Año nuevo 2012: no, sin mis saltos (de esquí)

La resaca anual ya nunca será igual (vaya pareado)

¿Os acordais de aquellas resacas en la que tu madre te obligaba a tomar un caldito después de una siempre atolondrada Nochevieja o esa lombarda al punto pelota que se te quedaba en la tráquea por culpa del resacón, con la mirada cómplice de tu padre y el movimiento de cabeza de tus abuelos como diciendo: ‘vaya juventud’ ?

Así era (y es): la cabeza aturdida y los familiares preguntando todo tipo de detalles de la nochecita de marras, mientras respondías con sonidos guturales. Este preludio a la comida familiar de Año Nuevo, a eso de las 3 de la tarde, siempre se acababa con dos máximas. Una, con la risita cómplice de tu padre que decía: ¡santo que no sepa andar, que no baje de su peana! (o lo que es lo mismo, si no sabes beber, mejor no bebas), y otra, la de tu madre, más práctica, que decía: lo bueno es que estais aquí sanos y salvos …sin accidentes ni nada, ¡con lo que hay por ahí…!

Ese era el pistolezato de salida. Todos a comer y tu con el cuerpo más destemplao que el ‘canguelo’ que antecede al chupinazo en un encierro de San Fermín. Pero entonces, cuando todo parecía perdido, llegaba la redención en forma televisiva con los famosos saltos de esquí que emitía TVE1. ¡Qué saltos, qué belleza (no contemplada), todos iguales y todos tan distintos, jejeje. De vez en cuando te incorporabas del letargo bobalicón y decías, ¡joer que salto, ese sí que ha hecho metros!, y cuando salía la medición oficial impresa sobre la pantalla resultaba que el tipo casi había caído al lado del trampolín, pero, bueno, es lo que tienen las imágenes engañosas de la tele y más si estás bajo los efectos de una torraera tremenda, como si te hubieran clavado con chinchetas una boina en la cabeza, que no te enteras de ná.

Pero hay que reconocer que el consomé, la verdura y los saltos de esquí eran el perfecto sacacorchos contra la resaca. Sin embargo, hace unos días me enteré de que en 2012, y por primera vez en 50 años, nos quedaremos sin ver los famosos saltos (desde el trampolín de Garmisch, Alemania), ya que RTVE pretendía emitir esta competición a través del canal Teledeporte y los responsables de los derechos de emisión no han tragado con rebajar el caché. Ásí que me he pillado tal rebote que he decidido, y bien que lo siento por las discotecas y demás tinglados nocturnos, no salir esta Nochevieja. No podría soportar una resaca sin los saltos de esquí. No, sin mis saltos, lo siento.

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