El Rey Alberto y los funcionarios del Camelo-t
Por Juan Manuel Barberá
Erase una vez un pueblo, Magerit (Madrid, en árabe), al que se retiraban los caballeros a descansar tras las batallas. Por culpa de ello, el tráfico de caballos, mulas y carruajes se elevó de forma notoria.
Tal vez por eso, un día el reyAlberto, con su gallardía, diseñó un ambicioso plan para recaudar impuestos y dio orden a sus funcionarios de la cara cuadrada –el pueblo les llamaba así por sus malas pulgas y porque trabajaban menos que el sastre de Tarzán-, de multar a todo lo que se moviera.
Así empezaron a poner sanciones a nobles y plebeyos por dejar el carro o el caballo sin atar o por llevar las mulas con exceso de velocidad. Además, había corrido la voz de que los funcionarios tenían orden de recaudar a toda costa. Por eso ignoraban los recursos de los sancionados aunque el caballo hubiera muerto, el propietario cambiara de domicilio o el carro se hubiera vendido a otro individuo. Ellos cursaban las multas y siempre con recargo.
Hasta aquí el cuento. El otro día, el ex embajador alemánen España, Henning Wegener, fue noticia por haber ganado su batalla judicial contra el Ayuntamiento de Madrid, a quien denunció por haberle impuesto multas sin cumplir los requisitos necesarios. En la sentencia, la Justicia da la razón al diplomático y ordena la devolución de los 400 euros de la sanción que el bueno de Henning aún no ha cobrado.
A mí me pusieron una multa y el Ayuntamiento la envió a una dirección equivocada. Como no contestaba, me pusieron todos los recargos del mundo hasta que un día (¡oh, milagro!) apareció en mi buzón. La recurrí por vía administrativa, puesto que si no vivía donde ellos decían, dificilmente podía recibir la notificación de la multa.
Pero como no soy diplomático, ni tengo recursos para gastar en abogados aboné la sanción y reclamé por escrito en la ventanilla de atención al ciudadano. Igual que don Hening, espero respuesta y compensación, pero me he ido al Carrefour a comprar dos sillitas para esperar sentados.
Joder, que razon tienes…si es que el ansia recaudador de este alcalde no tiene fin….
que risa, que risa….todavia me estoy tronchando
Bueno, muy muy bueno. Si pagas, la cagas. Ja, ja. Yo tenía una de 200 €, calle Velázquez, Madrid, carril bus. Recurri (sin pagar) y……….. gane.