Solo el nombre de Ek Balam ya impresiona porque significa ‘Jaguar Negro’; un animal mítico en Yucatán.
Esta ciudad maya es menos conocida que Tulum, Chichén Itzá o Cobá, y, sin embargo, representa una nueva visita alternativa valiosa cuando se viaja a esta parte de México.

Descubrimiento reciente
De hecho, Ek Balam es un lugar que ha sido descubierto de forma más reciente que los demás y aún tiene distintos edificios sin desenterrar.
En 1886, el aventurero francés Desiré Charnay viajaba desde Valladolid a Cobá. Pero en este tránsito, y para evitar las guerrillas que en ese momento campaban a su anchas por la región, decidió desviar su rumbo hacia el este.
Este desvio le llevó a toparse, sin querer, con Ek Balam: una ciudad que estaba prácticamente oculta por tierra, piedras y árboles.

Tres murallas
Aparte de eso, en la ubicación actual, todos los edificos están muy concentrados, ya que hay más de 40 construcciones y apenas hay que caminar para visitarlas.
Su parte central fue rodeada por 3 murallas que, además de protegerla de los ataques enemigos, permitía controlar el acceso a la ciudad.
Las murallas contaban con 5 entradas en las que desembocaban igual número de “Sacbés” o caminos blancos.

El recinto amurallado contiene varias plazas, templos, palacios, un baño de vapor, altares, adoratorios y estelas.
Los restos arqueológicos son el testigo de la existencia de una gran ciudad que tenía una superficie de 2 kms cuadrados, que se extendía, contando sus aledaños,12 kms cuadrados mas..
Sin embargo, los españoles, al llegar a Ek Balam, subieron las escalinatas de la acrópolis y, al no ver nada de valor importante, se marcharon.




Qué ver
Arco de entrada
Nada más llegar a la ciudad nos encontramos con el arco maya, el palacio oval y nuevamente un recinto para jugar a la pelota.
El arco tiene dos rampas que se supone eran la antesala de la entrada a un lugar sagrado.
Además, tiene cuatro entradas orientadas a los puntos cardinales y dos recipientes.
Uno de ellos para depositar las ofrendas y otro que servía de pileta para lavarse los pies y purificarse antes de entrar al centro ceremonial.

Acrópolis
Sin embargo, el edificio más emblemático es la acrópolis que mide 146 metros de largo, 60 metros de ancho y 32 metros de alto.

Se han encontrado 72 cuartos de diversas dimensiones y características, pero lo más importante es que en su interior se halla la tumba Ukit Kan Le’k Tok’.
En 1998 los arqueólogos que realizaban trabajos de restauración encontraron que detrás de un muro se encontraba una fachada espectacular.
Pero no sabían que les esperaba una sorpresa en el interior: la tumba de Ukit Kan Lek Tok y 7.000 piezas de jade, obsidiana, cerámicas, un fémur tallado y una ranita de oro.

Seis niveles
La acrópolis tiene seis niveles distribuidos en un cuerpo central y dos alas en las que hay sendas plazas con varias estructuras cada una.
Uno de los detalles más impresionantes del edificio es el friso de escayola, que reviste la puerta con las fauces abiertas y los colmillos de una serpiente.

Sobre ellos se encuentra el rey en su trono y a los lados las figuras de guerreros alados.
Aparte de en Ek Balam, este tipo de decoración estilo de Chenes solamente aparece en la región de Campeche.

Fachada principal y estelas
La fachada principal está localizada en la acrópolis y corresponde a la boca abierta de un jaguar.
Esta boca abierta representa la entrada al inframundo, Xibalba para los mayas que, como seguro sabéis, también ocurría con los cenotes.
Entre los restos arqueológicos mejor conservados se encuentran 2 estelas talladas: una de ellas representa la entrega del poder de Ukit Kan Lek Tok a su hijo.




Juego de pelota
Como en todo recinto maya que se precie aquí también hay un lugar dedicado al juego de pelota o Pok Ta Pok.
Este deporte, con sacrificio incluído, tenía connotaciones religiosas y rara vez acababa bien para alguno de los contendientes.

Cultura maya
Así era la cultura maya, en continuo conflicto con los aztecas que, teóricamente, al menos, eran más agresivos y menos racionales.
Pero en todos estos palacios, castillos, mausoleos o centros de culto de la península de Yucatán existen rasgos culturales inquietantes.




Una cultura, la de los antiguos mayas, que, dicho sea de paso, parece se extinguió (o la extinguieron) mucho antes de que llegaran los españoles, allá por el siglo XVI.

Interesante reportaje!!! Felicitaciones!!👏👏👏
Gracias, Arnolia