Caminito del Rey: un ‘paseo’ por las nubes

El llamado ‘Caminito del Rey’ es uno de los paseos-aventura más apasionantes que se pueden hacer hoy en España.

Localizado en el interior de la provincia de Málaga, entre Ardales, Álora, y Antequera, fue reabierto al público en marzo de 2015, aunque aún queda por inaugurar el centro de visitantes (en construcción).

Hasta ese año, el recorrido discurría por unas pasarelas (las de los Gaitanes) tan deterioradas por el abandono, la climatología y el paso del tiempo que fueron consideradas las más peligrosas del mundo.

Y a juzgar por los restos visibles de aquéllas plataformas que aún se conservan por debajo del nuevo recorrido, se quedaron cortos en tal apreciación.

El nuevo caminito del Rey se abrió al público en 2015

Breve historia

El Caminito del Rey es el resultado de la construcción en 1901 de un sendero de pasarelas clavadas en la roca y suspendidas sobre el desfiladero de los Gaitanes.

El objetivo era permitir el paso de materiales y operarios que trabajaban en la construcción de la presa del Conde del Guadalhorce.

Los trabajadores de la presa

Las obras de este ‘camino de servicio’ concluyeron en 1905, aunque el espaldarazo definitivo se lo dio el rey Alfonso XIII, quien recorrió parte del sendero para inaugurar la presa y por eso, desde entonces, se llama así: caminito del Rey.

Un recorrido que, de algún modo, vino a completar la línea de ferrocarril diseñada para unir Málaga y Córdoba a finales del siglo XIX.

Esto facilitó la comunicación a los pueblos de la zona, hasta entonces aislados, y desd entonces conectados para proyectar su comercio y, sobre todo, el transporte del carbón de las minas.

El tren serpenteaba por los desfiladeros

Construcción tortuosa

El problema para su construcción estaba en el terreno abrupto que debía atravesar y, en concreto, las paredes verticales de la sierra malagueña y el desfiladero de los Gaitanes (que es el nombre que se le da por estas tierras a los buitres leonados).

Un paisaje de paredes escarpadas y desfiladeros de entre 100 y 700 metros de altura por cuyo cauce discurre el río Guadalhorce que junto al mar que cubría estas tierras hace millones de años.

Y fue el paso de las aguas lo que logró excavar el cañón actual que serpentea atravesando los embalses de El Chorro, Guadalhorce, Guadalteba y Gaitanejo. 

Leyenda negra

La leyenda negra dice que fueron muchos los que murieron en la culminación de estas obras de ingenería civil, aunque en realidad solo fallecieron dos trabajadores.

Uno de ellos fue el jefe de dinamiteros que en su confianza con el material que manejaba se puso a fumar sobre la pólvora.

También circula el mito de que los que trabajaron en la construcción de presas y sendero eran convictos, cuando, en realidad, el grueso de estos forzudos eran marineros malagueños y gaditanos.

Recorrido actual del tren

Socialización del sendero y deterioro

Aunque al principio solo utilizaban el camino los operarios, no pasó mucho tiempo hasta que los habitantes del Chorro utilizaran el desfiladero para trasladarse de un pueblo.

Lo hacían tanto a pie como a lomos de alguna caballería…de día y de noche, porque el camino tenía luz eléctrica.

Por eso por aquí, aparte del trasiego de los trabajadores de las presas y centrales eléctricas, también caminaban los niños para ir al colegio o los novios para visitar a sus novias en los pueblos cercanos.

Así fue como el camino se integró en el ritmo de vida cotidiana de muchas familias de la comarca.

Las antiguas pasarelas van por debajo de las nuevas

Guardianes de la presa

Con la desaparición de los ‘guadianes de la presa’ que vivían en caserones salpicados por la montaña, comenzó la despoblación de la zona y el camino dejó de ser un elemento necesario con lo que se fue deteriorando.

