadores, amén de otros improperios desastrosos y, periodísticamente, soeces.
No sé si es porque, como ha ocurrido con la limpia de RTVE realizada por el PP -igual que antes la hiciera el PSOE-, han mandado a las Olimpiadas a lo ‘mejor de cada casa’, ‘a varios primos y primas de Rajoy’ o a periodistas de todo un euro, porque no había más a los que acudir, pero lo cierto es que los comentarios ( a falta de que nos entermos de otras cosas) y los marcadores electronicos británicos, siempre a otra velocidad, han sido un desastre y han desinformado tanto que a veces era difícil seguir en condiciones una restransmisión.
Ejemplo de hoy mismo: primer oro de España, modalidad de windsurf, y conectan en directo con Tarifa intentando captar la algarabía de la gente por el triunfo de la windsurfista sevillana, cuando lo que se veía era a gente -poca- haciendo wind entre un levante del demonio y el comentarista reseñando que el triunfo había sido festejado ‘a tope’ por los aficionados, pero en el agua, jejjejej, de coña.
Por cierto, que mover la vela para ganar viento cuando se quiere avanzar se llamar ‘remar’, lo digo para informacion de comentaristas que no saben que la vela se mueve desde el pie de mastil para ganar velocidad cambiando el punto de gravedad sobre la tabla, ni que la tabla se gobierna -además de girando la vela- con el apoyo de los pies, ya que estas planchas no tienen orza.
Por eso, me parece que estamos inundando nuestra vida de un chapucería inigualable y a todos los niveles: los telediarios concluyen al mediodia con un microinformativo local, a mayor gloria de los políticos, que es la leche; los niños al cole con tartera, como si fueran Manolo y Benito, y también se rumorea que, en verano, se va a sustituir la gorrita de visera por el pañuelo de cuatro nudos… y la selección española de baloncesto, como la de fútbol de hace unos años, aterrando a los espectadores con su irregularidad. Dicen algunos ‘entendidos’ que se dejaron ganar frente a Brasil, pero yo vi que con Rusia y casi con Gran Bretaña perdieron o estuvieron a punto de perder en el último cuarto de partido, igual que ocurrió finalmente con ‘los cariocas’. Si hubiéramos ganado a Brasil nos hubiera tocado (si llegamos a semifinales) enfrentarnos a EEUU, pero entonces los mismos comentaristas hubieran dicho que somos ‘unos quijotes’ por lanzarnos así a la pira de los perdedores. Yo, he sentido tanto hartazgo por este pseudoolimpismo que algunas sobremesas me he lanzado en los brazos de Jordi Hurtado, y su ‘Saber y Ganar’, aunque el programa estuviera repetido de la Navidad, nos os digo mas.¡Vaya tela olimpica!.