Carbonero y Del Bosque, entre el exceso y el olvido

Con Jordi Alba llegan ‘las rebajas de el Corte Inglés’

Somos un país de excesos no cabe la menor duda. Cuando pedíamos
un crédito incluíamos en él hasta los pinkis de la abuela, y ahora que nos ‘hemos aficionado’ a la prima de riesgo; ahí tampoco tenemos rival. Desde ayer, con la
tercera victoria consecutiva de la selección española de fútbol haciendo un
triplete de ensueño (eurocopa-mundial-eurocopa), nos hemos vuelto a pasar de la
raya batiendo todos los récords habidos y por haber, pero esta vez por algo bueno.

Sin embargo, a la vez que somos excesivos, también llegamos
tarde a las cosas. Hay gente que no sabe que ocurrió en la universidad francesa
en mayo del 68 y, sin embargo, habla del fútbol como pan y circo , y critica los
partidos de la selección porque desvían la atención de otros asuntos. A esta
gente le ha llegado tarde la onda de Lenin y Trostky y ahora llaman opio del
pueblo, a lo que es, en realidad, una alegría necesaria para un país sitiado
por la crisis, el paro, los mercados y la prima de riesgo. Lo que quiero decir
es que ya era hora de que los periódicos e informativos de radio y televisión tuvieran
la oportunidad de darnos una alegría, y ya está. Mañana, cuando pase esta
fiesta, volveremos a nuestras miserias (pueden estar tranquilos los que
pensaban que el fútbol nos ha hecho olvidar) y todos a llorar de nuevo. ¿No?

Doy por hecho que todo el mundo conoce la trascendencia
deportiva (recalco, deportiva) de lo que ha ocurrido y que las lecciones de fútbol
que da España son de manual. Pero quiero llamar vuestra atención sobre tres
cuestiones que me inquietan más que un programa de Cuarto Milenio. Y son éstas:  ¿de qué están
hechos la mayoría de los periodistas deportivos –sobre todo los de radio y
televisión? ¿Por qué se ignora la inmensa labor de ese señor, con todas las
letras, llamado Del Bosque? ¿Y por qué no dejan en paz a Sara Carbonero?

Empezando por el final, diré que nunca he sido devoto –ni como
hombre ni como periodista- de las supuestas virtudes y encantos de Sara Carbonero Sin embargo, y a pesar de sus errores en alguna entrevista, he
empatizado con ella y me he dado cuenta de que tenía un papelón. El asunto de
los periodistas –sean quienes sean- a pie de campo en las retransmisiones
deportivas me parece ridículo. Qué el mister esté de pie o recostado, son informaciones que habitualmente se pide a estos
sufridores que muchas veces no saben ni lo que ocurre en el césped porque no
tienen monitor de tv al lado que les chivatee. Es muy fácil preguntar desde un
plató: ¿cómo ves el terreno de juego? Y muy difícil responder a eso con
dignidad. También es jodido entrevistar a tu novio –Casillas- y a los amigos de
tu novio, sin que quede meloso o chusco. Entiendo que Tele 5 la mantiene ahí
por el morbo, pero creo que Sara merece que le den la oportunidad de demostrar
si vale o no vale, aunque lo tiene difícil en un país donde se digiere mal el éxito
ajeno.