También se deterioró por la acción del clima, hasta convertirse en un lugar peligroso y cuyo recorrido solo era posible para personas experimentadas en escalada o que buscaban sensaciones extremas.

Pero con su desintegración también desaparecía una parte importante de la historia de la comarca, así que la diputación de Málaga, la Junta de Andalucía y los pueblos afectados acordaron su reconstrucción en 2015.

Recorrido actual

El recorrido actual de las pasarelas discurre por tres desfiladeros durante unos 3 kilómetros.

Entre el primero y el segundo de los acantilados casi no hay diferencias y pasarás de uno a otro sin darte cuenta, pero no así el tercero, ya que en medio del recorrido hay una zona boscosa con pinos que hace las veces de antesala a la parte final.

El maravilloso salto de agua del tercer desfiladero

Cómo llegar

Se llega en coche hasta el restaurante el Kiosko en cuyas inmediaciones está el parking.

Desde allí hay dos formas de llegar hasta el caminito: una, más larga, de 2,7 km. que comienza en el tunel anejo al restaurante y discurre a cielo abierto, y otra que comienza un poco más adelante por la que se camina 1,5 kilometros tras atravesar un túnel largo y de techo bajo.

El pantano de El Chorro, el valle y las cabras montesas

El recorrido es lineal, de manera que se entra por arriba y se sale por abajo.

Una vez que llegas al final, a la presa del Chorro, deberás tomar uno de los autobuses lanzadera (salen cada media hora y cuesta por 1,50 euros) que te devolverá al parking de Ardales y el restaurante el Kiosko en cuyas inmediaciones habrás dejado el coche.

Otra opción es ir en coche hasta la presa del Chorro y tomar el autobús hasta el inicio del recorrido, con lo cuál encontraremos nuestro vehículo nada mas salir del recorrido.

Entradas al desfiladero y varias imágenes de las pasarelas

Consejos y precauciones

El paseo recorre un entorno natural único y se puede hacer con guía (casco verde) o sin guía (casco blanco).

Nosotros aconsejamos hacerlo con guía porque es la mejor manera de enterarte de la historia de este apasionante recorrido.

Un camino que está vigilado por gaitanes o buitres leonados y que también es territorio de cabras montesas y de una especie de pino, el Carrasco, que es el que produce más oxígeno o que absorbe más CO2, de entre todas las especies arbóreas.

El río Guadalhorce discurre por el cañón

Duración

El tiempo del recorrido es de unas 3 a 4 horas, aunque hay que sumar lo que tardes en recorrer el camino elegido para llegar (unos 45 minutos y otra media hora que tarda el autobús lanzadera más el tiempo de espera.

Aunque la distancia total es de 8,5 km, por las pasarelas apenas consumirás más de tres.

No se permite llevar mochilas grandes, ni llevar palos selfies, pero había quien los llevaba. Por distintas zonas del recorrido hay cuidadores con casco naranja que te prestarán ayuda en caso necesario.

El puente sobre el desfiladero se mueve y solo soporta 10 personas a la vez

Resumen del recorrido

Está dividido en 7 partes:

  • Zona de recepción. Parada de autobús y restaurante el Kiosko de Ardales.
  • Dos sendas de acceso: la senda de Gautanejo de 2,7 km. y el túnel de 1,5 km.
  • Caseta de recepción de visitantes y embalse de Gaitanejo
  • Primer cañón. Desfiladero de Gaitanejo (2,9 km. desde torno de entrada hasta torno de salida)
  • Segundo cañón. El Tajo de las Palomas
  • El Valle del Hoyo
  • Tercer cañón. Desfiladero de los Gaitanes
  • Tramo final. Pasarela hasta torno de salida
  • Avenida Caminito del Rey, senda de bajada hacia la estación de El Chorro (2,1 km).

2 comentarios en «Caminito del Rey: un ‘paseo’ por las nubes»

    1. Te agarras bien a las barandillas y no pasa nada. Es un lugar seguro, maravilloso y único. Gracias a ti

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