Cosas del ‘furbo’ mundial
Aún no sé si es un sucedido o una leyenda urbana, pero cierto periodista deportivo amigo mío me contó que un día, tras una de las reuniones de la directiva de la FIFA en las que elegían sede para celebrar los mundiales de fútbol, descubrieron que ciertos ejecutivos añosos (pero con dinerito) estaban celebrando una bacanal en la suite de un hotel de cinco estrellas (por supuesto) de una ciudad europea.
El camarero ‘wikileaks’ (por aquello del espionaje) relató a mi colega que, entre otras estampas, vio a uno de los sexagenarios untarse el pelo con caviar, como si fuera gomina Giorgi, mientras esperaba las caricias de una damisela 40 años más joven que él.
Nada más se sabe de la fiesta, salvo que a la mañana siguiente los avezados conserjes del hotel vieron cruzar por el vestíbulo a 15 chavalitas tan espectaculares como los angeles de Victoria Secrets y que la onerosa cuenta de gastos la pagó un tal J.B. Curiosamente, las mismas iniciales de Joseph Blatter, actual presidente de la FIFA, que antes lo fue de la UEFA (con Joao Havelange como maximo mandatario del futbol mundial), aunque también pudieran ser las de John Boorman o de los mismísimos Justerini and Brooks , que eran como Laurel y Hardy, pero en versión güisqui leaks.
El caso es que ayer Blatter, el mismo que impidió que España y Portugal organizaran el mundial de 2018 y que se mofó de nuestro país porque había sido apalizado por Portugal en el último amistoso, declaró que la decisión de dar (regalar, diría yo), la organización de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente, estuvo relacionada con la idea de «expandir el deporte y no por dinero«. Jajajaja, que me troncho. Pero, ¿este tipo no tiene vergüenza torera? Señor Blatter, por si no lo sabía usted, son la misma cosa. ¿No se trata de abrir mercado para la FIFA vendiendo derechos de tv y demás? No nos meta otro gol semántico, venerable señor, que aún no estamos tan abotargados por el furbo como Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, quien en la ceremonia de adjudicación de sedes mundialistas, declaró a micrófono bajado la honradez e imparcialidad de los miembros de la FIFA: peloteo indigno que no nos libró del gafe Zapatero quien, por cierto, estuvo correcto.
Además, el bueno de Blatter, que actuaba de ‘petit Napoleón’ cuando era presidente de la organización del fútbol europeo (UEFA) y que ahora hace lo mismo desde la FIFA, contestó a la pregunta de un periodista sobre si gays y lesbianas deberían preocuparse por si podrán asistir al Mundial de Qatar debido a su actitud hostil respecto a la homosexualidad, Blatter bromeó: «Deberían abstenerse de cualquier actividad sexual». ¡Qué fuerte¡Lo raro es que nadie le preguntara por los derechos humanos y de porqué la FIFA hace negocios con países que los vulneran constantemente. Pero, claro, Blatter, no es una mujer, y tampoco vive en Qatar, así que lo ignora, el gachó.
Siguiendo con las respuestas de don Vito Blatter, el mandatario futbolero remarcó a continuación que la FIFA no tolerará ninguna forma de discriminación (habráse visto desfachatez de botarate) y señaló que estaba seguro de que todos podrían asistir y disfrutar del Mundial de Qatar…que, por cierto se celebrará, si no lo impide Alá, dentro de 12 años.
Las preguntas que me hago son, fundamentalmente: ¿Estaremos todos aquí enteros para 2018 y 2022? ¿Seguirá presidiendo Noé Blatter el Arca del furbo por entonces? ¿Continuará Villar sin contratar un logopeda que le enseñe a hablar y a no decir chorradas ante los miembros de la FIFA? ¿Se habrá descubierto entonces, qué miembros jugaron con los 15 angeles similares a los de W.S. en aquélla sórdida noche del hotel de 5 estrellas G.L?. y, lo que es más importante, ¿Conoceremos quien firmó las facturas con las iniciales J.B.?
Si a alguno de vosotros se le ocurre algún nombre, que llame al fiscal anticorrupción o que declare el estado de alarma futbolística. Yo, por mi parte, pienso que fue una farsa y que firmaron con las iniciales del güisqui. Si hubiera ocurrido en España en la factura seguro que hubiera figurado el acrónimo D.Y.C. (toma el) Dinero Y Corre.