Curiosas son las elucubraciones de Leonardo Da Vinci acerca de todos los aspectos de la gastronomía, incluso las mas macabras como ésta de los asesinatos que, por lo que parece, ocurrían muchas veces cuando asesino y víctima se sentaban a compartir el menú. Por esta razón el genio florentino describió y escribió una forma para sentar a un asesino a su mesa que no tiene desperdicio. «Si hay un asesinato planeado para la comida, entonces lo más decoroso es que el asesino tome asiento junto a aquel que será el objeto de su arte, y que se sitúe a la izquierda o a la derecha de esta persona dependerá del método del asesino, pues de esta forma no interrumpirá tanto la conversación si la realización de este hecho se limita a una zona pequeña». «En verdad, la fama de Ambroglio Descarte, el principal asesino de mi señor Cesare Borgia, se debe en gran medida a su habilidad para realizar su tarea sin que lo advierta ninguno de los comensales y, menos aún, que sean importunados por sus acciones». «Después de que el cadáver, y las manchas de sangre, de haberlas, haya sido retirado por los servidores, es costumbre que el asesino también se retire de la mesa, pues su presencia en ocasiones puede perturbar las digestiones de las personas que se encuentren sentadas a su lado, y en este punto un buen anfitrión tendrá siempre un nuevo invitado, quien habrá esperado fuera, dispuesto a sentarse a la mesa en este momento». Casi nada. Para eso, mejor que no te inviten a comer…..
que grande era Leonardo…el más grande y Florencia….no tiene adjetivos. Y qué gracioso este pasaje