Adria, ya no es el mejor

Noma (Copenhague), mejor restaurante del mundo

Por Jorge Blázquez

Se veía venir. Salvo algún que otro seguidor hooligan, estaba cantado que Ferrán Adrià y su afamado Bulli (Roses, Gerona) iban a perder su condición de mejor restaurante del mundo a la primera oportunidad despues de sus anuncio de abandonar la gastronomía práctica desde el 2012. Así se decidió hace un rato en la votación final de la revista británica Restaurant en una gala que se está celebrando en Londres. Se llaman premios San Pellegrino porque los patrocina esta conocida marca de gua mineral italiana y galardonan a los 50 mejores restaurantes del mundo cada año. Los votantes, aparte de críticos gastronómicos y periodistas, no se sabe muy bien quienes son, ni tampoco quienes son los comisarios destacados en otros países. Se premia la gastronomía y la investigación, pero no la investigación a secas, por mucho que le guste a Adrià.

Aparte de eso, estos premios tienen la rémora de dejar paises en clara emergencia gastronómica como Asia y América del Sur, fuera de los análisis con lo cuál la fotografía no es completa, pero, aparte de estos pequeños detalles, la votación puede considerarse como batante justa, por los menos a lo concerniente a los 10 primeros.

Este año, como he señalado, el mejor restaurante del mundo es el Noma, del chef danés René Redzepi (estaba el tercero en 2009), pasando al segundo puesto el Bulli.El tercero es el Fat Duck de Heston Blumenthal al que le ha pasado factura la intoxicación ocurrida en su restaurante londinense el año pasado. Los cuartos, y ganan un puesto son los hermanos Roca con su Celler y el quinto, y pierde un puesto con respecto al año pasado, Mugaritz de Andoni Luis Aduriz, en Guipuzcoa. El sexto puesto es para la Osteria Francescana, de Maximo Bottura, en Modena (cuirosamente resturante denostado por sus compatriotas). El séptimo puesto es para Alinea de Grant Achatz, en Chicago. El octavo es para Daniel, de Daniel Boulud, en N. York. El noveno es para Arzak, de Juan Mari Arzak (un monstruo de los fogones) y el décimo es para el Per Se, de Thomas Keller, también en N. York. Lo más destacado de la lista, aparte de que sigue habiendo cuatro restaurantes españoles entre los 10 primeros (3 de ellos entre los 5 primeros), es la ausencia de restaurantes fraceses y la abrupta llegada de los norteamericanos.

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