El otro tema peliagudo es Vicente del Bosque. Algunos de los
‘hooligans/periodistas’ que pueblan las emisoras de radio y televisión, sobre
todo en horario de madrugada, aparte de emular con sus gritos y aspavientos a
los más tórridos ‘compañeros’ de la prensa del corazón, siempre se fijan en el
detalle absurdo y se olvidan de lo que importa. Empezando por el tema de que la
base del toque es el Barca y pasando porque el mérito es de Luis Aragonés…siempre
se olvidan (a propósito, supongo) del mérito de Vicente del Bosque.
La historia
cuenta que el equipo del ‘zapatones’ (Luis), con alguno de los jugadores que siguen en
activo, jugaba de pena y que no fue hasta la Eurocopa del 2008 y ejem, ejem…que
no empezó con el glorioso tiki taka. Sin renunciar al pasado ‘Aragonés’, quiero
reivindicar el papel de Del Bosque como un crack en la sombra. Hay hijos de
millonarios que dilapidan la fortuna de sus padres en un pis pas, pero don
Vicente no sólo fue capaz de continuar con el estilo y ganar un mundial, sino
de adaptarlo y mejorarlo, introduciendo una variable que marca la diferencia:
su humanismo. Creo que en una España de excesos, un tipo tan equilibrado como
Del Bosque es impagable: cuida al grupo, no quiere protagonismos, apaga fuegos
deportivos y de los otros, es moderado, consecuente, tiene sentido común y es
correcto en cualquier situación. Además, sabe de fútbol y sus experiencias como
jugador las ha trasladado a la selección y ha dotado al equipo de una etiqueta
de ganador como en los tiempos en los que se decía que el futbol era un deporte
que jugaban 22 tíos y siempre ganaba Alemania. Ahora hay que sustituir el nominativo Alemania
por España, y aprender que si España hubiera perdido la final deberíamos estar
igual de orgullosos de ellos.

Para el final dejo el radicalismo de parte de los
comentaristas deportivos (no todos), que muestran, nuevamente, los excesos,
esta vez verbales, de un grupo que debería moderar sus alocuciones por
agresivas, cuando no incorrectas o faltas de verdad.
Cuando aún se hacía
periodismo del bueno en España (ahora tengo muchas dudas), entre los propios
profesionales se decía: ‘el que vale, vale, y el que no, a deportes’. Entonces surgió
un tipo llamado Segurola (y algún otro), que, como Del Bosque, practicó la información
con el buen juicio y moderación que requiere un deporte tan pasional. El puso
poesía en las crónicas y un puñado de profesionales le siguieron y siguen practicando su filosofía.
Ahora, sin embargo, vuelven a imperar los gritos y opiniones
de quienes, tras el partido inicial contra Italia no daban dos duros por
España; quienes la arrastraron por el soso partido jugado contra Francia o no
jugar con un nueve claro; quienes
creyeron que Xavi Hernández estaba acabado, y quienes hablan del juego de la
selección como una imitación del Barca.
Error, mis queridos
hooligans-periodistas. Si alguno supiera que el balón de fútbol no es una
onza de chocolate, se hubiera dado cuenta, enseguida, que Xavi estaba cansado,
fundido…no acabado (como también lo estaba Silva, aunque nadie lo ha dicho),
que el primer partido contra Italia fue de lo más normal en un momento del
campeonato en que lo importante es no perder, y que contra Francia, España jugó
como si fuera Alemania. Por otro lado, si contra Croacia las pasamos canutas fue porque parte
de la prensa y aficionados nos hicierosn creer (y un poco a nuestros
futbolistas) que Croacia era Brasil, y a punto estuvo de ocurrirnos lo mismo
con la final ante Italia, cuando estaba claro que Alemania había jugado peor
que el Vitigudino (con perdón) el partido de semifinales y corrían como pollos
son cabeza, que diría Toshack, ante una Italia crecida.

Lo que queda es esto: España ha jugado un partido distinto
cada día, que es lo que hacen los equipos campeones y, si tienen el balón, no
hay rival. Esta es la verdad. Ah, y otra observación para los enteraos: si el
Barca tuviera la defensa que tiene España sería invencible. Nuestro tiki taka
se parece al juego de los blaugrana, pero está enriquecido con las aportaciones
de Silva y Alonso que también hacen cosillas (el segundo tiene un desplazamiento
de balón de 50 metros increible). Y lo de la defensa no tiene nombre. Sólo un
gol en contra en todo el campeonato, que le marcó, precisamente Italia, el primero y el último. Es lo
que hay. ¿Héroes? Todos. Pero yo reivindicaría el papel de los Casillas, Ramos,
Piqué…que han amarrado al equipo y los partidos cuando el tiki taka hacía
aguas. Y ese Jordi Alba, sin comentarios. El Valencia lo vende por 14 millones
al Barca. ¡Vaya ganga! Aprende Florentino, y el Madrid fichando Coentraos por
el triple de precio. En esta compraventa o hay algo ‘oscuro’ que no sabemos, o
simplemente, es que ya han empezado las rebajas…en el Corte Inglés y yo no me he enterado. Y va a ser eso.

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